DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA

DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA

Investigue en varias fuentes bibliográficas sobre: el pecado social es un hecho real, sus raíces, sus estructuras y la responsabilidad del cristiano

El pecado social es una realidad que afecta a la sociedad, que se manifiesta en su estructura, e impide que el comportamiento humano alcance las dimensiones de verdad, bondad y comunicación con los demás. Es un espíritu de egoísmo radical, mentira y falta de amor que impregna el tejido de la sociedad y determina la vida de las personas y las sociedades. Podemos decir que es resultado y fruto del pecado original, de las costumbres corruptas, de las culturas alienadas, de la irresponsabilidad colectiva y de los pecados individuales de cada generación. (Trevijano, 2015)

La responsabilidad del cristianismo de hacer frente a los pecados de la sociedad significa que los pecados pueden ser erradicados, y dado que los pecados no tienen raíces profundas, depende más de nosotros desarraigarlos y convertirlos en beneficios para los demás.

Para evitar el temor de hacerlo, me remito, por tanto, al mensaje del Papa Juan Pablo II "Comprometidos con el desarrollo de la causa, incluida la eliminación de las estructuras de pecado": afirmar que la Iglesia tiene fe en el hombre, y que él puede cámbialo a imagen de nuestro Señor Dios y Hecho con estilo. (II S. J., 1984)

Es claro que la iglesia está totalmente comprometida con la erradicación del mal social, pero lamentablemente la política no hace mucho para solucionar este problema social porque se preocupan de buscar su propia riqueza y son actores principales del mal social porque no les importa la las personas más vulnerables, una cosa es decir lo que van a hacer, otra cosa es obedecer.

Es claro en nuestro país que las fuerzas políticas obstaculizan el desarrollo del país, no permiten que los pobres escapen de la mendicidad, se ven obligados a comportarse de otra manera, el tejido del mal social cada vez es más fuerte, es mucho más difícil destruirlos, y peor cambiarlos.

Por eso mi criterio o mensaje es: tiremos un granito de arena para ayudar a arrancar de raíz el mal de la sociedad, sobre todo cooperar para cambiarlo, para ayudar a los demás y para cambiar la forma de pensar que podemos inculcar en nuestra descendencia que nunca una vida de pecado social es más eficaz para el desarrollo del núcleo familiar y de la sociedad en su conjunto.

Es así como surge la responsabilidad del cristiano, cómo debe actuar frente al mal social, frente al mal que afecta a todo nuestro mundo, debemos tener claro que vivimos en un mundo que está sujeto a la estructura de mal, porque hay mentalidad divisoria, mala energía, malos consejos, y toda la negatividad que forma parte de esa estructura, como seres humanos, todo eso es algo que tenemos que dejar y cambiar para convertirnos en pueblo e hijos de Dios.

...