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Marco Teorico


Enviado por   •  8 de Agosto de 2014  •  3.607 Palabras (15 Páginas)  •  223 Visitas

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MARCO TEÓRICO

Antecedentes

Desde mediados del siglo XX, cuando los adolescentes empezaron a diferenciarse de sus mayores a través de su forma de actuar, vestir y de comunicarse entre ellos, las subculturas juveniles han ido ganando protagonismo en la sociedad. Sin embargo, empujado en gran medida por los medios masivos de comunicación, que le han dado visibilidad y lo han bautizado con el término de tribus urbanas, este fenómeno ha crecido de manera exponencial en los últimos años.

¿Qué es una tribu?

A lo largo de la historia de la humanidad, el término tribu se utilizó para designar a aquellas agrupaciones de personas, generalmente nucleadas a partir de vínculos ancestrales y familiares, que viven y desarrollan su cultura y sus costumbres en poblaciones autónomas al margen de la civilización.

Las tribus son clanes que se adueñan de un territorio determinado y que, salvo casos excepcionales, delimitan su campo de acción dentro de márgenes geográficos claramente establecidos; crean y desarrollan una cultura y una identidad propia a través de una serie de simbologías y señas características ( lenguaje, costumbres autóctonas, rituales y creencias religiosas); y en cuanto a su estructura política, ejercen una forma vertical de organización: una figura de autoridad, cuasi paternal, es la que lidera a la tribu, y a la que todos sus integrantes deben obedecer y rendir cuentas de sus actos.

Esta subcultura existe desde hace tiempo y en todo el mundo, manteniendo una ideología de acuerdo con la tribu a la que pertenecen, una característica principal es la vestimenta y la música.

Desde disciplinas como la psicología, sociología y antropología se coincide en que las tribus urbanas están ligadas a la búsqueda de identidad debido a que en general están integradas por jóvenes en la etapa de la adolescencia que coinciden en problemáticas y les ayuda a reafirmar su autoestima y la pertenencia a un grupo.

Estos movimientos han aparecido en la historia cultural de los países, teniendo un sentido particular de ver a la sociedad, tienen poder de convocatoria sobre todo de adolescentes de ambos sexos que llegan a imponer estilos estéticos, lenguaje, comunicación, la diferenciación con los demás, el sentido de pertenencia etc., que obliga a prestarles atención.

Existen tres aspectos fundamentales en la formación de tribus: el espacio, el tiempo y el aspecto o imagen de los miembros.

Espacio: ocupado físicamente por los grupos, tiene un valor especial para ellos, acompañado del sentimiento de conquista, al afirmar la conquista de territorios (bares o plazas, barrios…) así como en su defensa, la importancia la adquiere la territorialidad simbólica, a través de ese lugar que “solo les pertenece a ellos”. Las tribus se adaptan a los diferentes contextos urbanos según las funciones expresivas, tal y como se recoge en el libro Tribus Urbanas de 1996: SOCIOLOGÍA URBANA 2008/09, Estefanía Luis Martín, Beatriz Celestino Onecha, Violeta Pigazo Nozal, Patricia Sánchez Iglesias, página 23.

• De pertenencia: “los lugares especiales a los que pertenezco y que por eso me pertenecen”. Estos lugares suscitan un sentimiento de posesión y un ámbito seguro en el que la tribu ejerce un control más directo sobre los acontecimientos. (ejemplo: un bar punk o un estadio para los hooligans).

• De representación: “los lugares en que “me represento” como miembro de una tribu, similar a todos sus miembros y distinto a todos los demás”. Se trata de un lugar en el que se exhibe el aspecto más superficial, espectacular, de la identidad. A través de la máscara. Aquel en el que se luce el uniforme más completo y por ello el más representativo. La finalidad de estos espacios: la ostentación. Estos espacios son territorios de la colectividad, “tierra de nadie” y de los que se toma posesión.

• De actuación: los lugares donde se persiguen los objetivos lúdicos y/o existenciales del grupo. Pueden coincidir parcialmente con los anteriores, ya que el territorio de actuación puede ser también el de la representación de la identidad. Por ejemplo: un joven skin en un desfile, escoltado por la policía.

Tiempo: Es un tiempo diferente al normal, porque adquiere profundidad, todos los grupos muestran un desprecio hacia el tiempo productivo, y una propensión hacia una visión lúdica del uso de ese tiempo. El tiempo de la producción y de la actividad “normal” es generalmente aborrecido por los grupos, que muestran incluso un rechazo radical. Los momentos de identidad de una tribu se pueden agrupar: SOCIOLOGÍA URBANA 2008/09, Estefanía Luis Martín, Beatriz Celestino Onecha, Violeta Pigazo Nozal, Patricia Sánchez Iglesias, página 24.

• Lo cotidiano: es un tiempo muerto que trascurre entre eventos significativos. La única forma de proyectar este tiempo es la espera de un acontecimiento, bien sea un fin de semana, o una ocasión especial. Este tiempo se considera poco relevante.

• Fin de semana: son tiempos de actuación para renovar la identidad individual y grupal. Es un tiempo para vivir intensamente, es un tiempo dedicado al grupo. Este tiempo da sentido a lo cotidiano, es el tiempo de revancha contra la rutina del mundo externo y su hostilidad.

• Lo excepcional: son los eventos especiales, son ceremonias que se celebran de vez en cuando, puntos estrella que iluminan su existencia. Este tiempo se opone totalmente a lo cotidiano y en ocasiones marca el nacimiento de del propio grupo.

Imagen: tribus como colectivos de imagen, donde el estilo es el rasgo de identidad, es un sistema de reconocimiento; para determinar la clasificación de los grupos podemos tener en cuenta aspectos cuantitativos y cualitativos. La importancia de las formas de reconocimiento y apariencia estriban en el hecho de que las tribus son, por voluntad propia, zonas de separación de lo normal, pertenecer a ellas es un modo de expresar un rechazo del modo de vida tradicional, una rebeldía estética. Los atuendos, uniformes y apariencias extremas constituyen índices de extrañamiento y separación: exhiben notoriamente la lejanía entre el grupo y la sociedad convencional.

El atuendo prototípico identifica al joven como miembro de un colectivo, a un doble nivel: porque lo vuelve idéntico a los demás miembros del grupo y porque, al mismo tiempo, le confiere una identidad personal. El uniforme también varía con el cambio de los escenarios de representación. Su atuendo ofrece información sobre su grado de identificación con el grupo así como el nivel jerárquico alcanzado dentro del grupo. SOCIOLOGÍA URBANA 2008/09, Estefanía Luis Martín, Beatriz

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