Racionalidad Condicionada

La decisión es definida por las elecciones que llegan a ser Racionales.

Introducción

Cuando se pretende entender la racionalidad en cuanto a las elecciones y decisiones que toman los individuos, primero surge la necesidad de identificar y definir el tipo de individuos que se analizaran y en torno a los cuales nos basaremos para identificar el tipo de elecciones y decisiones que toman.

Como segunda instancia buscaremos un marco de referencia sobre el cual basar nuestra definición de racionalidad e identificar si las elecciones y decisiones de los individuos toman en cuenta estos preceptos, además de analizar la lógica y los deseos ocultos que pueden existir detrás de una elección o decisión.

Luego de entender como la racionalidad, la lógica, deseos, creencias, emociones y además el contexto en el que surgen dichas formas de elecciones, se pretenderá identificar si los individuos actúan de manera acorde a su pensamiento y establecen una decisión teniendo en cuenta todo lo anterior o si su decisión llega a ser modificada por otros “factores” y como para finalizar se pretenderá dictar alguna conclusión.

Buscando la cabeza del Ancla

Al definir al individuo encontramos que este nos proporciona en nuestro análisis la unidad más pequeña y simple de los complejos sistemas sociales y también es la fuente de la cual los mismos se establecen y organizan . Dado lo anterior el individuo; es presentado como un ser humano, que no es un elemento previamente diseñado y preestablecido si no que, muy por el contrario, es una persona capaz de aprender, de recibir conocimientos, de adquirir capacidades, fluyente de emociones, y capaz de desarrollar cultura.

Colorario a lo anterior el Individuo nos servirá como el motor de nuestra búsqueda a la hora de entender el porqué de sus elecciones y si estas pueden o no ser vistas y analizadas desde las diferentes perspectivas de racionalidad como las que definiremos a continuación además de encontrar una respuesta a la hora emitir el juicio si las elecciones del individuo dado su comportamiento lo llevan a tomar decisiones racionales o no, además de ver qué tanto de esto es viciado por elementos externos a él o inherentes al mismo.

Anclándonos a Tierra

Nos queda determinar entonces el entorno en el que se desarrollara y en los marcos de referencia a utilizar para juzgar sus elecciones y posteriores decisiones en cuanto si estas son conformes o no al marco de referencia y lograr el entendimiento de por qué o cuando surgen los conceptos de racionalidad o irracionalidad en los individuos en cuanto a dichos marcos y entornos.

En primera medida utilizaremos la forma o definición de Jon Elster en cuanto a racionalidad el cual nos presenta su racionalidad bajo 2 perspectivas; 1) Las acciones del individuo depende de dos variables, Sus propios deseos o enmarcados como sus “preferencias” y a su vez depende de las oportunidades para realizar dichas acciones, o del tipo de restricciones a las que tengan que enfrentarse en términos económicos, para concluir la consecución del mismo.

Sin Embargo las oportunidades, lo que buscan determinar es lo que el individuo cree que obtener al realizar la acción, además de entender que los deseos están mancomunados a las oportunidades y se genera un vínculo de atracción recíproca.

Entonces según lo Anterior para que una elección pueda determinarse o entenderse como racional se deben cumplir dos condiciones:

1. Debe existir aquello que es llamado racionalidad Creencial: creer en un cierto estado de cosas, demostrando que esa creencia este óptimamente justificada.

2. El óptimo Teleológico: Mostrando que la acción o consecución de las elecciones y sus respectivas decisiones deben ser el mejor medio para alcanzar el deseo.

Quedando demostrado que este tipo de racionalidad esta explicada en términos del individuo y no buscando expandirla hacia el colectivo o la injerencia de un tercero, Mas cuando exista la injerencia del tercero se puede incluir un tercer aspecto y es que todo llegaría a depender en este caso de las preferencias colectivas .

Mostrando que más no es mejor sin confusión

Como ya logramos definir el agente que se utilizara y el contexto en el que se desarrollara nuestro individuo además de haber logrado entender el concepto de racionalidad que utilizaremos veamos qué tipos de sesgos o deseos ocultos pueden nublar las elecciones y futuras decisiones del individuo.

Al adentrarnos en las elecciones, el individuo tiene la sesgada visión de pretender y querer mantener la posición sobre el número óptimo de opciones a tener en cuenta en el momento de sus elecciones y futuras decisiones, la lógica nos indica que a mayor número de opciones se tendrá un mayor conocimiento sobre la elección y dicho conocimiento nos permitirá una elección optima lo que se traducirá en una decisión más que acertada, sin embargo dicho principio no parece aplicar al campo de la economía; ya que en la economía se parte del concepto de información asimétrica; ya que la información no es perfecta y no existe un completo panorama sobre nuestras elecciones la lógica de a mayores opciones pierde todo su fundamento. Más aún si le sumamos que en el cerebro al existir un número estímulos superior al que este puede manejar este termina saturarse; todo lo anterior puede demostrarse mediante los análisis de Dan Ariely y Henrik Grossmann; los cuales demostraron;

1. Que los individuos al enfrentarse a un número entre 2 opciones o superior a hora de la toma de decisiones tienen a desviarse debido a que no logran encontrar una relación de causalidad o de dualidad y terminan desenfocados cayendo ante la indecisión o irracionalizacion de sus propias ideologías, creencias, emociones y demás, dejándolos a merced de los oscuros deseos que terminan tendiéndonos una trampa y caemos en la irracionalidad.

2. Al intentar los individuos de mantener las opciones abiertas y de permanecer receptivos a múltiples opciones esto nubla o distrae a los individuos para identificar como y que tipo de elección elegir, porque las complicaciones no solo están en la multiplicidad de opción, ya que si las personas nos vemos abocados a un mar de libertades o de diversas opciones seres prisioneros de nuestras propias libertades como se demuestra en el libro “El miedo a la libertad” del Filósofo Erich Fromm, al vernos en una vertiginosa abundancia de oportunidades, no terminamos enfocándonos en ninguna y en la tentación de mantener dicha lluvia siempre fluyendo

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