Zona de confort

ZONA DE CONFORT

En psicología se describe la “zona de confort” como un estado mental donde la persona utiliza conductas de evitación del miedo y la ansiedad en su vida diaria, utilizando un comportamiento rutinario para conseguir un rendimiento constante sin asumir ningún riesgo, es decir, pone su vida en modo “piloto automático”.

En mi caso, después de ver este vídeo me ha hecho reflexionar sobre las siguientes directrices de mi vida. Desde mi punto de vista, mi zona de confort estaba definida con un trabajo estable relacionado con mis estudios, con un buen horario y cerca de casa. Podríamos decir que me hubiera podido conformar con esta vida y no salir de mi zona de confort, pero en el ámbito laboral y académico no me sentía plenamente realizada, tenía otras inquietudes como continuar formándome, acceder a un mercado laboral más amplio...

Por eso hace unos años decidí volar hasta la zona de aprendizaje, y ahí empecé mis estudios de Pedagogía en otra universidad a distancia. Al principio fue muy motivador, estaba estudiando una carrera que me apasionaba, lo podía compaginar con mi trabajo y en ámbito familiar tenía el apoyo de mi familia. Pero con el paso de los años esa montaña rusa de emociones positivas que había experimentado, fue decreciendo y más bien se convirtió en un proceso lineal y rutinario, donde afloraban en mi otras emociones más bien negativas.

Necesitaba un cambio, todos los esquemas que me hacía en mi cabeza de cómo sería mi futuro no se estaban cumpliendo y eso provocaba una frustración enorme en mí. Necesitaba volar, experimentar nuevas sensaciones, nuevas experiencias y hacer realidad mi sueño. Un día hablando con mi pareja, le comenté todas mis inquietudes y como quería salir de esa rutina que me estaba desmotivando para alcanzar mis objetivos, me puse a analizar qué cosas tendría que cambiar para lograr mis objetivos y una de ellas fue cambiar de universidad

Me di cuenta que todo el entusiasmo y emociones positivas que había sentido al empezar a estudiar, lo había perdido. Me encantaba lo que estaba estudiado y soñaba con trabajar de pedagoga, pero cada vez lo veía más lejos. Pensé que para sentirme feliz necesitaba superarme a mí misma, y que solamente yo podía luchar por mi felicidad y conseguir mi meta. Es por eso que decidí salir de mi zona de confort y empezar en una universidad diferente como la vuestra, con miedo al cambio, pero con muchas ganas y emociones positivas, al ver que no me voy a acomodar en mi rutina diaria y que verdaderamente voy a luchar por lo que quiero.  

Por último, pienso que no hemos de tener miedo a lo desconocido, sino inquietud. Este cambio lo comparo con los sentimientos que experimento cuando viajo, me encanta viajar y siempre imagino como será en realidad al llegar a mi destino. Con el cambio académico que acabo de hacer me ha ocurrido lo mismo, imaginaba como serían las tutorías online, los trabajos, exámenes...

Todas estas emociones solo las podemos experimentar saliendo de nuestra zona de confort si tenemos miedo de salir de ella nos privaremos de grandes experiencias.

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