Preguntas de tercer parcial psa uba
agustinaaperezsResumen26 de Octubre de 2018
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- ¿Por qué los sueños de las neurosis traumáticas dan cuenta del fracaso del principio de placer como regulador del aparato? Explica las teorizaciones freudianas sobre los sueños traumáticos y diferencie de las primeras conceptualizaciones en torno a los sueños.
Primeramente, Freud postula al sueño como un cumplimiento de deseo. Este deseo es inconsciente y de tipo infantil, y se anuda a los llamados restos diurnos preconscientes de modo que le sirvan como disfraz. Son deseos prohibidos, rechazados por la censura. Si este deseo inconsciente saliera a la luz en el sueño tal cual es, se generaría un elevado displacer sentido por el Yo lo que conllevaría un desarrollo de angustia y el despertar del soñante; entonces éste se tramita mediante los procesos de condensación, desplazamiento, puesta en imágenes y elaboración secundaria; de modo tal que se tienda al placer o, al menos, a una evitación del displacer. Entonces, el sueño como cumplimiento de deseo no se opone al principio de placer, sino que está gobernado por éste. Ahora bien, a partir del texto "Más Allá del Principio de Placer" Freud examina los sueños característicos de las neurosis traumáticas. La neurosis traumática sobreviene en un estado en el que, tras un cierto accidente mecánico, hubo un riesgo de muerte. La causación de esta neurosis, se sitúa en el factor de la sorpresa, en el terror, esto indica que hay una falta de apronte angustiado, que es lo que permitiría una cierta preparación y expectativa frente al peligro, y la ausencia de herida fisica. Justamente por la falta del apronte angustiado es que resulta imposible ligar toda la magnitud de excitación que ingresa al aparato y esto es lo que resulta traumático. Freud nota que en la vida onírica de las neurosis traumáticas, el sueño reconduce al enfermo una y otra vez a la situación traumática, generando una ganancia de placer de otra índole y buscando sentir la angustia que no sintió en el momento del hecho. Es como si el enfermo estuviera fijado psíquicamente al trauma. Freud propone la existencia entonces de una tarea del aparato, más primordial o anterior al principio de placer. Esta tarea es la de la ligadura. Una vez que una magnitud de excitación es ligada por el aparato, ésta podrá ser tramitada de acuerdo con el principio de placer, de manera tal que se tienda a evitar el displacer mediante condensaciones, desplazamientos, sustituciones, etc. Precisamente eso es lo que el sueño en las neurosis traumáticas intenta (o no logra, según se lo vea) hacer: lograr la ligadura de aquello que por no ser ligado resultó traumático; y eso explica por qué el sueño repite una y otra vez la misma situación traumática, generando displacer, sin poder ser éste evitado por una tramitación acorde al principio de placer. Lo traumático tiene que ver con eso que nos marca, para una persona algo puede ser destructivo pero para otra no. Es traumático cuando queda por fuera de aquello que puedo poner en palabras.
En conclusión, esto demuestra el fracaso del principio de placer como regulador del aparato ya que estos sueño no se pueden pensar como realizaciones de deseo, ya que se repiten situaciones que no están comandadas por el principio de placer por dos razones, el intento de ligadura y la ganancia de placer de otra índole (masoquismo). No hay condensación y desplazamiento, hay algo que no se procesa.
- Explique la ruptura que se produce en el principio de placer en más allá del principio de placer. Nombrar los 3 referentes clínicos.
- Articule y diferencie sueño traumatico y el juego del carretel
La causación de esta neurosis, se sitúa en el factor de la sorpresa, en el terror, esto indica que hay una falta de apronte angustiado, que es lo que permitiría una cierta preparación y expectativa frente al peligro, y la ausencia de herida fisica. Justamente por la falta del apronte angustiado es que resulta imposible ligar toda la magnitud de excitación que ingresa al aparato y esto es lo que resulta traumático. Freud nota que en la vida onírica de las neurosis traumáticas, el sueño reconduce al enfermo una y otra vez a la situación traumática, generando una ganancia de placer de otra índole y buscando sentir la angustia que no sintió en el momento del hecho. Es como si el enfermo estuviera fijado psíquicamente al trauma. La repetición de situaciones no comandadas por el principio de placer se dan por dos motivos: lograr la ligadura de aquello que no logro ser ligado y por ello resultó traumático; y por la ganancia de placer de otra índole.
El juego del carretel consiste en un objeto de madera atado con un piolín, el cual el niño, con gran destreza lo arrojaba tras la baranda de su cunita haciéndolo desaparecer de su vista, al mismo tiempo que pronunciaba su significativo o-o-o-o (fort = se fue), y después, tirando del piolín, volvia a sacar el carretel de la cuna, saludando ahora su aparición con un amistoso Da (aca esta). Ese era, pues, el juego completo, el de desaparecer y volver. Aunque el mayor placer correspondia al segundo. La realización del juego se entramaba con el gran logro cultural del niño: la renuncia pulsional de admitir sin protestas la partida de la madre. Jugaba a la partida porque era la condición previa de la gozosa reaparición, la cual contendría el genuino propósito del juego. Pero lo contradice la observación de que el primer acto, el de la partida, era escenificado por si solo y, en verdad, con frecuencia incomparablemente mayor que el juego integro llevado hasta su final placentero. Da la impresión de que el niño convirtió en juego esa vivencia a raíz de otro motivo. En la vivencia era pasivo, era afectado por ella; ahora se ponía en un papel activo repitiéndola como juego, a pesar de que fue displacentera, es un afán de apoderamiento que actuara con independencia de que el recuerdo en si mismo fue placentero o no. Ese esfuerzo repitió en el juego una impresión desagradable, ello se debió únicamente a que la repetición iba conectada a una ganancia de placer de otra índole, pero directa.
En ambos se puede observar una ganancia de placer de otra índole, un disfrute en el displacer que se refleja en la compulsión de repetición como un intento de ligar aquello no ligado.
DIFERENCIAS???????? EN EL SUEÑO TRAUMATICO NO HAY UNA FINALIDAD PLACENTERA, EN CAMBIO EN EL JUEGO DEL CARRETEL, EL JUEGO COMPLETO LE GENERA PLACER. Fort-da como juego completo es principio de placer, y el fort se lo puede definir en el mas alla de principio de placer.
- Pasaje del primer dualismo pulsional al segundo dualismo. ¿Cómo se redefine el concepto de pulsión en más allá…?
La pulsión era planteada como un concepto fronterizo entre lo animo y lo somático, como un representante psíquico de los estímulos que provienen del interior del cuerpo. Es una fuerza constante. No es posible huir de ella, es necesario satisfacerla.
El primer dualismo pulsional Freud habla de las pulsiones sexuales vs las pulsiones de autoconservacion. Las pulsiones sexuales brotan de múltiples fuentes orgánicas, la meta la que aspira cada una de ellas es al logro de placer de órgano. Las pulsiones yoicas son un conjunto de necesidades ligadas a las funciones corporales que se precisan para la conservación de la vida del individuo. Las pulsiones sexuales se apuntalan sobre las de autonservacion. Luego se le agrega un valor yoico a las pulsiones de autoconservacion y mas tarde en “perturbación psicógena de la visión”, Freud introduce el concepto de “órgano de doble función” que es el que en cuanto se pone al servicio de la pulsión sexual pierde su función biológica. Cuando conceptualiza el narcisismo, teoriza la libido que inviste al yo, quedando el yo sexualizado, y por esta razón cae el primer dualismo pues ya no se sostiene separar a las pulsiones sexuales de las yoicas, que parecía asexuada. Luego de esto establece el falso dualismo pulsional donde hay una misma libido reversible que parte del yo y se dirige hacia los objetos, y que puede regresar. Pero también explica que hay un resto de libido no reversible (resto autoerótico) que queda fijado libidinalmente al yo y se resiste a dirigirse hacia los objetos externos; (esto es lo que más tarde se va vincular con la pulsión de muerte).
A partir del mas allá del principio de placer Freud se encuentra con vivencias pasadas que se repiten en su compulsión de repetición, durante la vida onírica, aquello no ligado que irrumpe económicamente en el aparato psíquico generando el mismo terror que el que se vivió en la situación traumática. Para poder incluir lo no ligado en su teoría introduce el segundo dualismo pulsional en el cual se puede observar una pulsión de vida y una pulsión de muerte. Podría llegar a pensarse a la pulsión de vida como la libido reversible y a la de muerte con el resto autoerótico. La pulsión de muerte tiende a la reducción completa de las tenciones, a volver al estado inanimado, se dirigen primeramente hacia el interior y tienden a la autodestrucción (masoquismo erógeno), se va a alojar en Ello y tendrá relación con lo no reprimido que intenta ligar a través de la repetición, se lo puede explicar con el más allá del principio de placer. La pulsión de vida (Eros) incluye a las pulsiones de sexuales y de autoconservación, tienden a conservar la vida a través de los rodeos que el principio de placer impone, aunque también la muerte sea su destino, construyen unidades cada vez mayores, unen, es lo ligado o ligable. Ambas pulsiones, de vida y muerte, están presentes en el organismo, no existe una sin la otra.
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