Tendencias Actuales en la Gestión del Talento Humano

Universidad Externado de Colombia

Maestría en Gestión Humana y Desarrollo Organizacional

Clase: Tendencias estratégicas aplicadas a la Gestión Humana

Dayana Carolina Lago Felipe

15 de noviembre de 2019

Cómo las tendencias globales de RRHH pueden influir en la gestión de las empresas colombianas

Desde el año 2018, se ha identificado el auge de un nuevo tipo de organización: la organización social. Esta, cuya misión combina crecimiento económico con el desarrollo de las personas y el entorno, es una organización que asume la responsabilidad de ser un “buen ciudadano” tal como lo define Deloitte (2019). También establece en su estudio que las presiones que han impulsado el auge de la empresa social se han agudizado aún más en este año. Aspectos como la transformación digital de la actualidad, demanda a las organizaciones una adaptación más rápida y una fuerza laboral más diversa. Exigen también lideres que puedan asumir la dirección de este tipo de empresas, considerando todas las necesidades que trae consigo este modelo cada vez más orientado a personas.  (Volini, E., et al., 2019).

Este tipo de empresas ha ido surgiendo a medida que el interés de la sociedad en generar impacto social, en diversidad, equidad, medio ambiente, se ha vuelto tan importante como generar buenos y llamativos productos. La satisfacción del cliente hoy en día está determinada también por el aporte que él, como cliente de determinada empresa, puede hacer a la sociedad al consumir sus productos o servicios. Cada año este factor va a ir cobrando más importancia, lo cual ha sido evidente en las tendencias de estudios en esta materia. En los estudios de Deloitte (2019) el impacto social tuvo un 34% de priorización como factor de evaluación de éxito. Fue el más citado por los encuestados para medir el desempeño anual (Volini, E., et al., 2019).

En este orden de ideas, se ha vuelto necesario para las organizaciones actuales, en especial aquellas que ya llevan décadas posicionadas en el mercado, reinventarse y dirigirse hacia este enfoque de empresa social. Se ha identificado que trabajar con propósito y orgullo, generar bienestar social, tomar decisiones basadas en principios éticos, de transparencia y de justicia organizacional, fomentar la pasión y el sentido de crecimiento personal, construir equipos de trabajo cohesionados, con fuertes vínculos emocionales. Así, la productividad, la imagen corporativa y, por lo tanto, el éxito del negocio, tendrán más garantías y más oportunidades de incrementarse en la empresa.

Ahora bien, cada época trae consigo dificultades que se deben enfrentar. En este momento las enfermedades mentales han incrementado sus índices de incidencia y prevalencia a nivel mundial. En gran parte esto puede atribuirse a las nuevas formas de trabajo, a que las personas trabajan más horas, pero también se les exige más. Se vive una época en que la información viaja a tal velocidad que los trabajadores, para innovar y mantenerse en vanguardia, deben hacer grandes esfuerzos por mantenerse conectados a la esfera digital, a los medios de comunicación y fuentes de información. Mantenerse actualizado hoy en día es un gran reto; es un reto de alta demanda mental y emocional, que incrementa el riesgo de fatiga el cual, a su vez, abre las puertas para el desarrollo de patologías relacionadas con la ansiedad y la depresión, por ejemplo.

Por todo lo anterior, organizaciones como la OIT y la OMS han identificado la importancia de ejercer medidas de control que cuiden la salud de los trabajadores y con ello han motivado a las organizaciones a focalizar su atención en estas problemáticas de estrés y salud mental. Se dispone entonces en el Plan de Salud Mental 2013-2020, metas para que tanto los gobiernos como las organizaciones a nivel mundial, implementen nuevas estrategias de prevención de los riesgos laborales que afectan la salud mental por lo que establece que “La buena salud mental hace posible que las personas materialicen su potencial, superen el estrés normal de vida, trabajen de forma productiva y hagan aportaciones a su comunidad.” Algunas organizaciones se han identificado con esta necesidad y han adaptado sus condiciones de trabajo a formas y prácticas laborales más saludables. Sin embargo, han sido pocas las que se han sumado a tal compromiso. (Organización Mundial de la Salud, 2013)

Ahora, las organizaciones que, si han visto ventajas en orientar su modelo hacia las personas y el bienestar y que en los últimos años han ido más allá al generar un bienestar también de impacto social en la comunidad y en todos sus grupos de interés, son organizaciones que han podido atacar este problema de salud mundial y que en el proceso, han obtenido resultados a su favor.

Estas se han convertido en referentes dentro de sus sectores económicos y, por lo tanto, en lugares para trabajar altamente deseados por la fuerza laboral del mundo. Lo que, a su vez, a ayudado a que éstas atraigan y retengan talentos que, además de estar comprometidos con su carrera, han aprendido a estar comprometidos con una organización que cuida de ellos y les brinda beneficios más allá de los económicos y que también, han aprendido a cuidar también otros ideales que permiten mejorar el mundo en el que vivimos.

Como es posible concluir de esto, dichas organizaciones se han convertido en referentes en el mercado y han incrementado su competitividad y éxito. Como ejemplo de estas organizaciones se pueden encontrar aquellas evaluadas y enlistadas por la firma Great Place To Work, para 2019: Cisco, Hilton Worldwide, Salesforce, DHL Express, EY, SAP, Stryker Corporation, Roche, Mercado Libre, Scotiabank, Atento, Natura, entre otras. Son organizaciones que han marcado la diferencia y que buscan el bienestar social con carácter tanto intra como extralaboral (Great Place To Work, 2019).

Lo que todas estas organizaciones comparten en común es que en cada una de ellas se presentan buenas prácticas organizacionales que van más allá de los beneficios y las compensaciones mínimas que debe recibir un colaborador para su bienestar. Son ambientes laborales genuinamente preocupados por atender las necesidades de sus colaboradores. Son ambientes que conocen y entienden a su población y que generan un valor agregado con su funcionamiento, tanto a sus colaboradores, como a la comunidad y aun más importante, al mundo. De manera que son organizaciones que tienen una imagen corporativa muy favorable y que se refuerza en la cultura organizacional (Great Place To Work, 2019)

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