Una mirada crítica al fundamento del cristianismo
lyamTesis8 de Abril de 2012
10.472 Palabras (42 Páginas)778 Visitas
¿ R E S U C I T ó ?
Una mirada crítica al fundamento del cristianismo
(Pro manuscrito - 1992)
(c) Eduardo Arens K.
A mi hermano Alejandro,
en profunda gratitud por
su incansable apoyo.
C O N T E N I D O
Prólogo ................................................... 4
El pilar de la fe cristiana ............................... 7
¿Qué se entiende por "resurrección"? ...................... 9
El presupuesto fundamental ............................... 13
Los testimonios y las fuentes ............................ 16
La tumba vacía ........................................... 20
¿Apariciones? ............................................ 26
El testimonio de Pablo:
I. Antecedentes: Pablo el judío ..................... 30
II. Pablo perseguidor de cristianos ................. 32
III. Camino a Damasco ............................... 38
IV. Objeciones ...................................... 48
¿Y el cuerpo de Jesús? ................................... 51
¿Acontecimiento histórico? ............................... 58
Origen de la afirmación "Jesús ha resucitado" ............ 60
Unas interrogantes más ................................... 63
Implicaciones ............................................ 67
Epílogo .................................................. 70
Abreviaciones - Bibliografía ............................. 71
PROLOGO
El hombre instruido de hoy se caracteriza, entre otros, por tener una mentalidad positivista: cree solamente en aquello que es demostrable o palpable (su santo patrón es Tomás). A menudo lo califica con el término "científico". Lo que no es demostrable, o por lo menos no tiene un sustento creíble dentro de los parámetros de las leyes de la naturaleza, no le resulta fácilmente aceptable. Esto se debe a que el hombre de hoy busca en todo seguridades, incluso en aquello que va a creer. El hombre (sobre todo el joven) instruido es, además, generalmente crítico, cuestionador; no acepta afirmaciones a ciegas; quiere razones o explicaciones razonables. Y estas actitudes se extienden naturalmente al campo religioso y teológico.
Para el cristiano en particular, no faltan momentos en su vida en que dude de su fe, incluso de si todo lo que le han enseñado y en lo que ha creído, particularmente concerniente a Dios y/o Jesucristo, es real, es cierto. Esto se acentúa si la persona es instruida, pensante y crítica: "¿será verdad que...?"
Habría que añadir una tercera actitud no poco frecuente, producto del rebrote del humanismo. Si bien son pocas las personas que niegan la existencia histórica de la persona de Jesús , no son minoría los que --incluso entre los que se consideran cristianos-- ven en Jesucristo simplemente a un admirable modelo de humanismo, un profundo filósofo de la vida, un gran maestro de doctrinas humanitarias, .... La divinidad de Jesús es para muchos un asunto aparte, y además altamente discutible, eso si no tenido por producto del invento posterior de unos "fanáticos" religiosos, un mito de ingenuos o ignorantes. Para éstos la resurrección en sí, más aún la de Jesucristo, pertenece al orden de lo increíble: simplemente es imposible --¡a menos que sea a manos de la ciencia! (con lo que se evidencia una inclinación hacia el ateísmo y se confirma su mentalidad positivista: no es Dios sino la ciencia quien podrá resucitar a un muerto --piense en la hibernación de cadáveres).
Si la resurrección fuera una realidad ordinaria, común, no tendríamos mayor dificultad en creer que se diera. Pero, por ser la Resurrección una realidad extraordinaria, fuera de lo común, más, por ser única, es que precisamente se hace difícil de creer.
Ahora bien, la fe cristiana reposa sobre un dato fundamental que Pablo expuso lapidariamente en una de sus cartas a los corintios:
si Cristo no ha resucitado, vana es vuestra fe,...
(1 Cor.15,17: vea todo el párrafo: v.14-19).
La resurrección de Jesús es, de hecho, el pilar sobre el que reposa la fe cristiana .
Es un hecho que la resurrección de Jesús durante mucho tiempo no ha sido, --y todavía no lo es en general,-- un tema o una verdad al cual la teología le ha dedicado mucho tiempo y espacio. Ciertamente no en el mundo de habla castellana. Sin embargo, ¡se trata de nada menos que del pilar de toda la fe cristiana! No es imposible que el tácito silencio o la implícita depreciación de la resurrección de Jesús, sea responsable, al menos en parte, de la indiferencia o incluso el rechazo del cristianismo como tal, como veremos luego .
Estoy convencido de que la mejor puerta de entrada a la fe cristiana es por el reconocimiento de que Jesucristo real y efectivamente resucitó, tal como se reporta una y otra vez en el Nuevo Testamento (=NT). Después de todo, se trata del CRISTIanismo. La razón para su capital importancia no estriba en el hecho mismo como en su significación y sus implicaciones. Pero este dato central tiene que ser fundamentado. Esto es más serio hoy que antaño pues el hombre mínimamente pensante de fines del segundo milenio lo reclama, incluso lo exige; no se contenta con afirmaciones infundadas, especialmente si ha de darle crédito. A este espíritu pretenden salirle al paso estas páginas.
Dado el tenor de esta monografía, considero que es conveniente que el lector sepa que soy cristiano. Pero, este estudio no procede de una especie de ingenua piedad, sino de un enfoque histórico-crítico, que me es connatural como estudioso de la Biblia por profesión. El énfasis está en ambas palabras, histórico y crítico. No ocultaré objeción alguna que haya llegado a mi atención ni dejaré de cuestionar lo que de hecho puede ser cuestionado. He escuchado especialmente opiniones judías porque las considero como las más valiosas en razón de sus principios religiosos. No se trata, pues, de un conjunto de meditaciones, sino de un estudio, con todo lo que esa palabra significa. Por tanto, como todo estudio "científico", es en gran medida frío y crítico .
No pretendo ofrecer un tratado sobre la resurrección de Jesús . Me limito solamente a aquellos aspectos y consideraciones que son importantes, incluso necesarios, para fundamentar la confesión que Jesús resucitó, para luego esbozar sus implicaciones.
A ti lector te pido que, antes de entrar en el tema mismo, hagas un esfuerzo por dejar de lado tus prejuicios, que son filtros que pueden impedir que comprendas los datos y las argumentaciones, al menos en algunas partes, de lo que expongo en estas páginas. Yo he procurado hacer lo mismo para no dejar que mis propios prejuicios de fe me impidan ver límpidamente los datos que expongo y las interpretaciones así como las objeciones que mentes críticas han planteado. Una vez familiarizado con los datos y con los argumentos, es tu privilegio y tu derecho discutirlos, rechazarlos, o defenestrarlos. Pero que sea con argumentos, no por simple prejuicio, dogmatismo, o incluso oculta conveniencia... Es cuestión de honestidad.
EL PILAR DE LA FE CRISTIANA
Pablo afirmó una gran reconocida verdad en el citado texto de 1 Cor.15,17: "si Cristo no ha resucitado, vana es vuestra fe", es decir, la Resurrección es el pilar de la fe cristiana. ¿Por qué? Simplemente porque la fe cristiana es fe en una persona viva: es adhesión a la persona de Jesucristo tenido por resucitado, exaltado y sentado a la diestra de Dios Padre (para usar términos tradicionales) . Es fe en ese Jesucristo que históricamente vivió en Palestina en el primer tercio del primer siglo d.C., compartió su historia, habló y actuó en nombre de Dios, y fue crucificado como malhechor en Jerusalén en tiempos de Poncio Pilato. Y los cristianos afirmamos que ése no quedó en el mundo de los muertos, sino que "resucitó" (o como quiera que se diga: vea la aclaración más abajo) y está con Dios, siendo uno con Él. Más, afirmamos que él ha sido lo que él mismo afirmaba: el enviado definitivo de Dios; o en términos de Juan, la Palabra (que "era Dios") hecha carne que habitó entre nosotros.
El cristianismo naciente ponía en su predicación misionera la Resurrección como fundamento de su fe en Jesucristo, y era a partir de ese dato, en razón de su implicación (que Jesús no era un farsante, sino que era el esperado enviado de Dios, etc.) que exhortaban a la conversión, a creer en él y aceptar su camino. Basta leer los discursos paradigmáticos en Hechos de los Apóstoles.
Por qué la resurrección de Jesús es el pilar de la fe cristiana queda más claro cuando se toman en cuenta las implicaciones y consecuencias de la misma --las más importantes de las cuales se encuentran brevemente esbozadas en el último capítulo de esta monografía.
--------------
Ser cristiano es ser discípulo de Jesucristo, tenido por el esperado mesías,
...