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Psicologia Y Desarrollo Infantil


Enviado por   •  28 de Noviembre de 2012  •  2.914 Palabras (12 Páginas)  •  530 Visitas

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Psicología y desarrollo infantil

El estudio del comportamiento de los niños desde el

nacimiento hasta la adolescencia, se conoce con el nombre de psicología infantil o psicología evolutiva, incluye sus características físicas, cognitivas, motoras, lingüísticas, emocionales y sociales. Los psicólogos infantiles intentan determinar como las variables ambientales y las características biológicas, interactúan e influyen en el comportamiento, así como explicar como se interrelacionan los cambios conductuales.

Historia:

Desde tiempos muy remotos tanto Platón como Aristóteles escribieron sobre la infancia. Platón sostenía que los niños vienen dotados de habilidades específicas que su educación puede potenciar. Sus puntos de vista se mantienen hoy en día en relación a las diferencias individuales ante una misma educación. Aristóteles, a su vez, ideó métodos de observación del comportamiento infantil que fueron precursores de los que hoy se aplican.

En el siglo XVIII el filósofo francés Jean Jacques Rousseau postuló que los niños deberían expresar sus energías para su desarrollo en forma libre, en ambientes no restrictivos, ideas que aún siguen apoyándose. En el siglo XIX, la teoría de la evolución de Darwin, (1809 - 1882) dio un impulso al estudio científico del desarrollo infantil. A comienzos del siglo XX, en 1916, el psicólogo Lewis Terman, introdujo el Test de inteligencia conocido hoy como el Test de Stanford Binet, que condujo a una serie de estudios acerca del desarrollo intelectual del niño.

Test de Stanford Binet

El psicólogo estaunidense Arnold Gessel, creó un instituto en la Universidad de Yale para estudiar a los niños, introduciendo el método de la filmación para analizar el comportamiento infantil, planteando por primera vez un desarrollo intelectual por etapas. Los resultados ofrecieron gran información sobre el desarrollo evolutivo, pero no hacían referencias sobre las variables ambientales. Sigmund Freud, hizo hincapié en la influencia de las variables ambientales sobre el desarrollo del niño, resaltando la importancia del comportamiento de los padres durante la infancia y estableciendo una serie de teorías básicas sobre el desarrollo de la personalidad.

John B. Watson, principal representante del conductismo, insistió también en la importancia de las variables ambientales analizadas como estímulos condicionantes. A comienzos de la década de 1960, los trabajos realizados por el psicólogo suizo Jean Piaget, dio lugar a teorías más avanzadas sobre el desarrollo infantil, ya que utilizan métodos de observación y experimentales, teniendo en cuenta las variables biológicas y ambientales.

Crecimiento físico-biológico:

En los 3 primeros años se produce un aumento de peso y estatura muy rápido, que luego se mantiene constante hasta la adolescencia, cuando suelen darse el “estirón” final. Estudios avanzados han determinado que dichos aumentos (peso y talla), dependen de la salud del niño, nutrición y condiciones ambientales.

Actividad motora: Entre el nacimiento y los 2 años suceden cambios muy drásticos en este aspecto, el niño pasa de los movimientos reflejos incoordinados del recién nacido a la coordinación motriz del adulto, a través de una serie de pautas complejas de desarrollo graduales y continuas, por ejemplo: el caminar que suele dominarse entre los 13 y 15 primeros meses, surge de una secuencia de catorce etapas sucesivas. Luego de adquirir las destrezas motoras básicas, el niño comienza a integrar sus movimientos con otras capacidades perceptivas, como la espacial, la cual es crucial para lograr la coordinación viso – motriz (ojo – mano).

Los años intermedios de la niñez se caracterizan por un alto nivel de actividad y por los graduales progresos fisiológicos que ayudan al pre-escolar a refinar las habilidades motoras y la coordinación. Tales progresos son evidentes no solo en los juegos de los niños, sino también en el dominio de destrezas como la escritura. El mando que adquieren sobre su cuerpo durante este periodo les produce sentimientos de competencia y de autoestima, los cuales son indispensables para una buena salud mental.

Formación de la personalidad:

Los diversos aspectos del desarrollo del niño abarcan el crecimiento físico, los cambios en el orden psicológico y emocional, así como la adaptación social. Muchos factores condicionan las pautas de desarrollo y el ritmo en que se suceden. La mayoría de los investigadores, coinciden en que dichas pautas son influenciadas tanto por condiciones genéticas como ambientales, es el caso del desarrollo de gemelos monocigóticos, que crecen en ambientes distintos y gemelos que han crecido juntos. La hipótesis de estos estudios es que si la carga genética es determinante, los gemelos separados serán tan similares en la mayoría de los aspectos medidos, como los que han vivido juntos, se descubrió lo inverso. Incluso sus personalidades son diferentes.

Las teorías de la personalidad intentan describir como se comportan las personas para satisfacer sus necesidades físicas y fisiológicas. La incapacidad para satisfacer tales necesidades crea conflictos personales. En la formación de la personalidad los niños aprenden a evitar los conflictos y a manejarlos cuando inevitablemente ocurren. Una respuesta normal para las situaciones conflictivas es recurrir a los mecanismos de defensa como la racionalización o la negación (por ejemplo, rechazando haber tenido alguna vez una meta u objetivo específico, aunque sea obvio que se tuvo). Aunque todos han empleado mecanismos de defensa, se debe evitar convertirlos en el único medio de enfrentarse a los conflictos. Un niño con una personalidad equilibrada, integrada se siente aceptado y querido, lo que le permite aprender una serie de mecanismos apropiados para manejarse en situaciones conflictivas, esto lo va a prendiendo a través del juego social.

El juego social de los niños revela la existencia de una “cultura de la niñez” con sus costumbres, reglas, juegos, rituales, entre otros, todo lo cual posiblemente ayuda a entender la gran complejidad del mundo que lo rodea y a adaptarse a él. Los padres influyen profundamente en la formación de la personalidad de los niños y en su desarrollo social. Sirven de modelo, esperan ciertas respuestas y conductas de sus hijos e imponen sistemas de premios y castigos. Los hijos de padres rigurosos, tienden a ser dependientes y sumisos. La tolerancia puede producir niños activos y extrovertidos o bien desobedientes y agresivos, según los padres que sean afables y receptivos o bien hostiles y negligentes. Los niños sobre – protegidos, por lo general tiene graves problemas de ajuste.

Relaciones sociales:

Las relaciones sociales infantiles suponen interacción y coordinación de los intereses mutuos, en las que el niño adquiere pautas de comportamiento social a través de los juegos, especialmente dentro de lo que se conoce como “su grupo de pares”. Los años de la niñez son un periodo de amistades muy íntimas, pero temporales, que satisfacen las necesidades de dominio y sumisión. Sirve de vehículo a la auto expresión. De esta manera pasan, desde los años previos a su escolarización hasta su adolescencia, por sistemas sociales progresivamente más sofisticados que influirán en sus valores y en su comportamiento futuro.

La transición hacia el mundo social adulto es apoyada por los fenómenos de liderazgo dentro del grupo de iguales, donde se distribuyen roles distintos a los diferentes miembros en función de su fuerza o debilidad. Además el niño aprende a sentir la necesidad de comportarse de forma cooperativa, a conseguir objetivos colectivos y a resolver conflictos entre individuos. La conformidad (acatamiento de las normas del grupo social) con este grupo de pares alcanzara su cuota máxima cuando el niño llegue a la pubertad, a los 12 años aproximadamente, y nunca desaparecerá del comportamiento social del individuo, aunque sus manifestaciones entre adultos sean menos obvias.

Socialización:

El proceso mediante el cual los niños aprenden a diferenciar lo aceptable (positivo) de lo inaceptable (negativo) en su comportamiento se llama socialización. Se espera que los niños aprendan, por ejemplo que las agresiones físicas, el robo y el engaño son negativos, y que la cooperación, la honestidad y el compartir son positivos. Algunas teorías sugieren que la socialización solo se aprende a través de la imitación o a través de un proceso de premios y castigos.

Sin embargo las teorías más recientes destacan el papel de las variables cognitivas y perceptivas, del pensamiento y el conocimiento, y sostienen que la madurez social exige la comprensión explícita o implícita de las reglas del comportamiento social aplicadas en las diferentes situaciones.

La socialización también incluye la comprensión del concepto de moralidad. El psicólogo estadounidense Lawrence Kohiberghas demostró que el pensamiento moral tiene tres niveles: en el inferior las reglas se cumplen solo para evitar el castigo (nivel característico de los niños más pequeños) y en el superior el individuo comprende racionalmente los principios morales universales necesarios para la supervivencia social.

El juicio moral se presenta a raíz del aprendizaje social como una defensa en contra de la ansiedad o de los procesos cognitivos. Según Piaget, el niño empieza como un realista moral que cree en la realidad física de las reglas y que juzga las acciones ajenas exclusivamente en términos de las consecuencias. Al cabo de un tiempo, llega a la etapa del relativismo moral en el cual comprende que las reglas son deficientes invenciones del ser humano y que son las intenciones del individuo las que determinan la moralidad de su conducta.

La conducta de los individuos también puede explicarse a través de las principales teorías evolutivas de la personalidad propuesta por S. Freud y de la percepción y cognición de Jean Piaget, ambas explican el desarrollo humano en la conjunción de variables ambientales y biológicas.

Teoría de la personalidad según Freud:

Esta teoría sostiene que una personalidad sana requiere satisfacer sus necesidades instintivas, a la que se oponen el principio de la realidad y la conciencia moral, representados desde una perspectiva estructural por las tres instancias de la personalidad: el ELLO (fuente de los impulsos instintivos), el YO (instancia intermedia, que trata de controlar las demandas del Ello y las del Super yo adaptándolas a la realidad) y el SUPER YO (representación de las reglas sociales de la realidad incorporadas por el sujeto, especie de conciencia moral). La relación de estas tres instancias va a depender del centro fisiológico. El centro fisiológico de los impulsos instintivos se modifica con la edad, y los períodos de los diferentes centros se denominan etapas. El ELLO de los recién nacidos, por ejemplo, alcanza su máxima satisfacción al mamar, actitud que define la etapa oral, primera etapa de las cuatro que permiten llegar a la sexualidad adulta. Freud integró en su teoría las variables biológicas y las variables ambientales.

Teoría del desarrollo cognitivo propuesta por Piaget:

Esta teoría describe los estadios de desarrollo cognitivo desde la infancia hasta la adolescencia: como las estructuras psicológicas se desarrollan a partir de reflejos innatos, se organizan durante la infancia en esquemas de conducta, se internalizan durante el segundo año de vida como modelos de pensamiento, y se desarrollan durante la infancia y la adolescencia en complejas estructuras intelectuales que caracterizan la vida adulta. Piaget divide el desarrollo cognitivo en cuatro períodos importantes

La teoría de Piaget ha sido denominada Epistemología Genética porque estudió el origen y desarrollo de las capacidades cognitivas desde su base orgánica, biológica y genética, encontrando que cada persona se desarrolla a su propio ritmo. Piaget considera el pensamiento y la inteligencia como procesos cognitivos que tienen su base en un sustrato orgánico – biológico que va desarrollándose paralelamente con la maduración y el crecimiento biológico. En la base de este proceso se encuentran dos funciones: asimilación y acomodación, que son básicas para la adaptación del organismo a su ambiente. Esta adaptación se entiende como un esfuerzo cognoscitivo del individuo para encontrar un equilibrio entre el mismo y su ambiente.

• Mediante la asimilación el organismo incorpora información al interior de las estructuras cognoscitivas a fin de ajustar mejor el conocimiento previo que poseen. Es decir, el individuo adapta el ambiente a si mismo y lo utiliza según lo concibe.

• La segunda parte de la adaptación, la acomodación es un comportamiento inteligente que necesita incorporar la experiencia de las acciones para lograr su cabal desarrollo.

Estos mecanismos de asimilación y acomodación conforman unidades de estructuras cognoscitivas que Piaget denomina esquemas, que son representaciones interiorizadas de acciones, como cuando se efectúa algo mentalmente sin realizar la acción. Así, para Piaget el desarrollo cognoscitivo se da de dos formas: la 1ra corresponde al propio desarrollo cognoscitivo, como un proceso adaptativo de asimilación y acomodación, el cual incluye la maduración biológica, experiencia, transmisión social y equilibrio cognoscitivo. La 2 da forma de desarrollo cognoscitivo se limita a la adquisición de nuevas respuestas para situaciones específicas o a la adquisición de nuevas estructuras para determinadas operaciones mentales especificas, lo cual va íntimamente ligado con el lenguaje.

El Lenguaje:

La capacidad para comprender y utilizar el lenguaje es uno de los principales logros de la especie humana, la adquisición del lenguaje se da en forma lineal, desde imitaciones de sonidos y vocalizaciones, hasta el uso de frases y oraciones completas. Al principio el lenguaje tiene un correlato con lo concreto pero, más adelante, le permite al niño hablar de hechos y usos que no están presentes; así también registra su pasado y expresa su futuro.

Este extraordinario fenómeno no puede explicarse simplemente desde la teoría del aprendizaje, lo que ha llevado a establecer otra hipótesis. La más destacada es posiblemente, la del lingüista estadounidense Noam Chomsky, quien planteo que el cerebro humano está especialmente estructurado para comprender y reproducir el lenguaje, por lo que no requiere aprendizaje formal, y se desarrolla al entrar el niño en contacto con el. Aunque los psicolingüístas del desarrollo no están de acuerdo con todos los conceptos de Chomsky, si aceptan los sistemas lingüísticos mentales especiales.

La adquisición del lenguaje supone 3 conceptos fundamentales para que éste se desarrolle:

• La motivación del entorno familiar y del medio que rodea al niño.

• Las funciones motoras, físicas y respiratorias.

• Las capacidades cognitivas de ordenamiento y comprensión.

A partir del lenguaje se desarrollan las capacidades cognitivas los cuales llevan a los conceptos verbales abstractos que reflejan el aprendizaje del individuo y por ende su inteligencia.

Inteligencia y aprendizaje

La inteligencia podría definirse como la capacidad para operar eficazmente con conceptos verbales abstractos. Esta definición se refleja en las preguntas de los Test de inteligencia infantiles. Dos de los más conocidos, el Stanford – Binet y el Weschler Intelligence Scale for children (más conocido por WISC, versión infantil de la WAIS – Weschler Adult Intrelligence Scale, la prueba individual de inteligencia más famosa). Se usan tanto para medir el desarrollo intelectual del niño como para predecir sus resultados académicos. Debido a que el aprendizaje escolar depende, al parecer, de la capacidad de razonamiento verbal.

WAIS – R Weschler Adult Intrelligence Scale

El contenido de estos Test es muy apropiado, como demuestra la relación que hay entre los resultados de los Test de inteligencia y el éxito escolar, sin embargo, las predicciones basadas exclusivamente en los Test de este tipo resultan imperfectas, porque no miden la motivación, y el conocimiento sobre las capacidades necesarias para el éxito escolar, es incompleto. Por otro lado, se ha cuestionado que los Test de inteligencia sean apropiados para niños de minorías étnicas, que pueden no responder adecuadamente a ciertos ítems debido a diferencias culturales o a la falta de comprensión del lenguaje empleado, más que por una deficiencia intelectual.

Tendencias actuales:

Los psicólogos infantiles continúan interesados en la interacción de los condicionamientos biológicos y las circunstancias ambientales que influyen en el comportamiento y su desarrollo, en el papel de las variables cognitivas en la socialización, especialmente en la adopción del rol sexual correspondiente, y en la comprensión misma de los procesos cognitivos, su adquisición y evolución. Actualmente los psicólogos están de acuerdo en que determinados factores biológicos de riesgo, como el peso escaso en el momento del nacimiento, la falta de oxígeno antes o durante el mismo y otras desventajas físicas o fisiológicas son importantes en el desarrollo y en el comportamiento posterior del individuo.

Gran parte de las investigaciones actuales en psicología del desarrollo o evolutiva tratan de identificar los componentes cognitivos (la memoria o la capacidad de atención) empleados en la resolución de problemas. Algunos psicólogos estudian la identificación de los procesos que se presentan durante la transición de un nivel de pensamiento a otro en el desarrollo del individuo. Otras áreas de investigación hacen referencia a los componentes cognitivos de la lectura y el cálculo. Se espera que todas estas investigaciones conduzcan a la mejora de los métodos de enseñanza escolar y de educación especial.

Etapas Edad Características

Inteligencia sensorio motriz Desde el nacimiento hasta los 2 años aproximadamente. La conducta del infante es esencialmente motora. El infante pasa de realizar movimientos reflejos inconexos al comportamiento coordinado, pero aún carece de la formación de ideas para operar con símbolos, ni piensa mediante conceptos.

Pensamiento preoperacional Desde los 2 años hasta los 7 años aproximadamente El niño es capaz ya de formar y manejar símbolos, pero aún fracasa en el intento de operar lógicamente con ellos, se inician los juegos simbólicos, dibujos, imágenes mentales y el desarrollo del lenguaje hablado.

Operaciones intelectuales concretas De los 7 a los 11 años aproximadamente Comienza a ser capaz de manejar las operaciones lógicas esenciales, pero siempre que los elementos con los que se realicen sean concretos. En el aspecto social, el niño ahora se convierte en un ser verdaderamente social.

Operaciones formales o abstractas Desde los 12 años en adelante, aunque como Piaget determinó, la escolarización puede adelantar este momento hasta los 10 años incluso. Los niños o adolescentes se caracterizan por su capacidad de desarrollar hipótesis y deducir nuevos conceptos, manejando representaciones simbólicas abstractas sin referentes reales, con las que realiza correctamente operaciones lógicas. Desarrolla sentimientos idealistas y se logra formación continua de la personalidad, hay un mayor desarrollo de los conceptos morales.

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