Exegesis Galatas

“Dos Alardes”

“Sólo queda Jesús”

Introducción  

Pablo viene hablando en su carta de una libertad que nos hace capaces de destruir todo racismo, barreras sociales, género y discriminación. “Ya no hay judío ni griego;  no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús” (3:28). El quiere asegurarse que su audiencia entienda que en Cristo somos iguales. “…el evento de Jesús Cristo fue un acto de libertad de la sumisión a toda clase de esclavitud.”^[1]  Pablo también exhorta a los cristianos a usar su libertad para el espíritu y no para la carne.

El apóstol viene diciendo, “…Una persona no es justificada por la observancia de la ley // mas bien por la fe en Cristo porque nadie será justificado por la ley” (2:16). Estábamos confinados bajo pecado // antes de llegar la fe (3:22-23).  Estábamos bajo el ayo, //hasta que llegara Cristo (3:24).  Éramos niños bajo guardianes  y administradores, como esclavos bajo el poder de los elementos del cosmos, // hasta el cumplimiento del tiempo que Dios enviara a su hijo a redimirnos del poder del pecado (4:1-5).  Ya no somos esclavos // sino hijos y si hijos también herederos por el acto de adopción de Dios. (4:7).  

Para ser libres nos libertó Cristo... bajo el yugo de la esclavitud (Gal. 5:1) Cristo nos hizo libres con el propósito de ser libertados de la Ley. Este concepto está sustentado en la alegoría de Sara y Agar.  La libertad que goza el cristiano está basada en la redención de Dios en Cristo.  Entonces, la libertad, tal como Pablo la concibe, es el estado en que la persona anda y vive en el Espíritu (Gal. 5:25) de tal manera que produce el fruto del Espíritu (Gal. 5:22, 23).

Lo que resume la carta es esa libertad que se manifiesta en el amor al prójimo. Ese amor que hace que una persona restaure con un espíritu amable a los que han cometido alguna falta (6:1), ese amor que lleva las cargas los unos de los otros (6:2), ese amor que es lo suficientemente humilde para  reconocer que puedo ser tentada y caer.

“Dame la pluma”

Pablo comienza este último párrafo diciendo: “Mirad con cuán grandes letras os escribo de mi propia mano”. Algunos comentaristas (Lightfoot, Hendriksen, Guthrie, Cousar, entre otros) piensan que Pablo estaba dictando y cuando llegó a este punto, le quitó la pluma al amanuense para seguir escribiendo con su propia mano.  Otros (J. Bligh, Lutero, Crisóstomo) piensan que la traducción sería: “Mirad cuán grande carta os he escrito con mi propia mano”. Aunque ambas traducciones pudieran ser posibles, pues el griego lo permite, es más probable que Pablo haya dictado la carta y al final haya tomado la pluma de su amanuense para ponerle un énfasis especial a su carta.

“Hay algunos estudios que señalan que los oficios de cocedores generalmente provocaban tres tipos de problemas: Artrosis de las manos debido al trabajo con la lona, con tela dura sin máquinas, todo hecho a mano, provocaba deformaciones y envejecimiento en las manos y los brazos. El segundo elemento sería encorvamiento, por la posición en que se cocía. Y la tercera dificultad estaría en los ojos. El tener que trabajar de noche, en la costura. Pablo señala que él trabajó noche y día para sostenerse. Trabajar de noche con iluminación de la vela provocaba un forzamiento de la vista”.^[2]

A pesar de que parece muy probable estas explicaciones, no dejan de ser especulaciones, pues no se sabe a ciencia cierta el por qué Pablo escribe con letras grandes. Si fue para darle énfasis a lo que estaba diciendo, como dicen algunos, si fue porque quería escribirle como un padre a un niño, como dicen otros, o si realmente era porque tenía problemas en los ojos o en las manos. Si es cierto que Pablo tal vez tenía problema con los ojos, o con sus manos, tiene más sentido, no sólo que haya escrito con letras grandes, sino que haya escrito sólo esta parte final, ya que se le hubiera hecho difícil escribir toda la carta con ese tipo de problemas de salud.

El hecho de que Pablo hubiera dictado la carta hasta este punto y tomar la decisión de escribir el final él mismo tiene un sentido, a mi parecer, importante.  Porque es como si él quisiera resumir todo lo que ha venido diciendo en la carta y tal vez dictándolo no le salía igual que si lo escribía él mismo.  Creo que a todos nos ha pasado eso.  El quiere asegurarse que el mensaje llegue como lo tiene en su corazón. Esto me hace ver a Pablo también más apegado a la comunidad y no como un teólogo de biblioteca, como bien dijo el profesor Míguez en una de sus clases. Katherine Grieb se une a este comentario también y dice que Pablo es un hombre con un mensaje no un teólogo.  Aun cuando era las dos cosas él entendió que a través de la predicación, la justicia salvadora de Dios era manifestada. En nuestros días necesitamos más gente que predique un mensaje sencillo de la justicia de Dios, que teólogos que complican las ideas que la mayoría de la gente común no entiende.

Dos alardes

Circuncisión – carne  (12-13)

“Dejen el Show”

12 Aquellos que quieren tener el visto bueno en la carne os obligan a ser circuncidados, solamente para no ser perseguidos a causa de la cruz de Cristo. 13 Pues ni los que son circuncidados guardan la ley; sin embargo, quieren que vosotros seáis circuncidados para gloriarse en vuestra carne. (RVA)

En esta perícopa (11-18) aparecen dos clases de alardes (fue el sinónimo de “gloriarse” que mejor me pareció usar), el de la carne, es decir, la circuncisión, de la cual se glorían los oponentes de Pablo y el de la cruz de Cristo en la cual se gloría Pablo.

En estos dos versículos se encuentran los oponentes de Pablo que se gloriaban en la carne, o que eran circuncisos.  Estos, alardeaban su marca del pacto, que a los ojos de Pablo, era estar esclavizado.  Más adelante veremos que esa marca no es nada comparada con las marcas que lleva Pablo sobre su cuerpo.

Hay cuatro acusaciones que Pablo hace de sus oponentes: 1) quieren tener el visto bueno en la carne; 2) obligan a circuncidarse para no ser perseguidos a causa de la cruz de Cristo; 3) Ellos mismos no guardan la ley; 4) quieren que los gentiles se circunciden para gloriarse en eso. Esto engloba todo lo que Pablo ha dicho previamente sobre sus adversarios.

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