Tratamientos no farmacológicos para controlar el “TDAH”

UNIVERSIDAD VERACRUZANA[pic 1]

Facultad de psicología

Experiencia educativa: Taller de lectura y redacción.

Tema: Tratamientos no farmacológicos para controlar el “TDAH”.

Catedrática: Carla Elia Juárez Bermúdez.

Autores:

• Karelly Guadalupe Islas López.
• José Manuel Lima Rivera.

Grupo 101

Fecha de entrega: 20 de Noviembre de 2018

INTRODUCCIÓN

El presente ensayo describe sobre el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH), en infantes de entre 5 y 6 años de edad, lo cual afecta el entorno educativo y social del niño.

El tema es de vital importancia debido a que en ocasiones tanto padres como profesores consideran que los niños carecen de un control, provocando que dichas autoridades los ignoren o reprendan.

Lo preocupante de este trastorno es que el profesor no le presta atención al educando por lo ya mencionado, y a consecuencia de ello su rendimiento escolar es deficiente, ocasionando que tenga problemas en su aprendizaje.

El TDAH afecta al niño en el ámbito educativo, ya que, no aprende de la misma forma o al mismo tiempo que sus compañeros. Mientras que en el ámbito social es afectado debido al aislamiento que sufre el individuo a consecuencia de su comportamiento hiperactivo. Los niños con TDAH tienen dificultades especiales para el aprendizaje de los contenidos curriculares, pero también lograr una integración en grupo, por ejemplo: aproximadamente entre un 25 y 30% de individuos con este trastorno tienen problemas con las áreas de lectura, escritura, matemáticas y coordinación motora (Salas, 2006).

Algunos de los síntomas que se presentan en el TDAH son: impulsividad y falta de auto control, muchas veces responde antes de pensar, tiende a estar moviendo pies y manos, se introduce cosas a la boca, se lanza en actividades peligrosas sin prestar atención a los riesgos y se sobre excita con facilidad.

Este trastorno es causado por la falta de dopamina que transmite los mensajes sensoriales, es decir, cuando el individuo se concentra, aparentemente el cerebro libera neurotransmisores adicionales, lo cual permite enfocarse en una cosa a la vez bloqueando los estímulos  competitivos.

A pesar de que este trastornó tiene que ver con las funciones neurológicas del cerebro no depende totalmente de un tratamiento farmacológico, también pueden ser utilizados algunos tratamientos no farmacológicos por ejemplo: la terapia de conducta, terapia cognitiva, entrenamiento en habilidades sociales (EHS). (Rief, 2002)

Y no solamente se les tienen que aplicar algún tipo de tratamiento a los niños, también los padres y profesores necesitan algún tipo de orientación; en este caso de los padres, un Entrenamiento para Padres (EP), y con respecto a los educadores es necesario realizar intervenciones a nivel escolar, que es muy parecido al EP.

DESARROLLO

El TDAH tiene un impacto importante en el desarrollo psicológico de los niños afectados e interfiere en su funcionamiento social, emocional y cognitivo, perjudicando su calidad de vida, a través de serias dificultades en las actividades de la vida diaria, trayendo como consecuencia otros trastornos como la depresión y la ansiedad. (Troncoso, 2013)

Afecta a más del 5% de los niños en el mundo, dicho trastorno es más frecuente en infantes del sexo masculino, ya que, por cada dos niños una niña padece de TDAH.

Los síntomas de este trastorno psiquiátrico surgen antes de los siete años y suelen mantenerse a la vista como un mínimo de 6 meses, no todos síntomas se presentan de igual manera, el TDAH tiene tres síntomas nucleares, los cuales son:

• Déficit de atención; es más frecuente en infantes del sexo femenino y afecta el rendimiento escolar, debido a que no prestan la debida atención en las actividades a realizar.
• Hiperactividad/Impulsividad; los niños que presentan este síntoma nuclear suelen ser agresivos, lo que provoca que tengan problemas en el ámbito escolar y social.
• Combinado (Déficit de atención, Hiperactividad e Impulsividad); es el síntoma más común y el más difícil de tratar, debido a que el infante presenta un comportamiento sumamente agresivo y pone hasta en riesgo su integridad física, ya que, no mide las consecuencias de sus actos además afecta todos los ámbitos en general del niño que son el escolar, social y familiar.

El trastorno por déficit de atención con hiperactividad, es el trastorno psiquiátrico más prevalente en la edad infantil-juvenil, y tiene un gran impacto sobre el desarrollo psicológico de los niños afectados. Aunque su eficacia está comprobada, el uso de la medicación para el TDAH tiene varia limitaciones, y las intervenciones no farmacológicas se consideran un componente necesario del tratamiento. (Troncoso, 2013)

Las intervenciones no farmacológicas que han mostrado evidencia científica sobre su eficacia se dividen esencialmente en dos grupos: intervenciones psicológicas y psicopedagógicas.

Algunas intervenciones psicológicas utilizadas son:

Terapia de conducta; La terapia de conducta prevé el uso de recompensas y reforzamientos positivos para impulsar al paciente a poner en práctica algunos cambios determinados en su conducta y mejorar el control de la actividad motora, la impulsividad o la atención.  (Troncoso, 2013)

A través de un análisis funcional de la conducta del niño que permite identificar los factores que están manteniendo la conducta inadecuada, se delimitan los comportamientos que se desea cambiar, se analizan las contingencias acorde con los objetivos propuestos, planificando un programa de reforzamientos. Los reforzamientos positivos pueden incluir alabanza, la atención positiva, recompensas y privilegios, lo que provocará que el infante se sienta a gusto y poco a poco tomé el control de su mente para poder realizar cualquier tipo de actividad sin distraerse.

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