EXEGESIS TEXTOS ARGUMENTATIVOS

                 EXÉGESIS DE TEXTOS ARGUMENTATIVOS II

1.   TEXTO: 1 Juan 2:15-17

1. TEMA:  La relación del cristiano con el mundo

1.    INTRODUCCIÓN

1. Los cristianos hoy día libran una gran batalla, libran la batalla contra el mundo y sus deseos, es la estrategia de satanás quien presenta ante nuestros ojos cosas “interesantes”, “llamativas” para que se activen nuestras pasiones, lo que la palabra de Dios llama la carne. El mundo ha sido y es un anzuelo que lanza el príncipe de este mundo para cazar al cristiano.

1. El mundo es muy atractivo y busca  tener una relación afectiva, amorosa con el cristiano, sin embargo, el cristiano no debe amar al mundo. (Proposición)

1. ¿Por qué el cristiano no debe amar al mundo? (Pregunta clave del sermón)

1. El Apóstol Juan en 1 Juan 2:15-17, señala las razones por las cuales el cristiano no debe amar al mundo. (Oración gramatical de transición)

A.   ¿Por qué el cristiano no debe amar al mundo?

  A.1 Porque el amor del Padre no estaría en sus hijos

A.1.1  La palabra mundo tiene varios significados en la palabra de Dios, se utiliza para hablar del universo, de la tierra, la raza humana pero también para designar a la humanidad enemiga de Dios, al reino de Satanás con sus doctrinas perversas, sus errores y sus pecados.

A.1.2  Para permanecer en el amor de Dios hay que renunciar al amor del mundo porque como dice Santiago “La amistad con el mundo es enemistad contra Dios” quien pretende ser amigo del mundo se constituye en enemigo de Dios.

A.1.3  El amar al mundo es una situación que puede presentársele a cualquiera, no es un mandamiento para los débiles o para los jóvenes sino para cualquiera, tal como lo presenta Juan “si alguno”. Pablo también expreso esta  verdad cuando escribiendo a los Corintios dijo “Así que si alguno está firme mire que no caiga”.

A.1.4  En una ocasión un hombre infiel  fue descubierto por su esposa y esta le preguntó por qué él tenía otra mujer si ya tenía una,  a lo que él respondió que él las amaba a las dos y no quería dejar a ninguna, ante esta respuesta la esposa le dijo que así no podía continuar la relación que era mejor que se quedara con su amante pues ella no podía compartir  a su marido con otra.

A.1.5  Dios demanda del cristiano todo su amor, no podemos compartir nuestro amor entre Dios y el mundo. Ó amamos a Dios o amamos al mundo.

         A.2. Porque lo que el mundo ofrece no proviene del Padre  

                        ¿Qué ofrece el mundo?

A.2.1 Un intenso deseo por el placer físico, la     versión Reina   Valera 1960 lo traduce como “los deseos de la carne”. La palabra carne en la  palabra de Dios  tiene varias acepciones, entre ellas denota el cuerpo humano, el  estado irregenerado de  los hombres y el asiento del pecado en el ser humano, en  este caso no se refiere al cuerpo sino al asiento de nuestra baja naturaleza que es   contraria al Espíritu        y que lucha contra éste para hacer lo que quiere.(Gál 5:17)

A.2.2  Un deseo insaciable por todo lo que vemos, la Reina Valera traduce “los deseos de los ojos”, es como alguien lo expresó “es la tendencia a dejarse cautivar por las apariencias”. Es ese deseo donde no se puede ver nada sin desear poseerlo. Es la ventana por la cual las cosas como las riquezas, la pompa nos cautivan tal como le aconteció a Acán. (Jos 7:21); nuestros ojos  son muy inquietos tan inquietos que pueden llevarnos a serios problemas, así le ocurrió al rey David (2 Sam 11:2).

A.2.3  El orgullo de nuestras posesiones y logros, traducido en la Reina Valera como “La vanagloria de la vida” este aspecto de la mundanalidad tiene que ver con la presunción de tener más que nadie. Cuántas veces nos vemos adquiriendo cosas que no son necesarias pero como  otros las tienen,  nosotros nos empeñamos en conseguirlas, la idea es tener por tener. Cuántas veces nos vemos inmersos en proyectos  para beneficios personales y una vez obtenidos los lucimos como trofeos dándole la gloria a nuestro esfuerzo y capacidad y olvidándonos que ha sido nuestro Señor quien nos ha asistido.

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