Teorias del desarrollo cognitivo

Etapa

Edad

Características

Sensorio motriz

0 - 2

Esta sucede entre el momento del nacimiento y la aparición del lenguaje, expresado en oraciones simples, se define por la interacción física con el medio ambiente, el desarrollo se expresa a través del juego experimental que también puede vincularse a ciertas experiencias que surgen al interactuar con personas, objetos o animales. Según el psicólogo, el hecho de que los bebés en esta etapa estén en la etapa sensoriomotora, donde sus necesidades son satisfechas a través de su propia comunicación con el entorno, está relacionado con lo que él llama "comportamiento egocéntrico", enfocándose en sí mismos y no en la perspectiva de los demás. Piaget dijo que el comportamiento o lenguaje egocéntrico aparece como la expresión de las funciones simbólicas recién adquiridas por un niño.

Es también la etapa en la que emerge un aspecto importante de la mente humana: la permanencia del objeto, comprendiendo que los objetos y eventos existen independientemente de si se perciben o no, ósea saber que un objeto sigue existiendo por muy oculto que esté.

Hay respuestas de carácter involuntario y automático ante un estímulo, por ejemplo, la tendencia del bebé a cerrar el puño al contacto de un objeto con la palma de su mano

Durante los primeros meses de vida, el bebé repetirá movimientos corporales que le resulten agradables.

El bebé también ejecutará repeticiones para resolver problemas, como encontrar un objeto que perdió de vista.

Ejecución de acciones intencionales para lograr una meta, como quitarse la sábana de la cara, descubrir un objeto oculto, etc.

Surgen las primeras palabras que luego darán origen a oraciones básicas.

Preoperacional

2 - 7

Los niños comienzan a adquirir la capacidad de ponerse en el lugar de los demás, por lo que son capaces de actuar y hacer juegos de roles. A pesar de este cambio, el egocentrismo persiste de alguna manera y, como resultado, existe dificultad para acceder a pensamientos o reflexiones más complejos. En esta etapa, los niños aún no son capaces de realizar las operaciones mentales complejas que sí pueden realizar los adultos, por lo que Piaget también habla del llamado “pensamiento mágico”, que se deriva de la manera simple e intuitiva que hacen los niños cuando intentan entender cómo el mundo funciona.

Comienzan a comprender el lenguaje metafórico de los cuentos infantiles, aunque no existe una clara separación entre lo real y lo fantasioso.

Hay una mayor riqueza del vocabulario y las oraciones son más largas y complejas. También pueden expresarse creativamente a través del uso de colores, dibujos, etc.

No se ha desarrollado la empatía ni la consciencia para comprender otras necesidades, son incapaces de ver una situación desde el punto de vista de otra persona.

Las reacciones del niño y la solución de problemas no están guiadas por la lógica, sino por la imitación.

Los niños se concentran solo en un objeto o en una situación a la vez y presentan dificultades para centrar sus pensamientos en problemas que involucren a otras personas.

Los pequeños creen que todas las cosas que ven en la naturaleza como, por ejemplo, las nubes o los árboles, son creadas por el hombre.

Creen que los objetos, como juguetes o utensilios de la casa, poseen sentimientos e intenciones humanas.

Al empezar este período es habitual que jueguen junto a otros niños, pero no con ellos.

En esta etapa preoperacional a los niños les gusta asumir otros roles e, incluso, se inventan amigos imaginarios.

Operaciones concretas

7 - 11

El niño ha adquirido la suficiente maduración biológica para empezar a operar a través de reglas, es decir, un pensamiento lógico que ya no necesita tanto de una manipulación física.

Permite una reflexión mucho más flexible, no basada únicamente en las apariencias de los objetos.

En este momento los niños se encuentran lo suficientemente maduros como para emplear la lógica y sus reglas para llegar a conclusiones.

Aún no son capaces de pensar de forma hipotética, por lo que solo pueden aplicarlas a elementos físicos.
No diferencia entre un minuto y una hora.

La clasificación es la habilidad que permite catalogar los objetos según sus características.

Los niños son capaces de hacer relaciones espaciales, esto le permite interpretar un mapa, ir y venir de la escuela, estimar cuánto tiempo se emplea para ir de un lugar a otro y recordar la ruta y los puntos de referencia que existen en un camino.

Formar juicios de causalidad, por ejemplo, el niño sabe que los objetos colocados en cada lado de una balanza afectarán la inclinación de esta.

Pueden contar mentalmente y de manera ascendente.

Disminución del egocentrismo, los niños pueden pensar sobre las cosas de la manera en que los demás las ven.

Operaciones formales

11 en adelante

Esta etapa de desarrollo cognitivo comienza a los 11 años coincidiendo con los cambios físicos, biológicos y emocionales de la adolescencia.

El pensamiento del preadolescente ya es mucho más científico, y por lo tanto, puede hacer razonamientos más complejos.

Culmina este proceso de conocimiento de lo real y comienza el proceso de comprensión de lo que no es, pasa a ser una parte de ese todo, en el que ahora incluye también lo que no es. Se pregunta porqué No es, duda de lo que Es.

Comienza a pensar en la posibilidad de que lo que Es o no realmente y que lo verdaderamente real es lo que hasta ahora ha tenido como imposible.

Elabora hipótesis propias en las que lo aprendido hasta ahora no es el todo.

Explora posibilidades preguntándose ¿por qué? ¿Será? ¿Podré?

Ganan la capacidad para utilizar una lógica que les permite llegar a conclusiones imprecisas que no están ligadas a casos concretos.

El individuo tiene una mayor capacidad para abordar problemas de manera más sistemática y organizada.

Se inicia el proceso de identidad, el niño va seleccionado aquellas cosas con las que se siente identificado como pasatiempos, gustos, formas de vestir, pensar y relacionarse, etc.

Continúa el pensamiento egocéntrico ya que como toda gira en torno a la percepción de la realidad del individuo, es mucho más sensible a la crítica y al rechazo.

En esta etapa, el preadolescente ya utiliza mucho más la lógica que apareció en etapas anteriores para llegar a conclusiones no solo físicas sino también indeterminadas, es decir, que no están ligadas a situaciones que haya podido comprobar de forma experimental o directa con sus manos.

Este pensamiento es una estrategia mental que se fortalece a esta etapa y que por lo tanto en un desarrollo formal, ya utilizará el adolescente y también el adulto durante toda su vida.

Lógicamente, también utilizará estrategias aprendidas anteriormente, dependiendo de la situación con la que se encuentre, pero al menos tendrá muchas más opciones a la hora de escoger qué estrategia le sirve en cada caso para poderlo resolver de la mejor manera.