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Psicología, Piaget


Enviado por   •  27 de Agosto de 2014  •  1.101 Palabras (5 Páginas)  •  163 Visitas

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PIAGET: El lenguaje y el pensamiento en el niño.

Cap. 1: “Las funciones del lenguaje en dos niños de seis años”.

Es un problema de la psicología funcional resolver cuáles son las necesidades que el niño tiende a satisfacer cuando habla.

Si bien parece que el lenguaje sirve para comunicar el pensamiento, las cosas no son tan sencillas. Por el contario, a veces el lenguaje comunica hechos, órdenes o deseos, sirve para criticar, para amenazar, etc., o también existen casos en que los individuos hablan solos, monologando en alta voz, sin pretender comunicar nada. Esto comprueba la complejidad de las funciones del lenguaje y la imposibilidad remitir las mismas a una función única: la de comunicar el pensamiento.

El trabajo consiste en seguir a dos niños (varones) de seis años durante más o menos un mes, en la clase matinal de la Casa de los Pequeños del Instituto J. J. Rousseau, anotando cuidadosamente todo lo que decían los niños con el contexto, y numerando cada frase del sujeto. Una vez que el texto ha sido subdividido en frases se trata de clasificarlas en categorías funcionales elementales, las cuales se estudiarán a continuación.

Podemos repartir todo lo dicho por los dos sujetos en dos grandes grupos: egocéntrico y socializado.

Lenguaje egocéntrico

El niño no se ocupa de saber a quien le habla ni si es escuchado, sino que habla para sí, por el placer de asociar a cualquiera a su acción inmediata. Es egocéntrico porque el niño no habla sino de sí mismo, y porque no trata de ponerse en el punto de vista del interlocutor, no experimenta la necesidad de informarle verdaderamente algo. Puede ser dividido en tres categorías:

* La repetición o ecolalia: se trata de repetir sílabas o palabras, solo por el placer de hablar, sin la menor preocupación por dirigirse a nadie y ni siquiera por pronunciar palabras que tengan un sentido. Es uno de los últimos restos del balbuceo.

El niño pasa por una confusión en la que no sabe a quien imita y juega su propio juego como si fuera su propia creación. Esta imitación es perfectamente inconsciente. Las palabras lanzadas son captadas al vuelo como pelota y son repetidas a veces tal cual y a veces desencadenan monólogos en pareja.

* El monólogo: el niño no se dirige a nadie sino que habla para sí como si pensara fuerte. El niño habla cuando actúa, incluso cuando está solo, el lenguaje sirve tanto para acompañar sus movimientos y sus juegos con gritos y palabras, como para reemplazar mediante éstas a la acción. El chico de 6 años monologa aún cuando está con otros chicos, con el fin de acompañar a la acción en curso (no la de comunicar). Es común que el niño le tome el gusto a un monólogo hasta el punto de olvidar que está actuando y no hacer otra cosa que hablar.

A medida que nos alejemos de la primera infancia y nos acerquemos a la edad adulta es previsible que el monólogo vaya desapareciendo progresivamente.

* El monólogo colectivo: constituye la forma más social de las variedades egocéntricas del lenguaje infantil, ya que al placer de hablar agrega el de monologar ante otros y atraer su interés sobre su propia acción. Aquí el sujeto asocia a otro a su acción o pensamiento, pero sin preocuparse por ser oído o comprendido realmente. El niño tiene

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