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MEDIACIÓN COMUNITARIA MI BARRIO MI CASA, CONCÓN: EXPERIENCIA Y DESAFÍO


Enviado por   •  11 de Abril de 2017  •  Ensayos  •  5.799 Palabras (24 Páginas)  •  164 Visitas

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MEDIACIÓN COMUNITARIA MI BARRIO MI CASA, CONCÓN: EXPERIENCIA Y DESAFÍO.

Mª Eloisa Carreño Retamal

Organización no Gubernamental de Desarrollo Convive.

Eduardo Grove 325. Depto. 303, Viña del Mar.

9-95962133; ongconvive@gmail.com

Resumen

La mediación, como procedimiento ancestral se ha utilizado desde tiempos milenarios para transformar los conflictos que surgen en la vida cotidiana de las comunidades y para favorecer la convivencia. La experiencia exitosa del uso de este mecanismo ha permitido que se extienda territorialmente en el globo y a diversos contextos relacionales, es decir, familiar, escolar, laboral y comunitarios.  utilización en Chile es  y reviste desafíos a la institucionalidad y, a quienes la operan en el marco de la nueva gestión pública[a]. En este articulo se entregaran los resultados de dos experiencias de Programas de Mediación Comunitaria implementadas en la Comuna de Concón con financiamiento del Fondo Nacional de Seguridad Pública, del Ministerio del interior y Seguridad Pública.

Palabras Claves: Mediación, Mediación [b]Comunitaria, Convivencia, Conflicto y Política pública.

Introducción

La Convivencia es un proceso relacional que hoy en día se usa mucho por distintos actores, organizaciones comunitarias e instituciones. A modo de ejemplo, la palabra convivencia aparece una y otra vez en los boletines y programas de las organizaciones no gubernamentales y entidades cívicas. La convivencia no es algo “dado”, por el contrario hay que construirla permanentemente, e implica,  según Gimenz, R y Lorez, S. (2015) entre otras cosas, aprendizaje, tolerancia, normas comunes y regulación del conflicto.

La convivencia se construye en la interacción dinámica, cambiante con un otro u otra diferente, donde el aprendizaje como proceso facilita ir incorporando todas aquellas experiencias que de algún modo y, que según los y las actores/as involucrados/as mejora la acción de convivir. La convivencia exige tolerancia, en el sentido de aceptar aquello que es diferente, aceptar a otro/a, ya sea, en su totalidad o en algunos aspectos esenciales en la vida de la relación; requiere el establecimiento de normas comunes, es decir, pone énfasis en lo que une, en lo que regula los comportamientos en los distintos contextos de la vida es beneficio de esta. Por último, la convivencia no es algo opuesto al conflicto, ni significa ausencia de conflictividad, por lo tanto, este debe ser comprendido como hechos cotidianos, productos de la diferencia de las personas, que al no ser resueltas adecuadamente, puede escalar hasta adquirir  una intensidad que afecta la calidad de vida y la percepción de seguridad de los y las involucrados/as. (Macuer y Arias, 2009). Dada esta situación, lo que corresponde es buscar las formas de manejarlo de mejor manera para resolverlo en forma constructiva, de modo que no sólo se controle su potencial perjudicial, sino que además, se obtengan beneficios en términos de mejorar la calidad de los vínculos. Según lo mencionado por Gimenz, R y Lorez, S. (2015) en cualquier sociedad o comunidad que se promueva la convivencia debe haber prácticas de arbitraje, mediación o conciliación para apoyar a la ciudadanía a transformar oportunamente sus conflictos.

La mediación, en tanto recurso para afrontar las situaciones conflictivas que la vida en común conlleva, no tiene edad. Como atestigua Six (1990:11), “la mediación ha existido siempre. Siempre ha habido, en las tribus o poblados, sabios a quienes se recurría con toda naturalidad, quienes aportaban sosiego a los diferentes, unos seres que eran cimiento de fraternidad” . Burgess y Burgess (1997), trazan el curso de la mediación a través de diversas tradiciones culturales y espirituales del mundo: informan que el uso de la mediación en China se remota a más de dos mil años de antigüedad; la Iglesia Católica, los tribunales rabínicos judíos, África, melanesia, América Latina y América del Norte.

En este contexto la Mediación, entre las alternativas de resolución de conflictos, es la que más desarrollo ha tenido en los últimos 30 años, con indudable éxito en su aplicación en el contexto laboral, escolar, comunitario y familiar. [c]

En relación a la Mediación Comunitaria, que es el procedimiento que nos interesa desarrollar en este documento, la experiencia demuestra que la Mediación Comunitaria en diferentes países, tales como Estados Unidos, España, Paraguay, Argentina, Colombia, Brasil y Chile se presenta como una importante herramienta que está siendo ampliamente considerada y masificada, hacia todas las latitudes, de la esfera mundial (Olmedo, S. n/d), para la prevención, reparación  y reconciliación de los vínculos destruidos o deteriorados por los conflictos surgidos a nivel microsocial, meso y macrosistema.

En el caso de nuestro País, como en la mayoría de los países estudiados de Latinoamérica, un sinnúmero de situaciones conflictivas relevantes quedan abandonadas por la institucionalidad jurídica, sin ser asumidas ni por los tribunales ni por ninguna otra institución que facilite acuerdos (Frontaura et al., 2007). Ello genera, nuevas tensiones y escaladas de conflictividad, que pueden llevar a la violencia y destrucción del tejido social que favorece el quiebre de la buena convivencia en las ciudades y su relación con la calidad de vida de sus habitantes. Esto último, fuente de preocupación para diversos organismos encargados de la seguridad pública y la justicia en Chile han motivado a destinar recursos financieros para implementar las Unidades de Justicia Vecinal en Santiago bajo la modalidad de Proyectos Pilotos y Programas de Mediación Vecinal y/o Comunitaria mediante alianzas con corporaciones o fundaciones, con financiamiento del Fondo Nacional de Seguridad Pública (FNSP) del Ministerio del Interior, en diferentes regiones del País.

En este contexto, se afirma que el Programa de Mediación Comunitaria, Mi Barrio, Mi Casa, Concón (2013-2014 y 2016) ejecutado por la Organización No Gubernamental de Desarrollo Convive (ONG CONVIVE) en dos oportunidades con financiamiento del FNSP, se inserta en un contexto en que primero, no  existe una oferta pública  de este tipo de iniciativas y segundo, dada las dinámicas relacionales propias del convivir cotidiano de los/as habitantes de la comuna,  se amerita la intervención de un tercero en los conflictos de convivencia que no han podido ser resuelto mediante la negociación o formas violentas de comunicación y así, contribuir a evitar que estos culminen en el deterioro de las relaciones humanas y tejido social.

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