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Sanidad


Enviado por   •  26 de Agosto de 2013  •  Informes  •  4.673 Palabras (19 Páginas)  •  243 Visitas

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Muchos piensan que la santidad que Dios demanda de nosotros es algo inalcanzable. ¿Demanda Dios de nosotros cosas imposibles? De ninguna manera. Cuando la Palabra de Dios dice que sin santidad nadie verá al Señor, (Heb. 12:14), es porque ella está dentro del marco de nuestras posibilidades, Dios es santo y habita en un cielo santo; nadie que no sea santo podrá habitar en Su presencia. Cuando el hombre peed perdió la santidad que Dios le había impartido al crearlo a Su semejanza. Más Dios envió a Su único Hijo para que seamos salvos por El, y tengamos acceso a Su presencia, mediante la santificación que obra Su Palabra.

La Palabra de Dios nos dice: “Como aquel que os llamo es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir”, 1ra. Pedro 1:15. Se es santificado por Dios por virtud de la sangre de Cristo y el poder del Espíritu Santo a través de Su Palabra. Santidad significa separación y entrega. Separación del pecado y entrega al servicio de la obra de Dios en obediencia a Su Palabra. Debemos despojarnos del viejo hombre y decir como Pablo: "... ya no vivo yo, mas vive Cristo en mi...". Al tener a Cristo viviendo en nosotros nace en nuestro corazón el anhelo de consagrar nuestras vidas a Él. Si obedecemos ese anhelo, vamos camino a la santificación sin la cual nadie verá al Señor. Vivimos en días finales, pronto sonará la trompeta y el pueblo de Dios será levantado al cielo. El Espíritu Santo está demandando más SANTIDAD. Santidad que debe manifestarse tanto en el interior como en el exterior de la persona. El ser levantado al cielo sin ver muerte es un privilegio. Por eso, Jesús dice: “... el que es justo, practique la justicia todavía; y el que es santo, santifíquese todavía", Apoc. 22:11. La iglesia que volará al cielo con el Señor será una sin mancha ni arrugas, inmaculada y santa.

CAPITULO I

CRECIENDO EN SANTIDAD

Hebreos 12:14 dice: “Seguid la paz con todos, y la santidad sin la cual nadie vera al Señor”. Observe que este A texto une la PAZ y la SANTIDAD. Primero dice que debemos procurar la paz con todo el mundo. Debemos anhelar y esforzarnos por estar en paz con todos los hermanos… Esto exige amor y misericordia. La regla de oro que dice que hagamos a otros como nos gustaría que ellos hicieran con nosotros. La Palabra dice: “... porque con la medida con que medís, os será medido, y aun se os añadirá a vosotros los que oís", (Marcos 4:24). La segunda parte de Hebreos 12:14 dice: “... y la santidad sin la cual nadie vera al Señor”. Sin SANTIDAD nadie verá al Señor. Debemos tener un conocimiento claro y preciso de lo que esto implica.

GUARDAR TODA JUSTICIA

Mateo, 3:13-15 dice que cuando Jesús llego a las aguas del Jordán para ser bautizado por Juan el Bautista, este no lo quería bautizar. “Yo necesito ser bautizado por ti...”, dijo Juan, pues lo había identificado, y sabia quien era. Pero Jesús le dijo: “Deja ahora, porque así CONVIENE QUE GUARDEMOS TODA JUSTICIA”. Es decir, conviene que guardemos aun aquello que creemos pequeño o insignificante en la Palabra. No es que está condenado o perdido. Es que si conviene hay bendición de Dios en ello. Yo anhelo todas las bendiciones de Dios. Algunos se conforman con migajas, como la mujer cananea; yo no quiero migajas; quiero el pan completo, el integral, de la panadería del tercer cielo, para estar bien alimentado y alcanzar gracia para con Dios. Algunos no le dan importancia a esto, pero la Palabra dice: “Cazadnos las zorras, las zorras pequeñas, que echan a perder las viñas ", (Cantares 2:15).

¿Por qué Jesús tenía que bautizarse? El no había pecado. El bautismo de Juan era un bautismo de arrepentimiento. ¿De qué tenía Jesús que arrepentirse? De nada. Lo hizo para darnos ejemplo. Para demostrar que aun ÉL, que era el Hijo de Dios, se sometía a la voluntad de Dios. Dio ejemplo de humildad, mansedumbre, y obediencia. CONVIENE QUE GUARDEMOS TODA JUSTICIA. Obedezca la Palabra, Dios demanda que seamos hacedores de ella, no solo oidores (Stgo. 1:22).

CRECER EN SANTIDAD

Apocalipsis 22:11 dice: “El que es injusto, sea injusto todavía, y el que es justo, practique la justicia, y el que es santo, santifíquese todavía". En otras palabras, dice que el que está sucio, se ensucie más. Pero al que es justo sea más justo todavía. Esfuércese para ser aun más justo. “El que es santo, santifíquese todavía". Es decir, que el que es santo, santifíquese aun más. Es como si dijéramos, “el que esté limpio, límpiese más”. Si está limpio, límpiese más. Si es santo, santifíquese más. Juan le está hablando a gente santa y limpia, sin embargo, el Señor reclama que se limpien y se santifiquen aun más. Cristo dijo: “Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto”, Mateo 5:48. Nos llamó a perfección; algo más que santidad. En la santidad aun hay espacio para ser más santos. Podemos estar limpios delante de Dios y limpiarnos más. Pero si se es perfecto, se ha alcanzado la plenitud. Tenemos que seguir esforzándonos hasta alcanzar la altura de la plena bendición de Dios.

Muchas veces, caemos en el error de criticar y hasta condenar apersonas que están limpias y santificadas delante de Dios, pero cuya apariencia nos hace dudar de ello. Les falta limpiarse y santificarse un poco más. Porque si están santificados, no están condenados, ni irán al infierno. Pero pueden limpiarse y santificarse más para dar más fruto y evitar que otros le juzguen.

META QUE ALCANZAR

No es cuestión de la salvación del alma solamente. Hay una bendición muy importante y decisiva, que debemos esforzarnos por alcanzar: el Rapto de la Iglesia. Estamos luchando por dos cosas: la salvación y el Rapto. En 1ra. Tesalonicenses, Capitulo 5, verso 23, encontramos un mensaje del Apóstol Pablo para nosotros, los que queremos irnos en el Rapto, Dice: “Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo". Veamos algunos detalles de esta preciosa escritura:

1. "Y el mismo Dios de paz...", Dios es un Dios de Paz y quiere que vivamos en paz los unos con los otros.

2. "...os santifique por completo...", puede haber santidad, y limpieza, pero puede que no estemos completamente santos y limpios.

3. ”... y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo...", Dios está interesado en todas las áreas de nuestro ser. El espíritu,

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