Los Siete Saberes De La Educación

INSTITUTO UNIVERSITARIO EN SISTEMAS

ADMINISTRATIVOS DE MONTERREY

DOCTORADO EN EDUCACIÓN

ENSAYO:

LOS SIETE SABERES NECESARIOS PARA LA EDUCACIÓN DEL FUTURO.

EDGAR MORIN

CATEDRÁTICO: LEANDRO SALDAÑA

ALUMNA: ELIZABETH HERNÁNDEZ ZARAZÚA

MONTERREY, NUEVO LEÓN. JULIO, 2013

Los siete saberes necesarios para la Educación del fututo

La UNESCO a través de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, para la ciencia y la cultura publica este libro de Edgar Morin.

En el presente ensayo se condensan los siete principios que propone Edgar Morín donde expone problemas centrales que son ignorados u olvidados y que son necesarios para enseñar en este nuevo siglo. Estos saberes del futuro deberían tratarse en cualquier sociedad y en cualquier cultura sin excepción alguna, ni rechazo según las reglas propias de cada sociedad y de cada cultura.

Aquí un breve resumen de ello.

I. Las cegueras del conocimiento: el error y la ilusión.

• La educación debe procurar dar a conocer lo que es el conocer.

• El conocimiento del conocimiento debe ser una necesidad primaria.

• La educación debe tomar en cuenta los elementos que provocan el error y la ilusión.

Debemos considerar que el conocimiento es una interpretación limitada de nuestros sentidos: La vista, el oído, el tacto y el olfato.

La realidad y su conocimiento sufren una reconstrucción continua a medida que nuestras ideas evolucionan.

Hay veces que las ideas pueden convertirse en dioses de una religión y nos cerramos a su interpretación a la luz de nuevas ideas.

Y así como no hay seres humanos falsos o verdaderos tampoco hay ideas verdaderas o falsas “los hechos son testarudos, los hombres lo son más aun” Max Levin. Cargamos ideas que creemos que son inmutables pero no lo son.

Debemos abrirnos a nuevas ideas en conjunto y no aferrarnos a creer ciegamente en las ideas aceptadas o antiguas.

II. Los principios de un conocimiento permanente

• Abordar problemas globales para inscribir allí conocimientos parciales y locales.

• Aprender los objetos en sus contextos, sus complejidades y sus conjuntos.

• Enseñar los métodos para comprender la influencia entre las partes y el todo en un mundo complejo.

Fragmentamos nuestro conocimiento en áreas específicas, pero no tenemos la visión del todo.

Es necesario tener en cuenta el contexto de los conocimientos para que tengan sentido.

El ser humano es complejo y multidimensional, porque es a la vez biológico, psíquico, social, afectivo, racional. El conocimiento para que sea pertinente debe reconocerlo.

Es necesario enfrentar la complejidad es decir cuando son inseparables los componentes dependientes de un todo.

El aprendizaje por disciplinas impide ver lo global y lo esencial y diluye la responsabilidad individual en la resolución de problemas “No se puede conocer las partes sin conocer el todo, ni el todo sin conocerlas partes”. Pascal

Debemos desarrollar la inteligencia general para resolver problemas usando el conocimiento de una manera multidimensional, tomando en cuenta la complejidad, el contexto y con una percepción global.

III. Enseñar la condición humana

Tomar conocimiento y conciencia de lo que significa ser “humano”, para uno mismo y para los que nos rodean.

Considera la conexión entre todas las ciencias y materias y mostrar la unión indisoluble entre la unidad y la diversidad de todo lo que es humano.

Nos olvidamos que cada individuo posee una identidad que debe ser respetada. Nuestra identidad individual asociaba a nuestra identidad como especie y la identidad social conforma un trinomio propio de la realidad humana.

La animalidad y la humanidad constituyen nuestra humana condición y por eso es necesario entender el fenómeno de la hominización.

Existe unidad humana y una diversidad humana al mismo tiempo.

Por un lado la unidad de los rasgos biológicos del homo sapiens, y por el otro una diversidad psicológica, cultural, social. Comprender lo humano significa entender su unidad en la diversidad y su diversidad en unidad. Somos individuos especie y sociedad al mismo tiempo.

Debemos entender que el destino de los seres humanos tiene la faceta del destino de la especie humana, y el destino individual y el social entrelazados e inseparables y que tenemos un destino y un a condición común como ciudadanos de la tierra.

IV. Enseñar la identidad terrenal

La identidad terrenal y el destino de nuestro planeta deben convertirse en uno de los mayores objetos de la educación.

Hay que enseñar

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