EDUCADORES RESILIENTES ANTE EL USO DE HERRAMIENTAS TECNOLÓGICAS

EDUCADORES RESILIENTES ANTE EL USO DE HERRAMIENTAS TECNOLÓGICAS

RESUMEN

En el presente ensayo se describe un aspecto de la realidad que acompaña día a día a la educación venezolana en todos los niveles: el uso de herramientas tecnológicas, analizándolo desde el punto de vista de la resiliencia, la cual se entiende como la habilidad de experimentar circunstancias adversas y superarlas con éxito y surge como un comportamiento observable, habitual, el cual posibilita el éxito en las funciones docentes, tales como: docencia, investigación, extensión; pero, además aspectos como proactividad, desarrollo personal, liderazgo, comunicación, entre otros. Para ello se realizó un análisis documental, bibliográfico en donde se consideraron los aportes de varios autores, así como la opinión de diferentes  autores referidos a ambas temáticas, concluyendo que el educador debe ser resiliente para recuperarse de eventos negativos propiciados el cambio propiciado por la aparición de las tecnologías, adaptándose al uso de las herramientas tecnológicas.

Palabras clave: resiliencia, herramientas tecnológicas, educación

Introducción

La resiliencia se considera como una fuerza impulsora de las mejores capacidades del ser humano para afrontar la adversidad y seguir proyectándose creativamente en el futuro a pesar de los acontecimientos desestabilizadores que encuentre en el camino, los cuales se convierten en retos para la persona resiliente.

Esta capacidad es dinámica, debido a que obedece a un impulso vital innato del ser humano, que lo lleva a negarse a renunciar y, por otro lado, a unir su energía para salir adelante. Existe, por lo tanto, un espíritu de superación del individuo que emerge al enfrentar situaciones que parecen insuperables.

De acuerdo con las concepciones sobre resiliencia, esta  es entendida como resistencia y puesta en marcha de mecanismos sutiles de supervivencia, es decir, que solo se da en unas personas y en otras no, de esta forma posiblemente  se da  solo en circunstancias adversas, o también podría  generarse a partir de apetencias y anhelos profundos del ser.

Actualmente, los docentes se ven enfrentados a situaciones de gran estrés producto de la realidad sanitaria que vive el país, la cual los ha obligado a utilizar herramientas tecnológicas, desconocidas para algunos de ellos, sobre todo aquellos con más antigüedad dentro de la docencia. La virtualidad, se convierte así en la nueva condición en la que se generan los procesos sociales y, donde la educación encuentra un nuevo escenario de aprendizaje en/a través de Internet.

Esta realidad demarca una novedosa territorialidad, con características propias, redefiniendo las estrategias didácticas propias de una educación anclada en la presencialidad, así como también los estilos de interacción educativa en virtud de los flujos temporales generadores de la comunicación en red, síncrona/asíncrona, flexibilizando la secuencialidad de las actividades curriculares. De allí que sea indispensable que los educadores sean resilientes en el uso de las herramientas tecnológicas, pues esto les permite adaptarse y construir a partir de la adversidad que representa ese desconocimiento.

Resiliencia

El concepto de resiliencia ha  estimulado la atención de investigadores en diferentes áreas del saber: psicología, medicina, educación. En la actualidad, la psicología positiva, rama de la psicología de reciente aparición, orienta   sus investigaciones  a comprender los procesos que subyacen  a  las cualidades y emociones positivas del ser humano, las cuales han sido ignoradas por mucho tiempo.

Desde esta perspectiva,  la resiliencia como fuerza impulsora de  las mejores capacidades del ser humano para afrontar la adversidad, ha sido objeto de estudio de numerosos investigadores como Seligman (2002),  Retter (1993), Grotberg (2013). Los estudios revelan la estrecha relación entre resiliencia y creatividad. Las investigaciones dan fe de la inmensa capacidad del ser humano para seguir proyectándose creativamente en el futuro a pesar de los acontecimientos desestabilizadores que encuentre en el camino los cuales se convierten en retos para la persona resiliente.

Por otro lado, para las ciencias sociales, la resiliencia se corresponde con  la capacidad humana de hacer frente a las adversidades de la vida, superarlas y salir de ellas fortalecida o, incluso, transformarlas. En este sentido Manciaux (2005), considera que esta capacidad es sometida a prueba, activándose frente a situaciones de estrés severo y prolongado, lo que generaría a su vez, una serie de condiciones que provocan mayor resistencia o vulnerabilidad.

Esta capacidad, en nuestra opinión, es dinámica, debido a que obedece a un impulso vital innato del ser humano, que lo lleva a negarse a renunciar y, por otro lado, a unir su energía para salir adelante. Existe, por lo tanto, un espíritu de superación del individuo que emerge al enfrentar situaciones que parecen insuperables.

Bajo ese contexto, la resiliencia es la capacidad de una persona o grupo para seguir proyectándose en el futuro a pesar de acontecimientos desestabilizadores, de condiciones de vida difíciles y de traumas a veces graves. La resiliencia se sitúa en una corriente de psicología positiva de fomento de la salud mental y parece una realidad confirmada por el testimonio de  personas que, aun experimentando  situaciones traumáticas, han conseguido encajarla y seguir desenvolviéndose y viviendo, incluso, en un nivel superior, como si el trauma vivido y asumido hubiera desarrollado en ellos recursos latentes e insospechados.

Aunque durante mucho tiempo las respuestas de resiliencia han sido consideradas como inusuales e incluso patológicas por los expertos, la literatura científica actual demuestra de forma contundente que la resiliencia es una respuesta común y su aparición no indica patología, sino un ajuste saludable a la adversidad.    

Las diferentes definiciones enfatizan las características del educador resiliente: habilidad, adaptabilidad, baja susceptibilidad, enfrentamiento efectivo, capacidad, resistencia a la destrucción, conductas vitales positivas, temperamento especial, habilidades cognitivas, desplegadas frente a situaciones adversas estresantes que le permitan atravesarlas y superarlas. Resulta importante distinguir dentro de la definición de resiliencia, tres componentes esenciales: adversidad, puede designar una constelación de muchos factores de riesgo, o una situación de vida específica.

Tecnologías de información y comunicación

La  evolución tecnológica actual, así como la situación sanitaria que vive el país, transforma las condiciones laborales, transmisión de la información, incluso la manera de disfrutar el ocio, delineando un nuevo tipo de sociedad tecnológica, la cual plantea un cambio trascendente de los individuos, surgiendo la necesidad de un nuevo planteamiento educativo, pues la potencia que las últimas tecnologías (especialmente las redes) manifiestan en procesos como la transmisión de información y conocimiento o comunicación, incentiva la incorporación de estos recursos al proceso de formación.

De esa manera, la formación virtual se convierte una forma de educación a distancia que aprovecha el potencial telemático de Internet para desarrollar la enseñanza, reglada o no, a través de actividades de aprendizaje apoyadas en entornos virtuales de aprendizaje, pues en un contexto de generación de nuevas demandas y necesidades para avanzar en la sociedad del conocimiento, la activación de procesos de innovación docente, favorecedores de metodologías activas, así como el uso de entornos virtuales de aprendizaje, son esenciales para ofrecer situaciones idóneas para el desarrollo competencial de los estudiantes.

En este sentido, señalan Uceda y otros (2009), las tecnologías de información y comunicación se han convertido en un elemento clave en los procesos de formación, gestión e investigación en muchas universidades del mundo además, en los últimos años está experimentando un desarrollo sin precedentes, pues los entornos virtuales de aprendizaje pueden actuar como artefactos mediadores entre el docente y el estudiante o entre iguales que proporcionan un contexto educativo singular, virtual facilitador de procesos interactivos de construcción de conocimientos.

Es importante señalar, que es difícil concebir la posibilidad de emprender marcha atrás, por cuanto la adopción de las TIC, es imparable y necesaria, porque los esfuerzos siguen siendo indispensables, pues aun cuando un gran número de instituciones educativas ya forman parte de esta tendencia, muchas están aún atrasadas.

Por lo tanto, las tecnologías en  la sociedad de la información aparecen como un auténtico motor de las instituciones educativas, en las cuales recae en gran medida la obligación de gestionar el cambio para  dar posibilidad al talento humano de desarrollar sus habilidades creativas e innovación, por ello, la administración pública o privada tiene el papel de concienciar a la sociedad en su conjunto sobre el uso adecuado de la tecnología su importante e impacto en el desarrollo de la sociedad.

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