SUGERENCIAS PARA EL SERVICIO LITURGICO

SUGERENCIAS PARA EL SERVICIO LITURGICO

1.-        PARA LOS LECTORES Y SALMISTAS

ANTES DE INICIAR LA MISA:

Procura llegar al menos 15 minutos antes de que inicie la misa.

Sube al ambón y revisa tu lectura.

Revisa se está abierto en la página que corresponde, o si tendrás que pasar a una nueva página para leer.

Acomoda el micrófono para que la voz se escuche bien

- Situarse desde el inicio de la misa cerca del ambón.

- Si pasa frente al altar, debe inclinarse frente a el.

- Siempre leer del leccionario, (no de la hoja).

- Comprobar que el micrófono está abierto y colocarlo a la altura de la boca. (No dar golpes, o decir Hola, para ver si esta encendido.

- Ten los pies bien firmes.

- Evitar balancearse o poner un pie hacia atrás.

- Sacar las manos de los bolsillos.

- Leer con la cabeza alta. La voz resulta más fácil de captar y el tono más alto.

- Volver al sitio con paso normal, caminando con calma y firmeza, con naturalidad.

FORMA Y ACTITUD: Vestirse adecuadamente para mostrar respeto al Culto Divino.

Ser respetuoso(a) es importante.

Portarse con reverencia, pero sin temor: al Señor le encanta la ofrenda de tu trabajo, si te equivocas trata de no hacer “caras o gesticulaciones”, que dan mayor muestra de tu nerviosismo e inseguridad.

LECTURAS: - Leer la lectura antes de empezar la misa.

- Leerla dos veces:  1º para entenderla, 2ºfijarse en las palabras o frases difíciles de leer.

- Subirse al ambón cuando todos estén sentados.

- Empezar mirando a la gente, hacer silencio. -Siempre respira antes de empezar a leer.

- Al leer, míralos de vez en cuando (sobre todo en las frases relevantes) esto ayuda a crear un clima comunicativo.

- Recuerda que la lectura va dirigida a la asamblea, no al ambón o al libro.

- Las palabras escritas en rojo no hay que leerlas, (Por ejemplo; PRIMERA LECTURA, SALMO RESPONSORIAL, SEGUNDA LECTURA.

- Lee lento, poco a poco. -  Mantén un tono general de calma. No subas o te bajes rápido.

- Haz la lectura con expresión, NO como un drama y tampoco gritar.

- No bajes el tono en los finales de frase. Las últimas sílabas de cada frase tienen que oírse igual de bien que todas las demás.

- Luego de la primera lectura, dejar el Leccionario en la página del salmo responsorial o de la 2ª. Lectura, listo para el siguiente lector(a).

- No olvides decir simplemente “¡Palabra de Dios!”, y nada más. Se trata de una aclamación (“¡Palabra de Dios!”), no de una afirmación o de una explicación.

CONSEJOS PARA EL SALMISTA

- Proclamar o cantar el salmo (que es un poema) antes de empezar la misa.

- Leerlo dos veces: 1º para captar el sentido, 2º para fijarse en las palabras difíciles de proclamar.

- Subir al ambón cuando haya bajado el lector de la 1º lectura.

- Las palabras escritas en rojo no hay que leerlas. No se dice, “Salmo responsorial”, sino que se empieza con la antífona.

-  La estructura del salmo es la siguiente:

                  Leer antífona, Todos la repiten,

                   Leer la primera estrofa, todos vuelven a repetir la antífona,

                   Hacer lo mismo con las demàs estrofas.

Al terminar la última estrofa, leer junto a la asamblea la antífona.

- Cuando terminen de responder, ahí se vuelve al asiento bajando igualmente sin apuro.

- Luego sube el lector de la segunda lectura y hace lo mismo que el de la primera.

- Para leer como se debe, se necesita fe.

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