ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

La Familia Cristiana 4 Parte

jhonkat15 de Noviembre de 2014

5.964 Palabras (24 Páginas)344 Visitas

Página 1 de 24

LA FAMILIA CRISTIANA

V PARTE

Pastor Iván Tapia

Lectura bíblica: 1 Timoteo 3:4,5

Propósitos de la charla: a) Conocer, valorar y practicar los doce roles del esposo y padre de familia, en el hogar cristiano; b) Evaluar en qué aspectos los padres de familia de mi Iglesia están más débiles y fortalecer esas áreas.

“que gobierne bien su casa, que tenga a sus hijos en sujeción con toda honestidad / (pues el que no sabe gobernar su propia casa, ¿cómo cuidará de la iglesia de Dios?)” (1 Timoteo 3:4,5)

Dios, como Padre, nos da ejemplo de Paternidad; de hecho, Jesucristo, nos ha mostrado a Dios como Su Padre y nuestro Padre Celestial. Además ha dejado registrado en la Biblia el modelo de paternidad en la figura de los patriarcas de Israel: Abraham, Isaac, Jacob, Moisés, Josué, etc. el Nuevo Testamento da lecciones clarísimas, a través de las cartas apostólicas, acerca del funcionamiento de la familia y el rol de los padres.

La figura del esposo también es recurrente en la Biblia, en ambos pactos. En el Antiguo se le muestra en cada pareja bíblica y en Dios mismo, Esposo de Israel; en el Nuevo es Jesucristo, Esposo de la Iglesia, Su Novia y enseña a los matrimonios a vivir una relación semejante.

A continuación veremos 12 roles que se pueden deducir de las Escrituras, para el esposo y padre de familia.

1. Servir como cabeza de la familia.

Hay un orden dado por Dios para la organización de la familia. Esta jerarquía no significa superioridad sino orden de procedencia. La Escritura dice que la mujer procede del varón ya que fue creada de una costilla de éste; esa procedencia pone en primer lugar de autoridad al hombre y luego a la mujer en la familia. Además la Escritura dice que la mujer fue creada por causa del hombre, en el sentido que él necesitaba una compañera. De este modo el apóstol Pablo fundamenta la “posición” del hombre en el orden familiar: “3 Pero quiero que sepáis que Cristo es la cabeza de todo varón, y el varón es la cabeza de la mujer, y Dios la cabeza de Cristo. / 7 Porque el varón no debe cubrirse la cabeza, pues él es imagen y gloria de Dios; pero la mujer es gloria del varón. / 8 Porque el varón no procede de la mujer, sino la mujer del varón, / 9 y tampoco el varón fue creado por causa de la mujer, sino la mujer por causa del varón.” (1 Corintios 11:3,7-9)

También hace una comparación entre el matrimonio y la relación de Cristo con la Iglesia. Así como el Señor es Cabeza o autoridad sobre Su Cuerpo, la Iglesia; el hombre es cabeza de su mujer. El ser “cabeza” da al varón derechos pero también deberes, entre los cuales el cuidado espiritual de su esposa y la provisión para la familia son los más importantes. Dice la Biblia: “porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, y él es su Salvador.” (Efesios 5:23)

Esta posición del varón y de la mujer se agudiza después de la caída de Adán y Eva. En el Paraíso el hombre tuvo un papel pasivo frente a la mujer, no le contradijo cuando ella le ofreció el fruto prohibido sino que accedió a probar de él. Después de ese evento la mujer quedará sujeta a la voluntad de su marido, teniendo éste señorío sobre ella: “A la mujer dijo: Multiplicaré en gran manera los dolores en tus preñeces; con dolor darás a luz los hijos; y tu deseo será para tu marido, y él se enseñoreará de ti.” (Génesis 3:16)

La pregunta teológica que en este punto cabe es: ¿La cruz elimina esa autoridad del hombre sobre la mujer? El único indicio de una liberación de este señorío masculino lo encontramos en el siguiente texto: “23 Pero antes que viniese la fe, estábamos confinados bajo la ley, encerrados para aquella fe que iba a ser revelada. / 24 De manera que la ley ha sido nuestro ayo, para llevarnos a Cristo, a fin de que fuésemos justificados por la fe. / 25 Pero venida la fe, ya no estamos bajo ayo, / 26 pues todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús; / 27 porque todos los que habéis sido bautizados en Cristo, de Cristo estáis revestidos. / 28 Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús. / 29 Y si vosotros sois de Cristo, ciertamente linaje de Abraham sois, y herederos según la promesa.” (Gálatas 3:23-29)

Nunca debemos interpretar una posición de autoridad en la Biblia como un privilegio. Recuerde usted la tarea del anciano: “2 Apacentad la grey de Dios que está entre vosotros, cuidando de ella, no por fuerza, sino voluntariamente; no por ganancia deshonesta, sino con ánimo pronto; / 3 no como teniendo señorío sobre los que están a vuestro cuidado, sino siendo ejemplos de la grey.” (1 Pedro 5:2,3) El mismo Señor nos enseña: “25 Entonces Jesús, llamándolos, dijo: Sabéis que los gobernantes de las naciones se enseñorean de ellas, y los que son grandes ejercen sobre ellas potestad. / 26 Mas entre vosotros no será así, sino que el que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor, / 27 y el que quiera ser el primero entre vosotros será vuestro siervo; / 28 como el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos.” (San Mateo 20:25-28)

Finalmente, el varón como la esposa y los hijos, toda la familia, están para servirse unos a otros con amor y respeto, y para servir a Dios: “Y si mal os parece servir a Jehová, escogeos hoy a quién sirváis; si a los dioses a quienes sirvieron vuestros padres, cuando estuvieron al otro lado del río, o a los dioses de los amorreos en cuya tierra habitáis; pero yo y mi casa serviremos a Jehová.” (Josué 24:15)

2. Proveer dirección espiritual para su familia.

Dirección para su familia es deber de un padre. La segunda gran tarea del padre de familia es indicar el camino justo y verdadero indicado por Dios: “Porque yo sé que mandará a sus hijos y a su casa después de sí, que guarden el camino de Jehová, haciendo justicia y juicio, para que haga venir Jehová sobre Abraham lo que ha hablado acerca de él.” (Génesis 18:19)

Es deber del varón mostrar a los suyos sus errores y pecados “1 Dijo Dios a Jacob: Levántate y sube a Bet-el, y quédate allí; y haz allí un altar al Dios que te apareció cuando huías de tu hermano Esaú. / 2 Entonces Jacob dijo a su familia y a todos los que con él estaban: Quitad los dioses ajenos que hay entre vosotros, y limpiaos, y mudad vuestros vestidos. / 3 Y levantémonos, y subamos a Bet-el; y haré allí altar al Dios que me respondió en el día de mi angustia, y ha estado conmigo en el camino que he andado. / 4 Así dieron a Jacob todos los dioses ajenos que había en poder de ellos, y los zarcillos que estaban en sus orejas; y Jacob los escondió debajo de una encina que estaba junto a Siquem. / 5 Y salieron, y el terror de Dios estuvo sobre las ciudades que había en sus alrededores, y no persiguieron a los hijos de Jacob. / 6 Y llegó Jacob a Luz, que está en tierra de Canaán (esta es Bet-el), él y todo el pueblo que con él estaba. / 7 Y edificó allí un altar, y llamó al lugar El-bet-el, porque allí le había aparecido Dios, cuando huía de su hermano.” (Génesis 35:1-7)

Dios ordenó en una oportunidad a Moisés que cada familia hiciera una celebración solemne. Cada familia debería escoger un cordero, matarlo, asarlo y comerlo. Las celebraciones familiares como los cumpleaños, aniversarios, bodas, fiestas patrias, etc. son una oportunidad para que la familia se reúna y fortalezca su unidad y amor. La cena de la pascua y de los panes sin levadura es una importante celebración de los judíos. En esa noche ellos recuerdan la salida de la esclavitud de Egipto, cuando Dios abrió el mar Rojo. El cordero pascual prefigura el sacrificio de Jesucristo por la Humanidad. En el contexto de esa celebración el Señor Jesús estableció la Santa Cena o partimiento del pan, para nosotros los cristianos, la principal celebración religiosa. Narra la Palabra de Dios: “3 Hablad a toda la congregación de Israel, diciendo: En el diez de este mes tómese cada uno un cordero según las familias de los padres, un cordero por familia. / 4 Mas si la familia fuere tan pequeña que no baste para comer el cordero, entonces él y su vecino inmediato a su casa tomarán uno según el número de las personas; conforme al comer de cada hombre, haréis la cuenta sobre el cordero.” (Éxodo 12:3,4)

En el sentido espiritual, el padre de familia es el sacerdote que estimula, propicia y dirige el culto a Dios en medio de la familia. Por eso la Biblia dice: “Después subió el varón Elcana con toda su familia, para ofrecer a Jehová el sacrificio acostumbrado y su voto.” (1 Samuel 1:21)

3. Bendecir a sus descendientes.

Bendición para su familia es deber de un padre: “24 Y despertó Noé de su embriaguez, y supo lo que le había hecho su hijo más joven, / 25 y dijo: Maldito sea Canaán; Siervo de siervos será a sus hermanos. / 26 Dijo más: Bendito por Jehová mi Dios sea Sem, Y sea Canaán su siervo. / 27 Engrandezca Dios a Jafet, Y habite en las tiendas de Sem, Y sea Canaán su siervo.” (Génesis 9:24-27) Este pasaje cuenta que uno de los tres hijos de Noé vio la desnudez de su padre. ¿Es que será ver a otro hombre desnudo algo pecaminoso? El padre conoce el cuerpo de su hijo desde pequeño y no puede ser algo pecaminoso. Tampoco sería pecado que Cam viera a su padre desnudo. Muchos hijos ven a su padre desnudo cuando están ancianos y necesitan ser aseados, por ejemplo. El problema, de acuerdo a los expertos, no estaría allí

...

Descargar como (para miembros actualizados) txt (34 Kb)
Leer 23 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com