Programa de intervención en mujeres víctimas de violencia de género en el Comedor Popular “San Juan de la Picota

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“AÑO DE LA UNIDAD, LA PAZ Y EL DESARROLLO”  

EXAMEN FINAL  

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DISEÑO DE PROGRAMAS DE INTERVENCIÓN PSICOLÓGICA   

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✔ DOCENTE:  ANDREA DEL CARMEN LERTORA NAVARRO  

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PERÚ-2023

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"No estás sola, denuncia, ¡somos libres!".

Por cada mujer que se atreva a denunciar tiene que surgir a su alrededor un gran

apoyo de la administración pública y de su entorno, porque en soledad es muy difícil

salir de la violencia en el seno familiar.

“Programa de intervención en mujeres víctimas de violencia de género en el Comedor Popular “San Juan de la Picota” en Huamanga - Ayacucho - Perú

INTRODUCCIÓN

Los niveles de violencia son cada día más altos en Perú y pareciera que no se está actuando de alguna manera al respecto. La violencia familiar y hacia la mujer, no es la excepción, estos índices son preocupantes, casi siempre son más altos en las zonas rurales, que parecen estar olvidadas por el estado y la ayuda social privada.

El Perú ocupa el puesto número nueve en el estudio del nivel de pobreza del CEPAL (Comisión Económica Para América Latina y El Caribe), el organismo dependiente de la ONU para promover el desarrollo económico y social de la región; según CEPAL, tener un nivel de pobreza alto, abarca e influye en varios aspectos, como por ejemplo la violencia, el analfabetismo y la falta de servicios básicos como la educación y salud. Tomando en cuenta estos datos, en Perú, específicamente Ayacucho se encuentra dentro de los grupos de ciudades con un mayor índice de pobreza y pobreza extrema (según el INEI), en donde por la economía limitada de los pobladoras es difícil, brindarles educación de calidad a sus hijos, incluso se sobrepone el trabajo al estudio y se prioriza que sean una fuente de ingreso económico más para la familia, esto genera ignorancia y analfabetismo en Huamanga y los anexos de poblaciones, el no tener una formación sólida en valores y educación genera la violencia que se está viviendo;  actualmente,  El alto índice de violencia, de pobreza y la falta de educación, según el INEI, coloca a la región de Ayacucho en el penúltimo puesto en la tabla de desarrollo humano en el Perú y regiones del 2012, según el PNUD en Perú (Programa de las Naciones Unidas Para el Desarrollo Humano), generan en Ayacucho una serie de necesidades, conflictos sociales y carencias que deben ser resueltas como atención psicológica y legal para los conflictos de violencia hacia la mujer y en las familias.  Albergues para sacar a las personas vulnerables para madres e hijos.  Centro de charlas preventivas y educacionales acerca de cómo reconocer a los potenciales agresores, evitar casos de feminicidio, evitar violencia familiar, así como asesoría legal inmediata. Por tal motivo es oportuno realizar un plan de intervención para que de alguna manera podamos coadyuvar este problema social que afecta en gran manera a las mujeres.

1. Objetivo general del programa.

El objetivo general del programa es a que debemos reducir la violencia de género en el Comedor Popular “San Juan de la Picota” en Huamanga - Ayacucho – Perú.

A que deben de aprender a decir “NO” a la violencia y aprender a expresarse uno mismo. Y darse valor y voluntad para poder expresar lo que sienten como mujer y persona.

1. Objetivos específicos del programa

• Enseñar a las mujeres a darse valor y que tengan una autoestima alta para dejar atrás a la violencia.
• Realizar talleres de autoestima.
• Realizar talleres ocupacionales para las mujeres que pasan violencia.
• Realizar charlas motivacionales “NO A LA VIOLENCISA DE GENERO”.

1. Descripción de la población con la que se desarrolla el programa.

Ayacucho, la ciudad del arte popular y artesanía del Perú, cuyas raíces nacen de las culturas Quechua y Wari, fue fundada un 25 de abril del año 1540 por Pizarro con el nombre: San Juan de la frontera de Huamanga, que posteriormente formó parte del virreinato del Perú y durante la gesta libertaria,  en 1825 cambió de nombre a Ayacucho, en honor a la batalla triunfante de Ayacucho encabezada por Simón Bolívar y Antonio José de Sucre, ciudad donde aún se respiran aires del pasado, historia, cultura y tradición es embellecida por sus retablos, tallados en piedra y trabajos minuciosos en platería y filigrana Situada en la sierra central entre la Cordillera Oriental y Central de los Andes del Perú a 2761 msnm, este histórico lugar tiene clima frío y semilunios.

Pero también es muy importante resaltar; para nuestro caso, que el departamento de Ayacucho fue escenario de 3,502 casos de violencia contra niñas, adolescentes y mujeres adultas durante 2017, según estadísticas de la Policía Nacional del Perú. Los Juzgados de Familia de dicha región atendieron un total de 4,338 casos de violencia familiar el mismo año, según información del Módulo de Familia de la Corte Superior de Justicia de Ayacucho. Pese a la alta demanda en servicios de atención a víctimas de violencia en la región, existen tres Juzgados de Familia, una Comisaría de la Familia y solo 12 de los 119 distritos cuentan con un Centro de Emergencia Mujer, según información publicada por el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, Poder Judicial y Ministerio del Interior, esto realmente es algo escalofriante y sumamente peligroso para las mujeres ayacuchanas y Huamanguinas porque casi están en total desamparo

 Según el registro de atención del Centro de Emergencia de la Mujer Ayacucho (CEM), de enero a julio del 2022 se reportó 2330 casos de violencia contra la mujer, lo que representa un 91.3%. en el 2022, se tuvo una leve reducción de casos en comparación con 2021, donde se reportó 4924 casos, siendo las provincias de mayor incidencia Huamanga con 1032 casos, Huanta 535 casos y Lucanas 101 casos.

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Es indispensable que las mujeres agredidas y las autoridades tomen más conciencia acerca de la violencia desenfrenada que existe contra la mujer y es uno de los problemas de salud pública que necesitará ser abordado desde un punto de vista de la promoción de la salud, atención médica como psicológica. Además, que crean nuevas expectativas en prevención de la violencia contra la mujer específicamente en el club de madres de Huamanga motivar a las mujeres que están siendo violentadas para que denuncien y no callen. Para que se conozcan los verdaderos reportes estadísticos de denuncias sobre el tema y las autoridades tomen cartas en el asunto. Además de llenar vacíos o generar nuevos conocimientos, porque no se han hecho todavía un estudio sobre la violencia contra la mujer en el comedor popular.

1. Descripción del lugar en el que se desarrolla el programa.

El lugar donde se realizará la intervención del programa psicológico  será en el comedor popular “San Juan de la Picota”  en Huamanga - Ayacucho fundado en 1985,   se inauguró el comedor integrado por un grupo de mujeres, quienes eran  familiares de víctimas desaparecidas o asesinadas en la localidad de Huamanga, departamento de Ayacucho, ubicado en el sector de la asociación “Pro Vivienda Ciudad de la Pacificación Mollepata II”  En  el periodo 2018 al 2021, el alcalde de Huamanga, Yuri Gutiérrez  reapertura este comedor al igual que otros, los cuales fueron cerrados por la pandemia del covid 19, y que gracias al trabajo de un grupo de  mujeres  Humanguinas, este comedor beneficia  a la población aledaña con el almuerzo diario,  está integrado por mujeres madres de familias con escasos recursos económicos y en extrema pobreza, el comedor recibe un aporte del estado en insumos para la preparación de los alimentos como: arroz, menestras, aceites, filetes, quinua para una alimentación balanceada. Los comedores apoyan con condimentos y la mano de obra y el menú es totalmente gratuito para las familias de la localidad. Cabe señalar que generalmente, las familias de este grupo de madres están conformadas por padre, madre, hijos y abuelos, donde lamentablemente impera   la falta de educación y una formación totalmente machista, como ya se ha hecho referencia en las estadísticas.  Las mujeres a pesar que trabajan y contribuyen al beneficio de sus familias, son frecuentemente violentadas tanto emocional, psicológica y físicamente por sus respectivas parejas agresoras que se encuentran generalmente en condiciones de ebriedad, y que debido a las represalias que ellos puedan tomar, la mayoría de ellas prefiere callar.

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