JORNADA CREDIBILIDAD UTPL-FORMACIÓN ESPIRITUAL

2.- REDACTE, UN MENSAJE, Y UN COMPROMISO QUE PUEDA FORMULAR LUEGO DE LA LECTURA REFLEXIÓN DE LO SIGUIENTE:

2.1. De Mateo 16, versículo 13 al 20

a. ¿Cuál es su principal argumento y aprendizaje referente a quién es Cristo?

¿Quién decís que soy yo?,… “¡Tú eres el Cristo, el hijo del Dios vivo”!

Cristo, es el hijo de Dios hecho hombre, la segunda persona de la Santísima trinidad, nació de la Virgen María y tomó naturaleza humana, quién tiene la pabla de la vida eterna y que está y hay que buscarlo en cada uno de nosotros, que es en la tierra Dios y hombre verdadero y misericordioso.

Dios nos regala un don especial, el don de saber, creer y sentir que Dios, es Dios, que vive en cada uno de nosotros alimentado cada día por nuestra fe infinita, por la confianza, por nuestro amor incomparable por Él, quien obra e intercede por nosotros con su palabra y nos extenderá la vida eterna como simple muestra de amor verdadero a sus hijos.

b. ¿Cuál es su compromiso de vida? Redacte máximo en 6 líneas.

Comprometerme a realizar un renovado compromiso de vida espiritual, para quitar de mi alma la envidia, el egoísmo, la maldad, llevada de la mano de la palabra de Cristo, en la que debo creer y hacerla lo más importante en mi vida, poniendo en práctica los consejos del evangelio, confiada en el amor único que solo ÉL nos sabe dar, para que Él sea el eje de mi vida, dejando que sólo sea Cristo quien viva completa y verdaderamente en mí, y alcanzar la felicidad eterna, con la que podré dar fe a la gente que lo ignora.

2.2. De Lucas 7, versículo del 1-10

a. ¿Cuál su principal y aprendizaje referente a la fe de un pagano?

“señor, yo no soy digno de que entres en mi casa”… “Yo les aseguro que ni siquiera en Israel he encontrado tanta fe”.

En lectura del evangelio, nos propone a nosotros a abrirnos a la fe, a hacer más fuerte nuestra plena confianza en Dios.

La palabra más sencilla que me hace reflexionar el evangelio, es la humildad, algo que a muchas personas nos hace falta, pues que maravilloso sería que nosotros seamos conscientes de nuestras debilidades, defectos, de romper todos los perjuicios que nos rodean y acercarnos a nuestro Padre con toda la humildad y generosidad, ninguno de nosotros somos dignos de Él, pero absolutamente todos somos merecedores su gracia.

Además de reconocer ante Jesús nuestros pecados, debemos tener fe de que solo Él es nuestra sanación, bendición, y eterna felicidad, fe que pasa más allá de cualquier barrera o creencia, pues para Dios basta un buen ejemplo.

b. De su contexto

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