Que Tipo De Alumno Soy

Ensayo final sobre el libro: “¿Qué tipo de alumno soy?” escrito por Dr. Hector Lerma

Este libro en lo personal me hizo reflexionar acerca de que tipo de alumno verdaderamente soy, me hizo reflexionar también acerca del aprendizaje que he tenido a los largo de todos estos años de escolaridad y qué es realmente el aprendizaje significativo, aquel que nos va a servir para aplicarlo a lo largo de toda nuestra vida y la importancia de una buena disponibilidad e intencionalidad en el estudio, así como la relevancia de una pedagogía aplicada correctamente por parte del docente para un buen proceso de enseñanza-aprendizaje.

El profesor Lerma nos habla en este libro de 6 distintos tipos de alumno con el que, él con su experiencia ha visto y clasificado acerca de diferentes características que presentan dichos alumnos, el fin de esta clasificación, como es llamada, el lector/dicente identifica en el libro sus propios defectos y aptitudes por desarrollar de acuerdo a cada tipo de alumno.

Este libro también nos habla del anhelo y el gozo, habla sobre la diferencia entre estos dos términos y su relación con el alumno y el estudio. “Porque anhelar es apetecer, pretender, querer algo con pasión; y el gozo es regocijo, embeleso, dicha vehemente.” Con estas palabras nos dice el doctor Lerma, que le sobresalta una extrañeza, nos dice que en toda su carrera y a lo largo de estos años de experiencia no ha visto un estudiante que salte de alegría al aprender ciertos temas que enseñan en la escuela, él nos dice que lo que enseñan en la escuela es importante y tiene valor, pero que desde luego ha visto alumnos muy entusiastas con respecto al estudio y también se dan casos de alumnos ilusos, que se prometen a si mismos hacer algo durante las vacaciones o durante un periodo de tiempo y no hacen nada. Por otro lado, nos habla de la educación y escolaridad, dice el libro que, al hablar de escolaridad sólo refiere a la formación que la perdona recibe de la escuela; ello sólo constituye un aspecto, una etapa de un proceso mucho mas amplio y complejo que es la educación, la educación es algo mucho mas complejo debido a que es lo que identifica al hombre dentro de una sociedad, es la formación a la vida y es vital.

También se habla de la relación entre escolaridad y trabajo, nos dice que es importante que una persona durante su escolaridad adquirir cultura del orden, constancia, honradez, el sentido de la responsabilidad, entre otras cosas, en el área laboral que escoja le va a ser más fácil desempeñarse mejor; esta es una de las causas por las que se dice que la escuela es formativa, forma personas debido no solo a conocimientos, aptitudes y habilidades, sino suscita al alumno cientos de hábitos positivos que son necesarios para su vida futura. Es de suma importancia adquirir estos valores y hábitos, ya que nos servirán para toda la vida y en todas nuestras relaciones, ya sean laborales, sentimentales, sociales, etc.

1.- el alumno teflón

El alumno teflón es aquel que es distraído, disperso y luce somnoliento siempre, seguido no entiende clases, se aburre y por consecuente distrae a los demás compañeros, no interviene en la discusiones de clase, es locuaz y explosivo, no tiene interés por lo que dice el profesor y sus propósitos de cambiar son muy vagos y duran poco.

Esta clase de alumno tiene gran capacidad de disimulación, es decir, con sus padres y la sociedad en general, de ponerse a estudiar, pero en realidad su falta de hábitos y sus problemas de concentración son obstáculos grandes para que este alumno pueda aprender. También esto es un obstáculo para el “bien pensar”, nos dice el profesor Lerma. Para él el “bien pensar” es un medio para el progreso moral y cultural, se desarrolla la capacidad de analizar, de pensar y ampliar la percepción acerca de los problemas, ayuda a no cuestionar las aseveraciones de la autoridad sin razón ni argumentos, también ayuda a tener interés por un asunto o problema, es decir, aumenta la motivación, y nos brinda información pertinente acerca de una materia y de métodos fidedignos para obtener información una vez evaluada.

Algunos factores que provocan la falta del “bien pensar” y de ser un alumno teflón, son la pigritia (pegricia) o pereza y la neurastenia, esa frivolidad o voluntad fría de hacer caso omiso de lo que se les pide, es la apatía llevada a los extremos.

Es importante desarrollar la voluntad y los buenos hábitos para combatir este tipo de pereza mental por aprender y educarse.

2.- el alumno esponja

El alumno esponja es aquel que tiene buena capacidad para el aprendizaje y que normalmente cae en la autosuficiencia. Todo lo deja para después y por si fuera poco este futuro, nunca llega.

El alumno esponja puede pasar días, semanas o incluso meses sin hacer los pendientes, en la completa vagancia y un día antes del examen final le cae el 20 y se encierra en su cuarto a estudiar todo lo del semestre sin haber siquiera leído un poco sus apuntes durante todo éste.

Por horas y horas se encarga de esquematizar, memorizar y leer todo lo que no hizo el semestre; al llegar al examen con un terrible “desvelo de estudio” memorizó todo y lo único que desea es que sea el examen para dejar todo su “conocimiento” (adquirido una noche anterior) ahí. Y eso es lo grave que al memorizar solamente los conceptos, etc. no aprende nada y nada se queda en su mente.

Algunas malas actitudes de este tipo de alumno causa de los malos resultados en el trabajo escolar (y en el laboral más tarde) se dan el victimismo, la arrogancia, la indiferencia y la rutina.

Hay personas que ven el estudio como un castigo divino e injusto, algunos otros caen en tal arrogancia que no les permite ver realmente su situación académica; otros que caen en la rutina y se llenan de fatiga y falta de

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