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RESUMEN PSICOPATOLOGÍA. Janín: el sufrimiento psíquico en los niños. Diagnósticos en la infancia

vickystreitenberResumen22 de Noviembre de 2019

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RESUMEN PSICOPATOLOGÍA.
Janín: el sufrimiento psíquico en los niños.
Diagnósticos en la infancia

Es muy importante detectar dificultades tempranamente para poder operar sobre ellas, lo cual es diferente a colgar un cartel. Desde el psicoanálisis, se trata de delimitar cuáles son las determinaciones, que conflictos están en juego y qué defensas se han estructurado en el niño.

Las dificultades con la que nos encontramos son efectos que involucran a varios sujetos y en los que las defensas en juego son anteriores a la estabilización de la represión. Se diferencian entonces: Trastornos en la constitución del aparato psíquico. Dificultades en la subjetivación, incluyen a varios individuos y son efectos de movimientos defensivos, deseos contradictorios, identificaciones, prohibiciones; y los síntomas neuróticos, determinados por un conflicto intrapsíquicos, productos de la transacción entre lo reprimido y la represión. Lo reprimido retorna, desde el niño, en forma de síntoma o en funcionamientos que esbozan el armado.

Hablar de niños en psicoanálisis es hablar de estructuración subjetiva. Remite a la sexualidad infantil, a las primeras inscripciones y al acceso a la cultura. Sin desconocer la importancia de los grandes cuadros, es fundamental pensar en las fallas en la estructuración del psiquismo. Un mismo trastorno o síntoma puede aparecer en estructuras psíquicas muy diferentes. No hay correlación entre el síntoma y la estructura.

El aparato psíquico no está constituido de entrada. Las pulsiones sexuales, el yo, las defensas, el superyó y el ideal del yo se constituyen en una historia vincular. Se nace con la tendencia a descartar todo aquello que perturba. Ese psiquismo es marcado por vivencias de placer que dejan rastros, que son las huellas mnémicas. Esto puede ser vivenciado diferente de acuerdo con el momento de estructuración psíquica, con la historia previa y el estado anímico. Las primeras representaciones son inscripciones que se enlazan. Se abren caminos de deseos. La constitución de redes representacionales está posibilitada por el sostén de otro que puede construir un espacio psíquico para él. Debe ayudarlo a traducir las primeras inscripciones en otras lógicas.

El niño construye sus circuitos de pensamiento, en relación con el funcionamiento psíquico de quienes lo rodean. Si los adultos pueden metabolizar sus pasiones, tolerar sus angustias y contener al niño, le irán dando un modelo que les posibilitará pensar. En la medida que el niño se va pensando a sí mismo como alguien y puede armar una representación de sí, a partir de la imagen que le dan los otros, esto va a actuar inhibiendo la descarga directa, la defensa patológica.

Hijo que se constituye como yo ideal se hace soporte del narcisismo de los padres. Sería imprescindible que el niño pueda ir tolerando fracturas del narcisismo, q son imposibles si los padres no pueden soportar la caída de “su majestad”.

Con el naufragio del Complejo de Edipo, la represión primaria culmina, el superyó se restaura, el yo se constituye como yo de realidad definitivo. Los padres siguen operando como figuras reales. No todo está determinado en la infancia, la pubertad es un momento reorganizador y trae sorpresas.

Pensar en la psicopatología infantil lleva a reflexionar sobre las condiciones socio-culturales en las que se gesta dicha patología y también sobre qué es considerado patológico en cada época. Algunas de las características de nuestra época que inciden en la construcción de la subjetividad son: el temor a la exclusión (alguien que es ubicado tempranamente en el lugar de fracaso se le complica remontar ese destino); la intolerancia frente al sufrimiento y la carencia de espacios para procesar el dolor (rápida superación); la desvalorización del juego (que debería ser el medio para que desplieguen sus potencialidades creativas) y la prevalencia de la imagen (televisión y videos los dejan como espectador pasivo frente a estímulos rápidos e incontrolables. Y sustituyen a los relatos, que posibilitan un tiempo de reflexión y de preguntas).

Introducción a la psicopatología (Mazzuca).

Psicopatología: Surge a fines del SXIX, principios del SXX por la intersección entre el Psicoanálisis y la Psiquiatría. Plantea que lo que interesa cuando vamos hacer un diagnóstico es a nivel de estructura no los síntomas. Si bien esto fue posible gracias al psicoanálisis  hay que reconocer el gran esfuerzo de la psiquiatría. Tuvo 3 momentos:

1- FUNDACIÓN: Ubicamos a la figura de Pinel y Esquirol, inventor del hospital psiquiátrico. Clasificaban los síntomas y  hacían una descripción detallada de lo que se observaba. Dispositivo principal era el encierro.

2- TRANSICIÓN: Se incorpora el método clínico. Una enfermedad está determinada por varios parámetros (evolución, etiología, lesión). Surge la teoría de las localizaciones: enfermedades mentales localizadas en alguna parte del cuerpo.

3- CULMINACIÓN: Se incorpora la clasificación estructural que la psiquiatría se había propuesto y solo lo logra a gracias al psicoanálisis.

En cuanto a lo normal y patológico dentro de la Psicopatología:

  • Lo normal: en el psicoanálisis no se usa, es relativa, ajustada a reglas sociales. Se usa en psicopatología para lo normativo (es más normal el humano ajustado a las normas de su cultura). Lo normal es no estar fijado a uno o más síntomas. No se entiende normalidad como acceder a algo universal porque el deseo es singular.
  • Lo patológico: tampoco se usa en psicoanálisis pero sí en Psicopatología. Algunos consideran que vienen de fuerzas internas (acto de la madre, padre que se instaló en él) y otros de fuerzas externas.

La enfermedad es concebida como la ruptura del equilibrio, de la armonía. Es imposible establecer una noción univoca de salud y de enfermedad porque estos conceptos tienen un fuerte componente ideológico (político, económico y moral). Se estudian los desencadenantes (no causas) de los mismos. No hay diferencias entre los procesos que llamamos normales y aquellos que llamamos patológicos ya que son de la misma naturaleza, la diferencia entre unos y otros es solo cuantitativa: la enfermedad tiene que ver con los síntomas que se repiten y rigidizan, es decir, por la cantidad y cómo afecta las esferas de  la vida de la persona (familia, trabajo, pareja). Cuando uno intenta dar una definición científica de salud y enfermedad en realidad está dando una definición moral, es decir que corresponde a un sistema ético. Es importante articular esta cuestión de la ética del psicoanálisis con las otras éticas, para poder comprender su trayectoria. El psicoanálisis entonces sería el acceso a ubicarse en cierta posición moral.

La ética del Psicoanálisis (ética del deseo): No es una ética de goce;  se ajusta al imperativo categórico de Kant en el sentido que busca poder ubicar como categoría el deseo que mueve al sujeto. La ética del deseo se ajusta al principio de realidad y no considera el goce, ya que esto sería equivalente al no deseo o la muerte. Según esta ética, el deseo es el motor del aparato psíquico, hay que dejar que fluya y está controlado por el principio de realidad. Se desea cuando falta, no cuando hay.

En cambio las demás éticas son las siguientes:

  • La ética hedonista, que ubica el placer como meta, como objetivo y como principio máximo que debe regir la conducta del sujeto. Freud destaca que este principio de placer es incapaz de mantener en vida al organismo, siendo fundamental el principio de realidad. Principio de placer: evitar displacer y procurar el placer // Principio de realidad: tolerar displacer a largo plazo, posponer satisfacción.
  • La ética de bienes, de Aristóteles: plantea la contemplación como el bien supremo, y que la vida debe estar dedicada a la sabiduría, la naturaleza y el arte ya que de ese modo se consigue la felicidad.  Por el contrario, Freud dice que el malestar en la cultura es eliminable dado que el bienestar y la felicidad no son absolutos sino que se alcanzan por momentos.
  • La ética de Kant, que plantea que la ética de bienes no produce bienestar (felicidad). Esta se rige por el imperativo categórico que implica obrar en nuestra búsqueda del sentido de la vida, como si lo que deseamos para nosotros lo quisiéramos como máximo universal.
  • La ética sadiana, en la que lo que está ubicado en el lugar del imperativo es el goce. Es una ética del mal, que plantea el imperativo de gozar y busca el bien absoluto. En ella se incluye el sadismo y el masoquismo.
  • La ética utilitarista, que es predominante en nuestra cultura y ubica la cuestión del bienestar a escala social (es decir, a nivel de la mayoría). El capitalismo tapa los síntomas, los reprime y lo que busca el psicoanálisis es ponerlos a trabajar.

Cada ética tiene su discurso que es una forma de ubicarse en el mundo. Discursos de Lacan:

  • Del amo: es el discurso del poder, completo, ya que se tienen todas las respuestas y todo lo puede. Toma al otro por objeto. Internamente es más esclavo que su esclavo.
  • Científico: discurso cognitivo. La ciencia se convierte en el amo ya que está por arriba de todo.
  • Histérico: discurso del eterno insatisfecho, busca un amo que tenga el poder que ella no tiene, se muestra incompleta y busca que la completen.
  • Analista: discurso que se abstiene a caer en la trampa de la histeria. Le da al sujeto la palabra, opuesta a toda voluntad de dominio. Está del lado de Kant pero con principios psicoanalistas (ética del deseo).

El estudio de la patología es un camino privilegiado para el acceso y el estudio de fenómenos normales. La cura psicoanalítica no se trata de un cambio de estructura ni tampoco suprime el síntoma. El psicoanálisis explota el síntoma, lo hace producir; piensa al síntoma como formación sustitutiva deformada que implica retorno de lo reprimido. Sin síntoma no sabríamos nada del deseo y este deseo sería reprimido (fantasma). Muchas veces pasan a ser síntoma muchísimas cosas que antes no se nombraban como tal. Para que se hable de síntoma el sujeto debe tomar conciencia de este síntoma y generarle incomodidad, sentirlo como un cuerpo extraño. El síntoma no se cura, aparece en otro lugar, sigue habiendo síntomas después de la curación. A partir del síntoma se trabaja para llegar a la angustia, es un puente para llegar a “a”.  Ubicado en lo simbólico.

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