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andres0402767 de Septiembre de 2012
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EDUCACIÓN, TRABAJO Y GLOBALIZACIÓN:
UNA PERSPECTIVA DESDE LA UNIVERSIDAD
Luis Alberto Malagon Plata
Profesor Universidad del Tolima, Colombia
Dos grandes escenarios emergen en el mundo de hoy, en las últimas décadas del siglo XX. La
sociedad del conocimiento y la Globalización. Tanto uno como otro constituyen plataformas sobre las cuales
se generan los diferentes procesos que configuran la vida social en todas sus manifestaciones y han
incidido drásticamente en la modificación, tanto de los paradigmas educativos como sobre la naturaleza del
trabajo.
Se denomina sociedad del conocimiento a esa nueva etapa de la civilización humana en la cual el
recurso económico básico, el principal medio de producción ya no es la tierra o los recursos naturales, ni el
trabajo, ni tampoco el capital, sino el conocimiento. “La sociedad del conocimiento es el sistema económico
y social en donde el producto final se caracteriza más por un valor agregado de conocimiento incorporado,
que por la cantidad de materiales utilizados en su manufacturación”
1
.
Si esto es así, el conocimiento y, por tanto, la educación, serán el fundamento del nuevo orden
social que comenzará a configurarse acompañando el devenir del tercer milenio.
En el nuevo milenio, cada individuo y cada organización construirá su capacidad de acción y, por tanto,
su posición en la sociedad, mediante el conocimiento y la capacidad para generar nuevo conocimiento, que
le permita adaptarse al ritmo veloz del cambio. Este es el rasgo central de las sociedades del conocimiento,
o sociedades capaces de generar conocimiento acerca de su realidad y de su entorno, y capaces de utilizar
dicho conocimiento para concebir y construir su futuro. De esta forma, el conocimiento se convierte no sólo
en instrumento para explicar y comprender la realidad, sino también en motor de desarrollo y factor
dinamizador del cambio social”
2
.
De igual forma Drucker, afirma lo siguiente:
Las actividades centrales de creación de riqueza no serán ni la asignación de capital a usos productivos
ni el trabajo –los dos polos de la teoría económica de los siglos XIX y XX, bien fuera clásica, marxista,
keynesiana o neoclásica. El valor se crea por la productividad y por la innovación, ambas aplicaciones del
conocimiento al trabajo. Los grupos sociales dominantes de la sociedad del conocimiento serán los
“trabajadores de conocimiento” -ejecutivos instruidos que saben asignar sus conocimientos a usos
productivos- […].
3
De alguna forma, la sociedad del conocimiento es la sociedad de la educación y podríamos decir
que la centralidad del conocimiento significa la centralidad de la educación. A medida que el conocimiento
se convierte en el factor de producción más importante en la vida social, la educación adquiere dimensiones
más allá de las institucionalidades tradicionales. Hoy todos hablamos de educación permanente para
1
NIÑO DÍEZ, Jaime. El liderazgo estratégico en Educación a Distancia. En: CONFERENCIA INTERNACIONAL DE EDUCACIÓN A
DISTANCIA. La solución educativa para el siglo XXI. Memorias. (Cartagena, 1998). Santa Fe de Bogotá: ICFES, 1999. p. 13.
2
CHAPARRO OSORIO, Fernando. De la sociedad de la información a la sociedad del conocimiento. En: GÓMEZ BUENDÍA,
Hernando; comp. ¿Para dónde va Colombia? 1 ed. Santafé de Bogotá: Tercer Mundo y COLCIENCIAS, 1999. p. 252.
3
DRUCKER, Peter F. La sociedad postcapitalista. Bogotá: Norma, 1994. p. 8.Malagón Plata, L. A.: Educación, trabajo y globalización: una perspectiva desde la universidad
Revista Iberoamericana de Educación (ISSN: 1681-5653)
2
referirnos a procesos educativos en la inmensidad de la cotidianidad; a educación para toda la vida, para
referirnos a educación de las personas en todas las etapas de su vida. No hay límites, ni hay espacios en
donde la educación no fluya.
Difícilmente hoy, podría hablarse de instituciones educativas y no educativas o de entornos
educativos y no educativos. El conocimiento y la educación se constituyen en pilares básicos de la
existencia humana. Siempre lo fueron, pero hoy son reconocidos más allá de una decisión política e
histórica.
A decir de Brunner, “Las transformaciones de su entorno más próximo son de tal magnitud que
hacen prever, efectivamente, una revolución de alcances similares a aquellas otras que dieron origen a la
escolarización de la función educativa, luego a la organización estatal de la educación y, más
recientemente, a la masificación de la enseñanza”
4
. El impacto de la sociedad del conocimiento en la
educación ha generado modificaciones en los contextos educativos y escolares y ha creado grandes
incertidumbres en el futuro mismo de la educación:
· El conocimiento deja de ser lento, escaso y estable. La Universidad de Harvard tardó 275 años
en reunir un millón de volúmenes, y hoy en sólo cinco años reunió el último millón. En 1900
habían 10.000 revistas, hoy tenemos más de 100.000 mil de ellas.
· La escuela, dejó de ser la única o por lo menos la más importante agencia de socialización e
interacción de los sujetos con el conocimiento y la información. La formación, la investigación y
el contacto con el mundo se encuentran mediatizados por las nuevas tecnologías de la
comunicación y la información - NTCI, colocando a la escuela en la disyuntiva de cambiar o
perecer.
· Las capacidades o competencias básicas de la formación para la socialización en el mundo se
han modificado tanto que se ha pasado del aprendizaje de conocimientos, habilidades y
destrezas, al metaprendizaje, es decir al aprender a aprender.
· Aunque de manera desigual y a veces combinada, las tecnologías tradicionales de enseñanza
han dado paso a las nuevas tecnologías creando una brecha grande entre las generaciones y
profundizando las grandes diferencias en el mundo entre los que tienen y los que quisieran
tener.
· El énfasis en los procesos de producción y reproducción del conocimiento se han desplazado
de la enseñanza al aprendizaje, de la formación grupal a la formación individual y en pequeños
colectivos.
Pero de la misma forma como se aplauden los impactos favorables y beneficiosos de igual manera
un manto de preocupación e inquietudes cubren el accionar de esos impactos, en especial sobre las
conductas y comportamientos de los nuevos cyberclientes educativos y el futuro mismo de la humanidad,
cuando poco a poco los sujetos sociales desplazan sus responsabilidades sobre el control de la vida misma
a un entorno cibernético, autorregulado y con posibilidades de reproducción incontrolada.
4
BRUNNER, José Joaquín. Educación: escenarios de futuro. Nuevas tecnologías y sociedad de la información. 1 ed. Santiago de
Chile: PREAL, 2000. p. 17. (Documentos, 16).Malagón Plata, L. A.: Educación, trabajo y globalización: una perspectiva desde la universidad
Revista Iberoamericana de Educación (ISSN: 1681-5653)
3
Hablar de sociedad globalizada o globalizante significa reconocer que en lo económico, en lo
político y en lo cultural, han sido superadas las barreras regionales, nacionales e incluso continentales, con
una marcada tendencia hacia la homogenización. La globalización afecta a toda la realidad cultural. Sin
embargo, no es un proceso lineal y no involucra de la misma manera a todos los países del mundo, ni
resulta igualmente favorable a todos los habitantes de la Tierra. Debido a los diferentes niveles de desarrollo
en los países, la globalización tiene consecuencias contradictorias en unos y otros países.
En el marco de la globalización, la polarización económica es un fenómeno que se incrementa
constantemente y que va ensanchando más y más la distancia entre los países del primer mundo y los del
tercer mundo en términos de nivel de vida, de desarrollo tecnológico y de oportunidades.
Cada cierto tiempo, como si de un producto comercial se tratara, y algo de eso también suele haber,
surge un nuevo término o concepto que al poco tiempo se nos aparece por todas partes. En breve, una vez
los gurús de los media han hecho suyo el término, y puesto que éstos, como es cada vez más evidente, no
tienen el más mínimo interés en la comprensión de la realidad, resulta de buen tono y demostrativo del
obligatorio aggiornamento hacer un uso prolijo, casi promiscuo, del término en cuestión. Pero, con excesiva
frecuencia, por el camino se pierde o se difumina cualquier apariencia de rigor terminológico. Transvanguardia, modernidad, racionalización, o, más recientemente, post-modernidad o “fin de la historia”, son
claros ejemplos de lo que estamos diciendo. Ahora le toca el turno a “globalización”. Sin duda, se trata del
término de moda, pero bastaría con que hiciéramos un repaso de las utilizaciones que del mismo se hacen
para vernos sumidos en la
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