Mediación intergeneracional

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MEDIACIÓN

INTERGENERACIONAL

1. INTRODUCCIÓN

El presente trabajo pretende abordar el tema de la mediación, y más concretamente, la mediación intergeneracional. Para ello, es conveniente definir varios términos en los cuales se apoyará su desarrollo.

Por un lado, definimos la mediación como el acto mediante el cual se pretende resolver conflictos entre dos partes a través de la acción realizada por una tercera persona imparcial. Para ello, deben de cumplirse una serie requisitos: El conflicto en sí, la voluntad de ambas partes de llegar a un acuerdo y la existencia de la figura del mediador. Así, se pretende restablecer la comunicación y el diálogo reduciendo el nivel de agresividad, mediante un acto voluntario, dónde la confidencialidad es esencial, así como la neutralidad e imparcialidad del mediador durante todo el proceso, y correcta proyección hacia el futuro para mejorar las relaciones de ambas partes.

Toda familia, por definición, comparte un proyecto de vida común, por lo que actúa como un eje central, pilar para la construcción de un sistema social. Igualmente, surgen conflictos familiares entre sus integrantes, aquí donde cobra especial relevancia la mediación en el ámbito intergeneracional.

Este trabajo comprenderá los principales tipos de mediación intergeneracional, leyes reguladoras de mediación familiar, la función del educador social en el ámbito de la mediación, los recursos sociales involucrados y unas conclusiones generales respecto al tema.

2. MEDIACIÓN. CONCEPTOS GENERALES

El conflicto surge con personas que tratan de obtener un fin determinado, pero con un interés individual o común que no pueden conseguir de forma equitativa, por lo que en estos casos la figura venga como tercera persona ajena al conflicto para asegurar la imparcialidad a la hora de resolver este conflicto. Por regla general, la actitud ante una situación de conflicto suele abordar características: La propia negación, la huida, el sometimiento al otro, o el propio intento de sometimiento. Algunos autores como Grover (1996), definen al mediador como guardián del proceso, ya que no es una autoridad que impone la solución, sino que mediante sus habilidades y capacidades ayuda a la conciliación entre ambas partes. Para afianzar la importancia de la figura del mediador, es necesario informar a las partes de la existencia de este proceso para afianzar su figura e intentar resolver un conflicto a través del diálogo, el respeto y la aceptación de las diferencias. La mediación engloba los principios básicos de: voluntariedad, imparcialidad, neutralidad, confidencialidad, profesionalidad y respeto.

Puesto que existen diferentes puntos de a la hora de la resolución de un conflicto, es necesario crear un código deontológico personal propio de la mediación, en donde el mediador debe de estar en el mismo plano que los mediados, aunque manteniendo su distancia formal y funcional puesto que debe de ser neutral procurando satisfacer no solo los derechos, sino también los deseos. Es importante que el mediador sus funciones para realizar mejor su tarea, así como conocer sus virtudes y defectos, vital para mantenerse imparcial y neutral.

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Así, el mediador debe de presentar una serie de características en relación a su profesión, a los sujetos mediados, al equipo de trabajo y a la institución donde trabaja. En términos generales, el mediador ha de ser una persona paciente, activa para la resolución e identificación de temas fundamentales y de trato asertivo, siendo imparcial en las sesiones, eficaz en la escucha activa y no posicionarse nunca en una de las partes, además de ser creativo para buscar soluciones a los problemas.

La mediación como tal engloba una gran cantidad de ámbitos (educativo, intergeneracional, familiar...) no todos los conflictos pueden ser llevados a cabo por la mediación, vente en aquellos en los que se ha sucedido algún tipo de violencia. Si se produce un proceso flexible, dentro de un clima de confianza gracias a la confidencialidad, y dando lo mejor de sí cada una de las partes, se conseguirá un proceso rápido en torno a los 3 meses de duración, destacando su eficacia y la puesta en común de soluciones por ambas partes.

CARACTERÍSTICAS DEL MEDIADOR

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En relación a su profesión

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En relación a los sujetos

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En relación al equipo

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En relación a la institución donde trabaja

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Debe recoger toda la información necesaria para analizar la situación de manera objetiva. No debe aprovecharse para beneficio personal de la información privilegiada que obtiene

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Debe mantener una rigurosa profesionalidad en el tratamiento de la información. Como generador de la información, debe ser consciente cual es relevante. como creador, debe ser veraz en la transmisión. debe guardar un trato igualitario. En su intervención, el mediador no debe recurrir a técnicas que atenten contra la dignidad de la persona.

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Debe evitar interferir en las funciones y tareas de los otros miembros del equipo.

Debe ser consecuente con las normas existentes en la institución donde realiza el trabajo. Partiendo del código Deontológico del Educador Social, conjunto de normas que orientan la acción y la conducta profesional.[pic 23]

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3. MEDIACIÓN INTERGENERACIONAL

La mediación familiar tiene un gran arraigo en España, cómo eje sistemático de organización social y agente socializador. Podemos clasificar tres tipos fundamentales de mediación familiar, las cuales se abordarán en los siguientes puntos.

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