Psicología Del Desarrollo Infantil
Wero19935 de Octubre de 2013
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INDICE
INTRODUCCIÓN_____________________________________________3
DESARROLLO________________________________________________4
REFLEXIÓN_________________________________________________10
BIBLIOGRAFÍA_____________________________________________15
Introducción
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La calidad de la educación se ha convertido actualmente en un tema de discusión en los espacios educativos. Ante esta situación surgen las siguientes preguntas: ¿se puede alcanzar calidad en la educación sí existe inconsciencia sobre lo que implica este concepto en acción?, ¿cuántas personas comprometidas en acción existen en los espacios educativos?, ¿a quién se considera un profesional de la educación?, ¿con qué argumentos científicos se desarrolla la actividad educativa? Ante estas interrogantes y muchas más es que se tratará el tema de este artículo el cual se enfocará en disertar sobre porque es importante desempeñar el rol de educador-investigador y qué papel juega la investigación-acción en la formación de docentes competentes.
El objetivo de la presentación de este tema radica en la importancia de conocer la manera en que influye la actuación del docente y los diversos factores implicados dentro de la docencia, mismos que se ven implicados en el aprendizaje del educando.
El presente trabajo se basa en algunas teorías tales como la teoría conductista, humanista, cognitiva y sociocultural, en las cuales se abordarán y se compararán aspectos tales como el aprendizaje, la visión del alumno y del maestro.
Posteriormente se presentarán algunas investigaciones realizadas respecto a la docencia y el aprendizaje, mismas que se plantearán en el desarrollo de este trabajo.
Desarrollo
Ante la compleja realidad educativa ya no es posible por parte de los docentes seguir pensando y actuando la tarea educativa desde una perspectiva reducida caracterizada por la mecanización inconsciente, es decir, aún existe la creencia de que el acto educativo es como una receta de cocina. El nuevo educador debe interesarse por desarrollar capacidades éticas, pedagógicas y científicas que lo lleven a desempeñar su labor con profesionalismo frente a los problemas y exigencias del medio educativo. Al respecto señala Santos Guerra en García-Valcárcel: “el profesor universitario ha de ser un conocedor de la disciplina que desarrolla, un especialista en el campo del saber, permanentemente abierto a la investigación y a la actualización del conocimiento, pero ha de saber también, qué es lo que sucede en el aula, cómo aprenden los alumnos, cómo se puede organizar para ello el espacio y el tiempo, qué estrategias de intervención pueden ser más oportunas en determinado contexto”(Valcártel 2008).
Diversas perspectivas de análisis caracterizan el aula como reflejo de aquello que la sociedad exige que se enseñe, por lo tanto, quienes se interesan por entender el problema educativo dentro del salón de clases han comprendido que el aula es un laboratorio de observación en donde la tarea investigativa se hace necesaria debido a la importancia que tiene para el saber pedagógico estudiar lo que ocurre al interior de este espacio social ya que adquiere un sentido propio y profundo para maestros, alumnos y sociedad. Una tarea docente irreflexiva y sin búsqueda de mejoramiento continuo denota la falta de vinculación entre la enseñanza y la investigación, dando por resultado en la mayoría de los casos actos de enseñanza no acompañados de actos de aprendizaje. “El replanteamiento de los contenidos y objetivos educativos conjuntamente con la formación de los docentes será la base para enfrentar los retos sociales y económicos que exige la sociedad del siglo XXI”(Duran 1997).
La calidad de la educación se puede mejorar por medio de la formación y actualización de los docentes, pero a su vez, es necesario acompañar estas actividades de estudios que profundicen en los problemas específicos del proceso de enseñanza-aprendizaje. La mejora de la calidad de la educación desde nuestra visión implica entender el aula desde una perspectiva crítica, por lo tanto, es dejar atrás la idea mecanicista que existe del salón de clases y dar paso a la construcción y reconstrucción de conocimientos acerca de la realidad del aula. Por ello, es que considero que la mejora de la calidad de la educación está en buscar y diseñar estrategias de acción dentro de la formación para el ejercicio de la docencia de actividades que promuevan el pensamiento crítico y creativo sobre la tarea docente.
En cuanto a la función del docente, Cobián Sánchez, et al. (1998) Señala que desde esta teoría el profesor debe partir desde la concepción de que el alumno es activo, que aprende de manera significativa, de manera que su papel se centra en elaborar y organizar experiencias didácticas que logren esos fines, no centrarse en enseñar exclusivamente información ni en tomar un papel único en relación con la participación de sus alumnos. “El docente debe preocuparse por el desarrollo, inducción y enseñanza de habilidades o estrategias cognitivas y meta cognitivas de los alumnos, es decir, el maestro debe permitir a los estudiantes experimentar y reflexionar sobre tópicos definidos o que surjan de las inquietudes de los educandos con un apoyo y retroalimentación continuos” (Sánchez 1998).
Además, Cobián Sánchez, et al. (1998) explica que el profesor debe estar profundamente interesado en promover en sus alumnos el aprendizaje significativo de los contenidos escolares, para ello es necesario que se centre en exposiciones de los contenidos, lecturas y experiencias de aprendizaje, en los cuales se pretenda conseguir que los alumnos logren un aprendizaje de verdad significativo. Dentro del aprendizaje el maestro debe preocuparse no solamente en los contenidos de lo que se va enseñar, sino también en la manera que imparte, es decir, la manera cómo va a proporcionar información al alumno.
“La concepción constructivista del aprendizaje admite que éste se produce por una interacción entre el conocimiento del alumno y la nueva información que le llega, por tal motivo hay que considerar las concepciones de los alumnos como bases o sobre las cuales se irán construyendo los nuevos conocimientos” (Castañeda 2002)
Este mismo autor sugiere que a través de la investigación el alumno en la escuela integrará aportaciones del saber ordinario y del saber científico. Por lo tanto la introducción de la investigación del alumno en el medio escolar es coherente con toda una tradición pedagógica centrada en el papel activo del educando en su medio de aprendizaje y con aportaciones más recientes de las ciencias relacionadas con la educación.
De manera que lo anterior exige que el maestro tenga tanto el dominio del contenido del curso, como de las habilidades necesarias para diseñar el contexto que resulte eficaz para el aprendizaje de ese contenido.(González 2011)
La existencia de una multitud de factores dentro de los salones de clases, tales como el lenguaje, los comportamientos, las expectativas, la formación profesional de los maestros, las historias académicas, las experiencias pedagógicas, los métodos y técnicas de enseñanza, los estilos de aprendizaje, los contenidos temáticos, el currículo formal y el oculto, entre otros, indican la imposibilidad de contar con un método único y exclusivo de aproximación al conocimiento del aula. Esto es el resultado de entender que el proceso de enseñanza aprendizaje es un objeto de estudio complejo, pero que el reconocer las herramientas teóricas y metodológicas emanadas de los análisis sobre este objeto permiten a quienes reflexionan a la luz de estos conocimientos los hechos acontecidos dentro de las aulas estar en posibilidades de mejorar resultados mediante el replanteamiento de las acciones emprendidas. Por lo tanto, entendemos que la investigación de los docentes es una de las herramientas necesarias para el logro de la calidad educativa.
Actualmente, se está dando mucha importancia a los métodos de investigación en donde el propio docente se convierte en investigador de su práctica docente. Esto se debe a que solo quienes aprenden a cuestionar sus acciones están en posibilidad de encontrar nuevas formas de emprender la tarea docente y ayudar a otros colegas a realizarlo. Al respecto Giroux menciona que es necesario que los profesores ejerzan la responsabilidad de plantear cuestiones serias acerca de lo que enseñan, sobre la forma en que deben enseñarlo y sobre los objetivos que persiguen. Esta situación implica que el docente debe educarse como un intelectual que impacte en el desarrollo moral e intelectual de la sociedad mediante una participación como académico y profesional activo y reflexivo que busca formas de pedagogía que traten a los estudiantes como sujetos críticos, lo cual les servirá como plataforma para transformarse en ciudadanos con el conocimiento, habilidades y valores adecuados para hacer frente a los retos de la sociedad de la información. ”De acuerdo con lo disertado hasta este momento es que nos promulgamos a favor de la formación científica del docente universitario tanto en su campo disciplinar como en lo referente a su profesión docente” (Giroux 1997).
Los profesores científicos utilizan en el replanteamiento de su acción los siguientes marcos referenciales interpretativos, los cuales han tomado fuerza en los últimos años, siendo estos: constructivismo, interaccionismo simbólico e interpretativo, etnometodología, análisis conversacional, etnografía, hermenéutica,
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