Negociando con el diablo.

Introducción

¿Qué es negociar y pelear?, negociar es el tratar un asunto para llegar un acuerdo y pelear, luchar en contra de algo o alguien, para vencerlo y conseguir un fin, pero nosotros realmente sabemos en que momento es mejor pelear y en que momento es mejor negociar, en lo personal no lo creo, es por eso que tendremos que analizar la situación y que llevaría a cabo cada una de nuestras acciones.

Solo analizando cada una de las posibilidades a fondo, podríamos saber que acciones tomar para cualquier situación que se nos presente y con cualquier persona que quiera afectarnos.

En la obra “Negociando con el Diablo-Cuándo negociar o cuándo pelearnos muestra un constante cuestionamiento, ¿Qué tiene mejores resultados, pelear o negociar?, puede ser que a primera instancia podamos creer que el negociar siempre es la mejor opción, pero el autor nos demuestra que el negociar te puede llevar a un mejor resultado, sin embargo nos deja en claro que el negociar siempre será una buena opción para solucionar conflictos, sin descartar la pelea claro está. A lo largo dela obra se nos presentan distintos casos en los que se usa uno de estos dos métodos para resolver conflictos y se analiza cual pudo ser la mejor opción, para resolver cualquier situación, con estas situaciones el autor nos demuestra como ser un excelente negociador.

Negociando con el Diablo

Constantemente debemos estar en una lucha interna contra todos esos fantasmas que nos atormentan, que nos ponen limitantes en todo momento y nos hace más compleja la toma de decisiones al afrontar algún problema, durante toda nuestra vida vamos a encontrar a personas que todo el tiempo buscan perjudicarnos, por eso es necesario saber que es mejor para nosotros, si el negociar con esas personas, que logren lo que quieren o pelar, para mantenernos fuertes y resistir cualquier cosa, para hacer valer nuestros derechos e intereses y no permitir que estos “diablos” logren perjudicarnos.

Aunque parezca que siempre el pelear va a ser la mejor opción, hay que tener en cuenta que el negociar no significa sacrificar lo que es más importante para nosotros, solo se requiere que nosotros estemos dispuestos a sentarnos con ese “diablo” para ver si se puede llegar a un acuerdo que nos convenga más que la mejor alternativa disponible, siempre identificando cada aspecto negativo o positivo de la negociación.

Siempre que se nos presente cualquier adversidad, cualquier problema, con cualquier persona, nos sentiremos traicionados y llegaremos a un punto en el que solo buscaremos pelear, pero antes de tomar cualquier decisión, pensaremos en negociar, pero tendremos que poner las cartas sobre la mesa, como todo tipo de trampas emocionales, que nos llevaran en cierto punto en precipitarnos y no tomar la mejor decisión, también analizar los costos y beneficios; y enfrentar cualquier tipo de problema ético y moral.

 El autor identifica tanto trampas negativas como positivas que alteran nuestras negociaciones, en dado caso harán ver la negociación como algo malo o como la mejor decisión que se podría tomar en ese momento, pero ya dependerá de nosotros como trabajamos cada problema, pero siempre analizándolo cuidadosamente para tratar de tomar las mejores acciones.

En cualquier situación siempre tendremos que ver los distintos intereses de cada lado, ver las debilidades en caso de una ruptura de relaciones por parte de nuestro contrario y usarlas en favor al momento de negociar, igualmente nos hace ver nuestras debilidades y poder blindarlas a tiempo, de esta formar encontrar nuestras mejores opciones al negociar y todos los posibles resultados.

En todo momento nuestros principios pueden poner en riesgo nuestras negociaciones, pero debemos ignorarlos para tomar la mejor decisión y poder negociar con el “diablo”. En algunos casos se presenta esta situación en la que los principios afectan la negociación, como fue el caso de un prisionero político que se negó a negociar con la policía secreta rusa, debido a sus principios morales o en el caso opuesto del líder judío en Hungría, que eligió negociar con los nazis, poniendo todas las cartas sobre la mesa, analizando la situación en la que estaban, el veía en esta negociación la única forma de salvar la mayor cantidad de vidas judías, es por eso que busco un bien mayor sin importar el medio. Él pudo haber optado por pelear, huir o esconderse, pero su análisis lo llevo a que la mejor opción era negociar con el diablo, dejando a un lado sus principios morales para entender a fondo la situación que lo aquejaba.

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