Un Mundo Feliz

YO ROBOT, explica la fascinación humana con seres artificiales, en la cual, se cuestionan ciertas cuestiones filosóficas, tales como: el sentido de la vida, la personalidad y la moralidad. Este enfoque, por tanto, hace que sea irónico .

Lo que diferencia a Asimov del mundo imaginado en movimiento es la invención de un "cerebro positrónico", descrito como un "globo esponjoso de plantinumiridium" reducido al tamaño de un cerebro humano . Este tipo de cerebro hace posible el paso de la máquina de robot, a un ser tan humano solo con la diferencia de que el humano es moralmente superior.

Sabiendo que es arriesgado hacer a estos seres más fuertes, más inteligentes y más morales que los humanos aplica estas Tres Leyes de la Robótica:

Primera Ley - Un robot no debe dañar a un ser humano o, por inacción, permitir que un ser humano sufra daño.

Segunda ley - un robot debe obedecer las órdenes dadas por los seres humanos, excepto cuando tales órdenes entren en conflicto con la Primera Ley.

Tercera ley - un robot debe proteger su propia existencia, hasta donde esta protección no entre en conflicto con la Primera o la Segunda (p.44-45)

De estas tres leyes durante el transcurso de la obra se desarrolla una nueva ley, la cual se toma como ley cero, la cual plantea lo siguiente “ninguna máquina puede dañar a la humanidad; o, por inacción, dejar que la humanidad sufra daño”.

A lo largo del desarrollo del libro, se van planteando ciertas problemáticas en las que interfieren diversos seres robóticos, en las que se van cuestionando las leyes anteriores, las cuales son resueltas por Ingenieros especializados. A continuación se dan ejemplos donde interfieren las leyes de la robótica en la creación de éstos.

En primer lugar "Robbie", un robot que llega una familia como compañero de juegos y cuidador de Gloria (según la idea de Asimov, remplazando a un humano que pudiera llevar el rol de niñera), esto con el fin de que Gloria no cree cierto apego a “la persona“ de la cual esta a cargo, sin que la niña corra algún peligro ya que el robot debe apegarse a las leyes de la robótica siguiendo todas y cada una de las ordenes de los padres de la niña (sus patrones), pero todo esto se ve afectado debido a los prejuicios contra los robots que tiene la madre de Gloria, Robbie es devuelto al lugar donde fue creado. Aquí es entonces cuando surge uno de los problemas, ya que Gloria se encariña con Robbie, y cuando su madre le dice que la máquina no va a volver, ella grita: "¡No era una máquina! Era una persona como tú y como yo y además era mi amigo...”(Asimov, I.,”I Robot”, pag. 20).

En conclusión tomando en cuenta los aspectos planteados en este primer capitulo, tenemos que el reemplazo de un ser humano por un robot no tuvo el, éxito pensado, ya que no se pudo evitar que se creara un lazo afectivo entre la maquina y la niña, obteniendo solo la perdida de un empleo para una persona.

Continuando con la Segunda y tercera Ley de la Robótica. Speedy, este robot en particular era caro, razón por la cual tenía reforzada la Tercera Ley, la de la Auto-conservación, con el fin de protegerse más debido al costo del mismo. Al recibir una orden de los humanos, el robot está obligado a cumplirla siguiendo el dictado de las Leyes de la Robótica.

Sin embargo, esta orden significa un peligro para el robot, y como la Tercera Ley estaba reforzada, se establece un equilibrio entre los potenciales de las 2 Leyes. La Segunda lo obliga a avanzar, mientras que la Tercera lo obliga a retroceder. Ocasionando un gran conflicto en el cual, consecuentemente, el robot no sabe qué hacer, y se queda en un estado comparable al de ebriedad en un ser humano.

En el tercer capítulo denominado “Razón” se pone en duda el postulado de que ningún ser puede crear a un ser más perfecto que él, todo esto debido a que comienza a existir una cierta igualdad entre inteligencias humana y artificial, y tomando en cuenta las “debilidades” humanas, más que nada físicas, de resistencia en comparación con los cuerpos metálicos, sólidos y resistentes de un robot.

Partiendo de esto se muestra a un robot que comienza a cuestionar su propia existencia, ya que se comienza a asemejar su inteligencia artificial con la humana, lo que lleva al robot a plantearse la siguiente reflexión “yo, por mi parte, existo por que pienso”(Asimov, I., “I Robot”, pag. 56). Llevando a Asimov a construir un paralelismo filosófico con Descartes (“Pienso, luego existo”).

El robot, también comienza a cuestionar el origen de los humanos, planteando a los humanos la pregunta siguiente “¿De qué punto de luz pretendes venir?” (Asimov, I., “I Robot”, pag. 54) creando un gran conflicto debido a la postura escéptica del robot, el cual así como Descartes, dice: “no acepto nada por autoridad. Una hipótesis debe ser corroborada por la razón, de lo contrario, carece de valor; y es contrario a todos los dictados de la lógica suponer que vosotros me habéis hecho.” (Asimov, I., “I Robot”, pag. 57), creyendo absolutamente nada de lo que los humanos dicen y de lo que lee, ya que el mismo se ha creado una verdad, tomando como hipótesis lo que los humanos consideran como hechos, sosteniendo su verdad en suposiciones y fe, sin poder conmoverla ningún postulado.

Para este robot, su creador es el Señor, el cual creó primero a los humanos y después los comenzó a sustituir por seres perfeccionados: los robots.

Creando todo esto por consiguiente el problema de que las ordenes que le son dadas al robot por parte de los humanos, son totalmente desobedecidas, ya que el se considera superior a ellos, creando un fallo total en las Tres Leyes de la Robótica que se supone son inherentes a todo robot. Aunque todas sus

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