La Educacion Emancipa Dora

La Educación ante los problemas del mundo de hoy y las alternativas emancipadoras

La guerra fría nacida como consecuencia de las contradicciones entre las dos grandes superpotencias surgidas al fragor de la segunda guerra mundial, a saber, los Estados Unidos liderizando a los estados capitalistas y la Unión Soviética a la cabeza de los países inscritos en el llamado socialismo real, se expresó de diversas formas en todos los planos. El desarrollo de este período finalizó con la caída de los regímenes calificados como socialistas en la extinta URSS y en las naciones de Europa del Este debido, entre otras razones, a la enorme burocratización que operó en dichos estados, la supresión de la democracia en el ámbito político, el desequilibrio entre el desarrollo individual y el desarrollo de la sociedad como consecuencia lógica de la no superación de la propiedad privada sobre los medios de producción, etc. Este hecho cambió notablemente la geopolítica propia de aquellos tiempos basada en la bipolaridad, constituyéndose una nueva correlación de fuerzas en el escenario internacional fundada en la hegemonía de un solo modelo socio-económico impulsado y defendido principalmente por los Estados Unidos.

La pretensión de homogeneizar sistemas económicos, políticos, sociales y la cultura a escala planetaria, la inexistencia de un conjunto de países que hicieran las veces de dique frente a la expansión capitalista, la aceptación casi generalizada de los cantos de victoria de la burguesía internacional (expresados en: “El Fin de la Historia”, “El Fin de las Ideologías”, “La Muerte del Marxismo”)1 y el consecuente intento de imponer el pensamiento único, hizo posible la ofensiva neoliberal2 orientada a crear las condiciones propicias para la libre movilidad del capital en función de la maximización de las ganancias. El neoliberalismo corriente agresiva del capitalismo, se extendió como un dogma por todo el orbe. La privatización de importantes sectores de la vida nacional, el avance de la desregulación de la economía con la correspondiente supresión de la soberanía, el recorte de la inversión social, la flexibilización y precarización del empleo fueron las características más relevantes del “nuevo orden mundial”. La desterritorialización económica-financiera fue apuntalada por la intervención de los organismos internacionales (OMC, FMI, BM, AID, etc.)3 que aprovechándose del enorme endeudamiento externo contraído por los gobiernos de los países más pobres sirvieron a los intereses de las grandes potencias. Ante las voces disidentes el Terrorismo de Estado, las invasiones militares y los Medios de Comunicación se convirtieron en las principales herramientas para fabricar el “consenso” en torno a la necesidad de estas políticas.

En Venezuela la receta neoliberal, cuyos orígenes de aplicación data de los años 804, fue implementada abiertamente en el segundo mandato de Carlos Andrés Pérez (CAP) y con plena acentuación durante el segundo gobierno de Rafael Caldera. El paquete de medidas económicas aprobado por la gestión de CAP en los primeros días de Febrero del año 1989 concitó el más rotundo rechazo de los sectores populares de la nación, generando a escasos 22 días de la toma de posesión del no tan nuevo inquilino de Miraflores, una explosión popular que estremeció la ciudad capital y con ella todo el status quo. Sin embargo, pese a la resistencia del glorioso pueblo venezolano, en la última década del siglo XX, este gobierno y los que le sucedieron, prosiguieron con los dictámenes de la inhumana globalización del capital con su ola de privatizaciones (VIASA, CANTV, SIDOR, etc.), el robo de las prestaciones sociales de los trabajadores, la tristemente célebre “Apertura Petrolera” con su secuela de onerosas pérdidas para la nación, la liberalización de los precios, las políticas de austeridad fiscal como el IVA, etc.

Con el ascenso de Hugo Chávez a la presidencia se inicia una etapa marcada por el intento de construir un nuevo modelo societal, fundamentado en el principio de equidad y aprovechamiento por parte de toda la población de la riqueza producida por los trabajadores venezolanos. La materialización de esta tentativa encaminada a constituir un orden novedoso, ha implicado ya una confrontación con los defensores de las relaciones de propiedad y de poder que subyacen a la sociedad venezolana, y que están contempladas en el texto constitucional de 1999. En consecuencia, la edificación de una nueva sociedad requiere, entre otras tareas, la superación de los preceptos constitucionales que garantizan la propiedad privada en ámbitos trascendentales de la vida nacional.

ALTERNATIVAS EMANCIPADORAS

CARACTERISTICAS

• Terminar con la propiedad privada y sustituirla por una propiedad colectiva o estatal, al igual que los medios de producción: el Estado gestiona las empresas o cede la gestión a cooperativas, y la propiedad privada se reduce a bienes personales.

• Eliminar las clases sociales y establecer la vigencia del proletariado en tanto se constituye a sociedad comunista, sin clases y sin Estado. ¡Realizar una planificación centralizada de la producción, la distribución y el consumo.

• El Estado dirige la economía mediante planes que marcan los objetivos de desarrollo.

• Un partido único, el Partido Comunista, domina la vida política y económica, ejerce el monopolio del poder y controla la administración, las empresas, etc. interés social, por el que los beneficios económicos deben permitir la atención sanitaria, cultural y educativa de todos.

TIPOS DE SOCIALISMO

Socialismo Utópico: Es la primera corriente

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