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Padres toxicos


Enviado por   •  10 de Febrero de 2019  •  Trabajos  •  2.170 Palabras (9 Páginas)  •  81 Visitas

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INTRODUCCIÓN

    Desde mi punto de vista particular la mayoría de de nosotros como persona  deriva de una familia disfuncional o toxica, no importando su nivel socioeconómico, cultural.   Analizando detalladamente el libro me doy cuenta que  todos provenimos  de una familia disfuncional  en la cual tanto la madre o el padre o más  bien dicho  hasta  abuelos están involucrados en la formación de nuestra conducta.

   En la actualidad dentro de  nuestra sociedad  la mayoría de familias aun son  criados por los abuelos  ya que los padres se encuentran  trabajando o  ausentes  en su  totalidad, esto deriva aun más la disfuncionalidad de las personas.

Es increíble como no nos damos cuenta de las actitudes que tomamos ante situaciones que nos exponen al límite o el estrés que en determinado tiempo vivimos y el cual nos hace surgir comportamientos como el de nuestros padres tal y cual su mismo reflejo.

EL PADRE  TOXICO Y EL SISTEMA FAMILIAR

Cuando somos niños, nuestro sistema familiar representa toda nuestra realidad  y nuestro punto de referencia.  Aprendemos a tomar decisiones basado en lo que nuestro sistema familiar nos enseña a entender y percibir del mundo a partir de nuestra  experiencia y de lo que nos inculcan nuestros padres.

Los padres no son perfectos y muchas veces se equivocan, generando dolor a los hijos. Ser un buen padre nunca implicara ser un padre perfecto. Un padre sano no desquita su enojo o frustración con sus hijos y deja claro que el amor no está condicionado a ningún estado  de ánimo ni a ninguna conducta. El amor es incondicional aunque existan errores  de los hijos y los estados de ánimo  fluctúen en familia.

Cuando un hijo se desarrolla en una familia toxica va limitando su capacidad de sentirse merecedor de amor y sobre todo incapaz de  de brindarse a sí mismo y a los demás, seguridad y afecto incondicional. Nuestros padres nos enseñan a relacionarnos con el mundo, nos enseñan a sentirnos merecedores y dignos de ser amados, o bien pueden enseñarnos  a sentirnos fracasados y merecedores de rechazo y dolor.

A esto se refería  Freud con la frase infancia es destino, pues de nuestras primeras relaciones interpersonales dependerá la manera en que nos relacionemos con el mundo que nos acompañara toda la vida.

No existe la familia perfecta. Ninguna familia está libre de conflictos sin embargo, en términos de salud  mental, hay familias funcionales y familias disfuncionales. En toda familia hay reglas. Los miembros comúnmente los padres  los padres las crean porque son necesarias para una sana convivencia. En una familia sana, las reglas son congruentes, racionales y se adaptan a las necesidades reales a la familia.

Un padre toxico  es el origen de de una familia disfuncional, en la cual las reglas  se establecen a partir de caprichos irracionales de los padres. Las reglas son rígidas y se evita que sus miembros expresen sus sentimientos.

Los padres tóxicos crean familias disfuncionales que se definen por cuatro características:

Amagamiento de la familia: una familia amalgamada es donde no existe el respeto al individuo y  los padres pueden meterse en la vida de los hijos, decidiéndolo todo.

Rigidez: establecimiento de reglas que no admiten posibilidad de cambio y que se establecen de forma arbitraria para todos los miembros de la familia, exentando tal vez a quien las impuso.

Sobreprotección: consiste en generar dependencia y terminar por lisiar emocionalmente a una persona.

Evasión del conflicto: es la más importante, ya que esta característica es la más dañina, al grado que, en existiendo la ostras características. Se vive con  tensión  de su existencia pero nadie habla de ello.

El proceso de crear nuestra individualidad e irse separándonos de los padres alcanza su pico más alto en la adolescencia, cuando confrontamos los  valores, los gustos y la autoridad parental.

Los padres tóxicos no son tan tolerantes. Ellos perciben el proceso de adquisición de individualidad y autonomía de los hijos como una rebelión un ataque personal.

 

EL CONFLICTO EN LA FAMILIA

La familia es la célula primaria de cualquier sociedad, por lo que el conflicto es inseparable a la cotidianidad familiar. N conflicto está hecho  para resolverse, no para sufrirse. Un  conflicto sano es aquel en el que ambas partes respetan la postura opuesta, aprenden a negociar y finalmente a ceder y a conciliar.

Describiendo paso a paso el desarrollo biopsicosocial del ser humano, encontramos que, en cada momento de la vida, el hombre experimenta ciertos conflictos con los demás y con el mismo.

La vida de dialogo es una relación de hombres entre sí, que aun que puede darse sin palabras y sin trafico objetos, tiene una condición indispensable.

 El dialogo genuino es aquel que en cada uno de los participantes tiene presentes a los demás de un ser particular y se vuelve hacia ellos con la intensión de establecer una relación reciproca, justa y mutua.

El dialogo autentico, nos volvemos hacia el otro, no solo físicamente si no también del alma. El monologo requiere que nos volvamos hacia nosotros mismos, en una simple reflexión.

El nacimiento de un nuevo ser humano altera el sistema de relaciones establecido del que no formaba parte. En este sentido, se puede decir que  el bebe, en relación con el conjunto existencial  que precede a su llegada, es un intruso. Esto se debe a que, se requiera o no, su llegada obliga a cambiar algo y crea de entrada un conflicto.

El niño reacciona a partir del momento en que su sistema nervioso central está suficientemente desarrollado, y esas reacciones son el fundamento de la vida afectiva. Antes de y después de su nacimiento, todo niño, cuando llega a cierta conciencia de sí mismo, se halla en conflicto y rivaliza con el padre del mismo sexo. Es una lucha de poder y el amor sobre el padre del sexo opuesto. Este conflicto desemboca en el “complejo de castración”, con el cual el niño encuentra su lugar en el mundo y aprende a asumirse en su identidad sexual, identificándose con el padre de su  mismo sexo.

Durante la crisis de la adolescencia, el individuo experimenta ansiedad al dudar de su capacidad para resolver el conflicto interior de manera positiva, es decir, mediante una percepción  de si mismo que le permita fincarse un proyecto de vida propio.

El hombre experimenta un conflicto al descubrir su propia sexualidad mediante la masturbación, la elección de pareja, la elección de profesión, el nacimiento de sus hijos, el declive de su vida sexual, el abandono de su vida laboral, la ancianidad y la existencia de  los últimos años de su vida. El ser humano tiene un  conflicto de con el hecho de envejecer y aceptar la propia muerte.

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