El Ciber-espacio
pablis26 de Septiembre de 2012
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EL CIBERESPACIO: EL NO LUGAR COMO LUGAR EDUCATIVO
1.- Introducción.
Imágenes que hasta hace poco tiempo podrían considerarse de películas futuribles, cada día son más usuales en nuestro contexto inmediato. Hoy, nadie se extraña de que algunas personas vayan hablando con otras a través de un teléfono móvil; tampoco, de que las antenas parabólicas comiencen a inundar las terrazas de nuestras casas, edificios e instituciones; o la comunicación directa en imagen y sonidos con personas situadas en otros puntos del continente.
Estos cambios, están dando lugar a nuevas realidades culturales y sociales, para los cuales tendemos acuñar nuevos términos, que van desde los más generales como "Telepolis" (Echevarría, 1994) o "Tecnópolis" (Postman, 1994) utilizados para referirnos a las nuevas condiciones culturales, sociales, económicas y políticas que se están generando en nuestra sociedad. Hasta los concretos como los utilizados, para referirnos a las nuevas modalidades de trabajar, "el teletrabajo"; las nuevas formas de organizar las estúpidas guerras, "la teleguerra"; las nuevas formas de comunicarnos e interaccionarnos, "las telecomunicaciones"; la organización de una nueva medicina, "la telemedicina"; la organización económica, "los telebancos"; y de los que nos centraremos en el presente trabajo: "la teleenseñanza" y la "teleescuela".
Como podemos observar, todos estos términos giran en torno a las pantallas y los monitores de televisores y ordenadores, como instrumentos de observación e interacción de las personas. Posiblemente en un futuro inmediato estos instrumentos no sólo nos servirán para el entretenimiento, sino que a través de ellos se organizarán más actividades como las ya citadas por nosotros.
La base de estos cambios nos la encontramos en las modificaciones que se están produciendo en lo más profundo de nuestra sociedad, ya que nos encontramos en un período de transición entre una sociedad industrial y una de la información. Sociedad, que entre todas las diferencias, viene marcada, como apuntan Tiffin y Rajasingham (1995, 2), porque la:
"... sociedad industrial depende del movimiento físico de las personas y mercancías, para ello las infraestructuras críticas tecnológicas son raíles, carretereas y redes de comunicación y redes de transporte aéreos. La infraestructura críticatecnológica de una sociedad de la información, sin embargo, son las redes de telecomunicaciones".
Esta nueva realidad está siendo posible gracias a la utilización conjunta e interactiva de dos tecnologías: ordenadores y telecomunicaciones. Tecnologías, y formas de utilización, que están comenzándose a utilizar en algunos sectores culturales y sociales, y que ya estas primeras experiencias apuntan que su utilización será más profunda y constante en un futuro inmediato.
En el terreno educativo, si es cierto, que se han utilizado de forma individual y de ellas contamos con experiencias como: la simulación mediante ordenadores, la enseñanza programada, o la televisión educativa; también lo es, que su desarrollo conjunto e interactivo es bastante limitado y contamos con pocas experiencias y todas ellas en fase experimental.
Frente a esta limitada utilización en el terreno educativo, nos encontramos con que en otros sectores, como el de la investigación, la comunicación, la industria y la economía, su uso empieza a ser constante y relevante. Valga como ejemplo, el de la red Internet, que desde sus comienzos en 1969 con el nombre de ARPAnet bajo los auspicios del Departamento de Defensa de los EE.UU, creada para que las instituciones de enseñanza superior encontraran una vía de interacción económica y rápida, hasta la actualidad su evolución ha sido tan amplia que empieza a ser complejo aportar algún dato sobre su evolución, pues rápidamente se convierten en obsoletos. Por aportar algún dato, se comenta que estamos en una tendencia de evolución del 180% anual en el parque de ordenadores que se incorporan a la red, evolución que se amplía consideradablemente en el número de personas que se introducen en ella.
El caso de la evolución de las telecomunicaciones por satélite y cable, si bien es cierto que nosotros no contamos por una fuerte experiencia, debido entre otros motivos por la falta de marco legislativo, calidad de nuestro parque tecnológica, actitudes que tenemos hacia las mismas, y nuestra distancia geográfica; también lo es que en los últimos años su presencia se está haciendo más constante, como lo demuestra la observación de nuestros tejados, la aparición de revistas especializadas en informar de esta programación, la introducción en ciertos diarios de su programación, o el desarrollo de industrias específicas.
Evoluciones que si nos paramos a pensar que se encuentran en sus momentos iniciales, nos puede llevar a reflexionar sobre un estado futuro de desarrollo y uso en el terreno de las comunicaciones, y por ende, como posteriormente intentaremos exponer, en el terreno de la educación y la enseñanza.
Pero antes de adentrarnos en el análisis de sus posibilidades, limitaciones y exigencias en el terreno educativo, dedicaremos unos instantes a precisar uno de los términos que actualmente se vienen utilizando para referirnos a estos espacios de interacción que nos sugieren las nuevas tecnologías, como es el término ciberespacio.
2.- El ciberespacio: un espacio educativo
Desde que en 1986 William Gibson, autor de libros ciencia ficción utilizó el término ciberespacio en su obra "Neuromancer", para hacer referencia a una red de comunicación global mediante ordenadores, éste se ha extendido por la literatura con verdadera fuerza. Digamos desde el principio que por él podríamos entender: el espacio físico no real en el cual se tiende a desarrollar nuestras interacciones comunicativas mediáticas.
Como indica Mcfadden (1994), el ciberespacio se nos presenta como un espacio de comunicación caracterizado por una red de canales de información, que se encuentran organizados de tal forma que toda la información acumulada en cada uno los puntos, se encuentra a disposición de todos los puntos de la red, llegándolo a precisar como:
"... un espacio abstracto de adquisición de información, del cual surge información y se recibe información" (Mcfadden, 1994, 340).
Recientemente Nieves (1995) para explicar su significado utiliza un símil de fácil comprensión, por ello lo reproducimos. Este autor comienza su explicación llamándole la atención al lector para que reflexione sobre el espacio físico en el que cree que se encuentra cuando realiza una conversación telefónica con otra persona:
"... [[questiondown]]dónde se produciría entonces la conversación? [[questiondown]]En su casa? [[questiondown]]En la oficina de la persona con la que está hablando? [[questiondown]]En ambas a la vez?... En realidad, ninguno de los dos conversadores se mueve, por lo menos no físicamente, pero ambos desplazan una porción de sí mismos hasta un plano intangible, pero existente, en el que la comunicación, a pesar de la distancia se hace posible."
Esta situación tan cotidiana, y diría que tecnológicamente elemental en el mundo actual en el que nos movemos, se verá potenciada en incrementada en un futuro, con las posibilidades que las nuevas tecnologías, las tecnologías avanzadas y los nuevos canales de la comunicación e información pueden tener para la sociedad en general y para el terreno educativo en particular (Cabero y Martínez, 1995). Así por ejemplo, nos veremos dirigidos no sólo a comunicarnos con un tipo de código, sino que este se verá ampliado con diferentes de ellos que van desde el sonido al dato impreso, desde la imagen fija a la imagen en movimiento, y desde la comprensión de la señales como la RDSI (Red Digital de Servicios Integrados) hasta la tecnología experimental del ATM (Modo de Transferencia Asincrónico), que permitirá la transmisión de señales visuales en movimiento con altos parámetros de calidad técnica.
Este espacio conceptual, físico pero no real, es al que podemos denominar como ciberespacio; es decir, un espacio físico, no real en el cual se tienden a desarrollar nuestras interacciones comunicativas mediáticas. De tal forma que emisores y receptores, establecerán en todas, pero en ninguna parte, espacios de encuentros para la comunicación, superando las limitaciones espaciotemporales que la realidad física nos impone. Ello implicará que podremos interaccionar con otras personas ubicadas dentro de la red global de comunicaciones, independientemente del lugar donde se ubique, facilitándose de esta forma el acercamiento entre las personas, y haciendo viable la idea de la aldea global que formuló en su momento el filósofo de la comunicación Mcluham.
Ahora bien del ciberespacio, no sólo es abolido el espacio físico como elemento determinante para que la interacción y la comunicación se produzca, sino también el tiempo físico en el que esta llegue a establecerse. Tiempo que puede ser el mismo y también diferente entre el emisor y el receptor, facilitándose de esta forma la flexibilidad en la comunicación, y permitiendo que las personas para comunicarse no tengan porque estar en el mismo momento temporal. Pero dejemos aquí las referencias a estos conceptos pues posteriormente las retomaremos en el caso particular de la comunicación de la enseñanza, deteniéndonos entonces en las posibilidades que ello puede abrir.
Recientemente Thurman y Matton (1994) para analizar la realidad virtual y las posibilidades que esta ofrecen en el terreno educativo,
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