Motivación y metacognición, más que una relación

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Lectura: Motivación y metacognición, más que una relación

Descripción de la actividad y pautas de elaboración

Lee atentamente el artículo de Josu Ugartetxea que encontrarás en la sección No dejes de leer… y reflexiona antes de contestar a las preguntas que te planteamos a continuación:

• ¿Qué es la metacognición?
• ¿En qué consiste la motivación?
• Explica sintéticamente, con tus palabras, la relación entre metacognición y motivación.
• ¿Cómo influye el locus de control y la atribución causal en la motivación?
• ¿Qué conclusiones sacas respecto a la influencia de ambos conceptos en la educación?

Extensión máxima: 1 página y media, letra Georgia 11 e interlineado 1,5.

• ¿Qué es la metacognición?

La metacognición es un área de estudio muy importante de la psicología educativa que desde principios de los 80 tiene como objeto de estudio el propio conocimiento, el descubrimiento de las estrategias más eficaces para aprender y el diseño de sistemas didácticos inteligentes. Consiste en nuestra capacidad de autorregular el aprendizaje.

La metacognición se centra en la persona, la tarea y las estrategias y trata de conocer y regular nuestras propias cogniciones y nuestros procesos mentales (el qué y el cómo).

• ¿En qué consiste la motivación?

La motivación, metacomponente de la inteligencia, hace referencia al conjunto de fuerzas que inician y dirigen la conducta. El objetivo de la motivación consiste en poder delimitar qué motivos tienen los individuos cuando realizan determinadas conductas y por qué lo hacen en determinadas circunstancias y no en otras. Nos permite explicar la dirección hacia las que se dirige la conducta, el tipo de conducta y las diferencias en su intensidad. La motivación es el descubrimiento de lo que para mí vale o tiene valor.

• Explica sintéticamente, con tus palabras, la relación entre metacognición y motivación.

Un buen rendimiento intelectual necesita, además de los factores cognitivos que puede entrenar una buena metacognición, de los afectivos, como la motivación, para conocer de una forma  personalizada al alumno que tenemos ante nosotros. La motivación escolar será muy dependiente de la metacognición, de esa autopercepción del alumno ante las exigencias académicas (el estilo atribucional, las expectativas de éxito y el tipo de motivación serán las variables más importantes a estudiar de cada discente).

• ¿Cómo influye el locus de control y la atribución causal en la motivación?

La atribución de la causalidad consiste en la percepción que tiene el sujeto sobre las razones de su rendimiento. Que atribuya sus éxitos y fracasos a causas internas o externas, específicas o generalizables, controlables o incontrolables e inestables o estables influirá de una forma muy importante en la motivación para el inicio de sus tareas. El locus de control interno incrementará la motivación y el rendimiento en una especie de espiral que se retroalimenta, mientras que el locus de control externo hará justamente lo contrario, cosechando un menor rendimiento, asumiendo que el esfuerzo no tiene que ver con el éxito y considerándose su acción como algo general e inamovible (la motivación por el inicio de las actividades disminuye como es lógico).

• ¿Qué conclusiones sacas respecto a la influencia de ambos conceptos en la educación?

Me parece muy importante, quizás también porque soy psicóloga, que los maestros estemos formados e interesados en indagar en la parte más afectiva del alumno y en sus situaciones personales de cara a un buen rendimiento intelectual y escolar ( que pasa por una metacognición adecuada que nos aleje de esas fichas en las que sólo hay que actuar como un robot, sin ningún tipo de estrategia cognitiva, sólo actuar como máquinas, llevar mil tareas a casa como justificación de nuestro buen hacer como docentes y alumnos Reflexionando sobre el tema, no sé cómo muchos hemos llegado a cursar estudios de nivel superior. Desde luego, nuestra motivación intrínseca de logro debía de estar muy por encima de todo, al igual que nuestro temperamento y nuestras características de personalidad de autoexigencia y valoración suprema del esfuerzo, junto con la demora de la gratificación y el control de nuestras emociones. Los estilos educativos de los padres, creo que son determinantes a la hora de establecer un locus de control ajustado a la realidad. Siempre que los alumnos desarrollen un locus de control interno se esforzarán más y en consecuencia los resultados serán más positivos, incrementándose los afectos positivos y reforzándose ese locus interno aún más (ocurriendo justo lo contrario cuando vemos en el exterior la causa de nuestros éxitos y desgracias). Creo que lo importante como maestros es la posibilidad de modificar esa atribución causal que hacen los alumnos para conseguir así incrementar su motivación y con ello su rendimiento escolar (consiguiendo un locus de control interno, específico,  inestable y controlable) desde las edades más tempranas, existiendo por supuesto (aunque es en muchos casos dificilísimo) una consonancia en la búsqueda de eses objetivos entre el medio escolar y el familiar en aras de una educación personalizada de calidad.

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