Psicodiagnóstico Clínico “Unidad I; Introducción al psicodiagnóstico

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UNIVERSIDAD AUTONOMA DE SINALOA

FACULTAD DE PSICOLOGÍA

Modalidad Semiescolarizada, Culiacán

Psicodiagnóstico Clínico

“Unidad I; Introducción al psicodiagnóstico

Docente: M.C. Oralia Salazar Terrazas

Alumna: Roxana Arellano Sandoval

Grupo 703.

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Culiacán, Sinaloa a 3 de noviembre de 2020.

Durante esta primera unidad se pretende abarcar el desarrollo de la psicología clínica desde una perspectiva histórica, esto con la finalidad de que el alumno pueda comprender desde un panorama más amplio el desarrollo y evolución de esta área tan importante dentro de la psicología.

• Raíces históricas

Sin duda alguna, para hablar de los orígenes de la psicología habríamos de remontarnos a la época de aquellos primeros pensadores como Aristóteles e Hipócrates que dirigían sus reflexiones hacia como pensaba y sentía el ser humano. Es importante señalar que en un principio era casi imposible separar la psicología clínica de la psicología normal, ya que la psicología misma se encontraba en proceso de consolidación como ciencia, así pues por cuestiones practicas es mas fácil dirigirnos a los movimientos del siglo XIX, para lograr identificar las mejoras que se dirigían en pro de la salud mental, mismas que marcarían el inicio de las profesiones de la salud mental, es importante señalar que una de las principales figuras de este movimiento es el Frances Phillippe Pinel, si bien es cierto aun en la actualidad no se ha clarificado si los avances de Pinel deben ser considerados logros personales o desarrollo lógicos surgidos de las teorías de Rousseau o bien como contribuciones al desarrollo de la psiquiatría, ya que mostro gran interés y benevolencia con los enfermos mentales de los hospital psiquiátricos.

En esa misma época, el inglés William Tuke, empezaba a hacerse notar debido a una clínica que el miso denominaba hospital modelo para el tratamiento y atención de los enfermos mentales y perturbados. Por su parte en estados unidos, Eli Todd, hacía lo mismo en pro de los enfermos mentales, haciendo hincapié al igual que sus colegas, en el respeto y la moralidad, es importante que a partir de esta nueva mirada que se dirigía hacia los enfermos mentales, poco a poco se dejo de ver como una carga o custodia el atender a enfermos mentales.

Contemporánea de los anteriores, es Dorothea Dix, quien lucho arduamente en pro de mejoras en las instalaciones donde eran recluidos los enfermos mentales, insistió con tanta vehemencia que finalmente consiguió la atención de las autoridades federales y así en 1848 se construyó en Nueva Jersey, el primer hospital para los “dementes”, cabe señalar que fue el primero de 30 que se construyeron a lo largo del país.

Es importante señalar, que fue gracias a todos ellos y al empeño e interés que pusieron en el campo de la psicología clínica, que podemos afirmar que fueron ellos quienes sentaron las bases para esta área en especial. Y de igual manera que no se consideran contribuciones aisladas, sino un conjunto de ideales que estaban en busca de la igualdad y dignidad para todos.

• Diagnóstico y evolución, los comienzos (1850-1899)        

Dentro de esta rama, habremos de encontrar a autores como Francis Galton, quien siempre mostro su interés por la aplicación de métodos cuantitativos, mediante los cuales buscaba comprender la agudeza sensorial, habilidades motoras y el tiempo de reacción de estas, para ello en 1882, estableció un laboratorio antropométrico.

A su vez, esta tradición fue fomentada por la obra de James McKeen Cattell quien también se mostraba interesado por el tiempo de reacción entre las personas, pues al igual que Galton coincidían en que esto representaba una aproximación a la medición de la inteligencia. De tal manera, que fue el quien acuño o hablo por primera vez del término pruebas mentales para explicar y describir sus mediciones.

Así pues, la expectativa de Cattel, era obtener una medición a partir de diez pruebas, y así poder describir los procesos mentales por los cuales los seres humanos atravesaban para resolver las pruebas, y por ende poder detectar enfermedades mentales en las personas.

Para 1913, Emil Kraepelin enfoca sus estudios en ese mismo sentido, pues como resultado de su trabajo logro dividir la enfermedad mental en cuatro categorías ya sea que fueran determinadas por factores exógenos (curables) o bien, causados por factores endógenos (incurables), sus descripciones y clasificaciones de los pacientes eran heurísticas y han servido para estipular una enorme cantidad de debate en torno a la psicopatología.

• El advenimiento de la era moderna (1900-1919)

En base a las investigaciones y estudios anteriores, en estos años se da el surgimiento de la edición de las capacidades mentales como tal, así como también la aplicación de pruebas psicológicas para el diagnostico de enfermedades mentales. En esta época podemos hacer referencia a Alfred Binet y su colaborador Theodore Simon, quienes elaboraron la ya conocida escala Binet-Simon en 1908, misma que revoluciono la forma de medición de inteligencia hasta el momento. Anterior a ellos, Carl Jung, en 1905, utilizaba un método de asociación de palabras para medir la inteligencia a la vez que buscaba comprender los complejos sucesos inconscientes de los seres humanos. Unos años más tarde, en 1910 se publicaría la prueba de asociación libre Kent-Rosanoff, misma que significaría un avance sustancial dentro de las pruebas diagnósticas.

Posteriormente en 1917, surge la prueba Alfa dl ejercito estadounidense, misma que incluía dos escalas una verbal y otra no verbal, a la par de estos surgimientos Robert Woodworth elabora un inventario psiconeurótico, el cual fue diseñado para revelar la conducta anormal.

Unos años más adelante, en el periodo de 1920- 1939, se suscita un progreso considerable con relación a las aplicaciones de pruebas psicológicas para el diagnóstico, pues Pinther y Paterson introdujeron su escala de inteligencia verbal, y en el año de 1930 la escala de puntos de Arthur, y posteriormente le seguirías la prueba Cornell-Coxe en 1934. Así mismo en 1926 Goodenough publicaría otra prueba de medición de inteligencia “Dibuja una figura humana”, como se puede leer el lote de pruebas de medición era muy amplio para ese entonces, y aun faltaban por surgir las pruebas de aptitudes, las vocacionales de Strong (1927) así como el registro de preferencias de Kuder.

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