Fides ratio

Introducción

La fe proviene del latín Fides y nos permite nombrar en qué cree una persona o comunidad. También se refiere a un sentimiento de certeza y al concepto positivo que uno tiene de un individuo o de algo. La razón proviene de la proporción latina, sin embargo, se reconocen más de diez aceptaciones de esta palabra; entre ellos la facultad de pensar y reflexionar; inferir; El argumento presentado en apoyo de cierta cosa y la razón o causa del cociente de dos figuras.

La Iglesia se manifiesta, como poseedora del último don de la verdad, sobre el conocimiento de la vida humana y las revelaciones divinas. También establece que existe un núcleo de conocimiento filosófico, cuya presencia es constante en la historia del pensamiento, así como estándares morales fundamentales que forman la herencia espiritual de la humanidad. Se aprecia el gran mérito de las ciencias naturales, en el desarrollo de diversos campos del conocimiento, favoreciendo la cultura y la historia.

Sin embargo, hay una distancia en la búsqueda. de verdades trascendentes, lo que nos ha llevado a formas de agnosticismo y relativismo, hundiéndose en las arenas movedizas del escepticismo general. Esta encíclica fomenta en el hombre la verdadera confianza en sus habilidades cognitivas y ofrece a la filosofía un estímulo para recuperar y desarrollar su plena dignidad, la filosofía que tiene una gran responsabilidad de formar el pensamiento y la cultura, a través del continúo llamado a buscar la verdadera.

Por los tanto tomaremos como concepto de fe la búsqueda de la verdad y la razón como conocimiento propio de naturaleza humana.

Desarrollo.

San Agustín consideró que ambos juntos tienen el propósito de entender la verdad cristiana como la única verdad absoluta. En este autor se identifican el plano de la creencia y el de la racionalidad. Entonces, en el objetivo de entender la verdad cristiana, la razón y la fe colaboran. La forma agustiniana entiende creer, creer para comprender expresa la relación entre la fe y la razón y su subordinación a la primera: la fe nos lleva a la verdad revelada, la autoridad de las sagradas escrituras nos proporciona los contenidos del conocimiento que la Razón posterior debe esforzarse. para hacerlo compresible La razón por sí sola no podría llevarnos a la sabiduría. El ser humano necesita fe para alcanzar la contemplación de lo inmutable eterno. La sabiduría consiste en tal contemplación. Si la razón y la fe participan juntas en la búsqueda de la verdad que nos lleva a la sabiduría y con ella a la felicidad.

La fe y la razón son dos formas de entender lo inexplicable. Vale la pena mencionar que en la fe cristiana muchos creyentes consideran la razón como un medio para entender a Dios y su obra que es todo este universo. Por lo tanto, ambos conceptos se han definido como algo que puede y debe usarse para tener una mejor comprensión del universo conocido. Ambas son formas de entender lo inexplicable para nosotros.

La fe es un regalo dotado de racionalidad, y como tal no es un acto que viole la naturaleza de nuestro conocimiento humano. Por lo tanto, la revelación sigue el camino más pedagógico. adecuado para acceder a la razón humana. Ahora por fe sabemos que el hombre, y en él la razón, nunca ha existido en un estado "natural"; o ha sido bajo gracia o bajo el efecto de su pérdida. Quiero decir, el don de la verdad divina es revelado a la razón natural misma desde los albores de su existencia. Entonces la actitud inicial de dar crédito a nuestra propia experiencia racional es esencial para La armonía de la fe y la razón. Una opción para rechazar o no confiar en la evidencia natural por parte del hombre, se cierra completamente para percibir el don de la fe, que es También se presenta como cierto. No porque esta sea una idea clara y diferente, pero porque presenta una racionalidad en sus declaraciones que son compatibles en alguien que revela y en quien podemos confiar.

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