MODELO PSICOANALITICO. AUTORES POST FREUDIANOS

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ESCUELA DE PSICOLOGÍA

FUNDAMENTOS DE LA PSICOTERAPIA

I SEMESTRE 2017

AUTORES POST FREUDIANOS

Melanie Klein

Wilfred Bion

Donald Woods Winnicott

Heinz Kohut

                                            Santiago, Otoño, 2017

(Material de apoyo confeccionado por las docente/ psicóloga: Loreto Martin para el ramo: Fundamentos de la Psicoterapia)

El presente material, ha sido elaborado con el objetivo de guiar el estudio de algunos autores post freudianos que han hecho importantes aportes para el actual desarrollo del Psicoanálisis. En este mismo sentido, es necesario relevar que una corriente que cuenta con más de un siglo de historia, difícilmente estaría aún vigente si no fuera por todos los aportes de diferentes autores que contribuyeron con nuevos desarrollos teóricos y actualizaciones de la técnica psicodinámica clásica.

El documento, parte con una suerte de “mapa” de las distintas escuelas que emergen a partir de los desarrollos freudianos, para luego hacer  un foco en cuatro autores fundamentales, quienes -si bien comparten las premisas básicas del modelo psicoanalítico- también se distancian del pensamiento freudiano más clásico, para hacer hincapié en algunos planteamientos innovadores que, a su vez, los llevaron a la creación de “escuelas” que lograron un cierto nivel de independencia y protagonismo dentro de esta corriente teórica.

Otra razón que explica la “elección” de estos autores (dentro de los cientos de autores psicoanalíticos de renombre), es el hecho de que su re-lectura a la luz de los nuevos paradigmas que hoy encuadran el saber psicológico, se constituyen en referentes fundamentales a la contribución del desarrollo actual del psicoanálisis relacional, que vendría siendo un psicoanálisis que se ajusta al paradigma constructivista reinante.

Por último, cabe destacar que, como se trata de una guía muy básica,

             MELANIE  KLEIN

                        (1882 – 1960)[pic 1]

        Contribuyó al desarrollo del psicoanálisis infantil, intentando dar cuenta del nacimiento del “aparato mental”. Klein, toma algunas ideas de Freud (ej.: lucha pulsional)  y en otras disiente (ej.: existencia de un yo temprano). De hecho, la existencia de este yo temprano es el que permite -en última instancia- que la teoría kleiniana se sostenga, ya que para que existan fantasías inconscientes y mecanismos de defensa desde el nacimiento, también tendría que existir el yo desde que el niño nace.

        Según  esta autora, existiría una lucha de origen constitucional entre una tendencia a la vida y a la integración y una tendencia a la muerte y a la desintegración. Este conflicto, genera angustia pero también crecimiento mental, no sólo en el desarrollo temprano sino que durante toda la vida. Por otra parte, la presencia de angustia, gatilla automáticamente la acción de los mecanismos de defensa (activados por el yo).

         Dentro de estas defensas, primero aparecen las que son más primitivas: escisión, proyección, identificación proyectiva, introyección, etc. Y luego aparecerán defensas más altas, organizadas en torno a la represión, así como también, aparece la culpa por haber dañado al objeto de amor (la madre).

        Un aporte central de la teoría kleiniana es el concepto de “posición mental”, el que estaría caracterizado por: un tipo de ansiedad, un cierto tipo de mecanismos de defensa y un tipo de relación objetal.

        En la posición esquizo- paranoide, el bebé, primero escinde (separa)  la pulsión de vida y la de muerte, para luego proyectar la de muerte en lo que se llama objeto malo / pecho malo. Por otra parte, introyecta el objeto bueno/ pecho bueno, el que -en su fantasía- lo protege, por lo que constituye el objeto amado e idealizado. De esta manera, en esta posición mental (que es bastante primitiva), las ansiedades son persecutorias, (o también llamadas ansiedades “de muerte”, por el gran peligro que experimenta el yo de ser atacado), los mecanismos de defensa están organizados en torno a la escisión y el tipo de relación objetal predominante es de tipo parcial. En esta posición mental, las defensas más típicas son: escisión, proyección e introyección. Luego siguen el control omnipotente, la idealización y la  identificación proyectiva

En la medida en que la pulsión de vida prevalece por sobre la pulsión de muerte, (o -dicho de otra manera- en la medida que lo amoroso prevalece por sobre lo agresivo), sobrevienen estados de mayor integración y el niño puede acceder a un YO más integrado y, por lo mismo, accede a mejores defensas y logra una imagen más integrada de sí mismo y de los demás.  Este avance, implicaría que el bebé ha accedido a la posición depresiva, la que se caracteriza por angustias depresivas (temor de perder al objeto de amor; la madre) , mecanismos de defensa menos primitivos y una relación de objeto total, ya que el niño comprende que la misma madre que lo frustra (pecho malo), es también, al mismo tiempo, la que lo gratifica (pecho bueno). De hecho, el niño sentiría culpa por haber dañado al objeto de su amor y aparecen los intentos de reparación.

Si bien ambas posiciones mentales serían logradas progresivamente (la esquizo-paranoide desde los 0 a 3 meses y luego la depresiva, después de esa edad), la autora es bien clara en señalar que el sujeto transita por ambas a lo largo de su vida.

Para esta autora, lo que se transfiere son las RROO (relaciones objetales) y la transferencia subyace a toda actividad y relación humana. Por ese motivo, el tratamiento consistirá en la interpretación de la transferencia y el cambio psíquico, a su vez, se producirá por la interacción del mundo interno (RROO del pasado) con el mundo externo (actual). Esto último, es muy interesante, porque si bien Klein, le da importancia al ambiente, sigue siendo una teoría eminentemente basada en la fuerza constitucional de la pulsión

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