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Herencia Cultural


Enviado por   •  15 de Octubre de 2014  •  1.640 Palabras (7 Páginas)  •  308 Visitas

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Latinoamérica o América Latina: en sentido amplio, todo el territorio americano al sur de Estados Unidos. En sentido más estricto, Latinoamérica comprende todos los países que fueron colonias de España, Portugal y Francia. Dado que los idiomas de estos países provienen del latín, el término Latinoamérica ha servido para designar a las naciones que fueron sus colonias en el Nuevo Mundo. Este artículo se limita a describir el origen y la historia de los pueblos de Latinoamérica desde el descubrimiento hasta nuestros días. Para más información acerca de las características fisiográficas de la región, véase Centroamérica, Norteamérica, Sudamérica y los artículos correspondientes a cada país.

Colonización: Con los viajes de Cristóbal Colón entre 1492 y 1594, los navegantes europeos llegaron, conquistaron y colonizaron para las Coronas de España y Portugal los extensos territorios del Nuevo Mundo. Desde las bases que habían establecido en las islas del mar Caribe, los españoles extendieron la conquista a Centroamérica, México y Perú, subyugando a los pueblos que encontraron a su paso. A finales del siglo XVI habían ocupado prácticamente la totalidad de Sudamérica y Centroamérica, así como la parte de Norteamérica que queda al sur de la actual frontera meridional de Estados Unidos. Los portugueses se asentaron en las costas del actual Brasil.

Origen de la población latinoamericana:

Antes de la conquista, América tenía aproximadamente algo más de 80 millones de habitantes, mientras que la población europea era en esa época de 60 millones; los españoles y portugueses que llegaron al continente eran pocos en número, pero superiores en armamento y destreza militar. Por otra parte, la población de las grandes civilizaciones precolombinas como la azteca de México, la maya de Centroamérica y la inca de los Andes fue pronto diezmada por epidemias de enfermedades traídas por los conquistadores. Los que sobrevivieron, no más del 15% de la población, fueron puestos al servicio de los colonizadores para trabajar en las plantaciones y minas. Cuando los indígenas empezaron a decrecer en número, para reemplazarlos se importaron esclavos procedentes de África que fueron enviados a Brasil, a las islas caribeñas y también a otros países de la América española.

Los españoles y los portugueses llevaron muy pocas mujeres a América y, como consecuencia de ello, se produjo la unión entre conquistadores y conquistados. Al finalizar el periodo colonial, la mezcla de la población indígena y negra con la española y portuguesa (mestizos y mulatos) era mayoritaria en muchas de las colonias. Esta diversidad de etnias y culturas contribuyó a diseñar desde entonces una de las características más relevantes de la región.

A pesar de la diversidad racial, se desarrolló de forma notable una estructura social similar en toda la región. Un limitado cuerpo de funcionarios reales gobernó las colonias en colaboración con el clero y una reducida clase terrateniente y de mercaderes. Los burócratas, peninsulares o nacidos en América (criollos), formaban, junto con sus respectivas familias, las clases dominantes, que tenían a su servicio a la mayoría de la población formada por indígenas, mestizos y negros.

Se desarrolló un sistema de comercio centralizado con la finalidad de excluir a competidores extranjeros, pero el descubrimiento de oro y plata en las Américas atrajo a las restantes potencias, Gran Bretaña, Francia y Holanda, que establecieron bases comerciales en la periferia de las colonias e influyeron de forma considerable en ellas.

El final del sistema colonial:

En el siglo XVIII, tras un siglo de decadencia de España y Portugal, se dio impulso a las reformas, manifestada sobre todo en el desarrollo de las exportaciones agrícolas y mineras, la eficiencia administrativa, la defensa y la expansión de las fronteras. Estas reformas, aplicadas en la América española y portuguesa, aumentaron la producción y los ingresos, pero también contribuyeron al descontento de los criollos y ejercieron una gran presión sobre la población oprimida a causa de sus lamentables condiciones socioeconómicas.

La filosofía de la Ilustración y la difusión de las ideas liberales tuvieron gran influencia sobre las clases altas de las colonias, pero fue la invasión napoleónica (1808-1814) de la península Ibérica la que actualizó las ideas de emancipación de Latinoamérica. Hacia 1825, toda la América española, excepto Cuba y Puerto Rico, se había independizado de la metrópoli, dando lugar a la proclamación de repúblicas criollas. En 1822 los criollos brasileños establecieron una monarquía independiente bajo un príncipe portugués.

Republicas liberales y dictadura

La clase criolla que había heredado el poder tras la independencia abolió muchas de las instituciones, impuestos y derechos de aduana en concordancia con el liberalismo del siglo XIX; pero sus grandes esperanzas se desvanecieron con la crisis política y la decadencia económica que caracterizaron los primeros años de la mayoría de las nuevas naciones. A mediados del siglo XIX, los caudillos tomaron las riendas del poder político, económico y social en casi toda la región.

Desaparecido el dominio español y portugués, Gran Bretaña se convirtió en la principal potencia comercial, consiguiendo establecer un dominio pleno en la América independiente. A finales del siglo XIX había triunfado en lo político el liberalismo, y en la economía se abrían nuevas posibilidades para la agricultura comercial, la minería y la modernización en las infraestructuras.

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