APLICACIÓN DE AMBIENTES DE APRENDIZAJE EN LA PRÁCTICA DOCENTE

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ESCUELA NORMAL FRONTERIZA TIJUANA[pic 3]

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 APLICACIÓN DE AMBIENTES DE APRENDIZAJE EN LA PRÁCTICA DOCENTE.

A lo largo de la historia educativa se ha buscado de manera desesperada las formas en las que el educando pueda recibir, retener más rápido y mejor la información que le aporta el profesor. Con el tiempo los avances tecnológicos han avanzado y han logrado estar inmersos en el ámbito educativo y nos encontramos aquí, donde la educación ya no es retención sino la comprensión y la concientización por parte del alumno sobre lo que se quiere aprender. Porqué el debería querer aprender, no sentirse presionado a tener que. La escuela debería ser una herramienta para la vida.

‘’El maestro que intenta enseñar sin inspirar en el alumno el deseo de aprender está tratando de forjar un hierro frío’’. (Mann, 1796-1859)

¿Cómo inspirar al educando? Es ahí donde entramos a los ambientes de aprendizaje. Y en conjunto nos damos cuenta que la aducuación de estos no es unicamente en el aula, porqué el aprendizaje no sucede solo ahí, sino que se da de manera inhata en otros ambientes donde el niño se desarrolla.

1. Ambientes de aprendizaje centrados en el educando.

Los ambientes centrados en el educando tienen especial detalle en los conocimientos, habilidades, actitudes y creencias que los alumnos traen al espacio escolar. Contemplar esto es importante ya que se debe de tomar en cuenta que los alumnos no son pequeñas cajas vacías donde el docente vendría a vaciar el conocimiento, son humanos que tienen conocimientos y habilidades completamente diferentes el uno del otro.
Con esto planteado, lo idóneo sería planear las clases (en la medida de lo posible) teniendo en cuenta que el ser humano opta por seguir diferentes tipos de inteligencia. Hablamos de un ser humano porque eso son los alumnos, y deberían ser tratados como tal, como seres que no están en desventaja intelectual contra un docente y dejar de subestimar sus ideales.

“Una escuela centrada en el individuo tendría que ser rica en la evaluación de las capacidades y de las tendencias individuales. Intentaría asociar individuos, no sólo con áreas curriculares, sino también con formas particulares de impartir esas materias” (Gardner, 1993)

En su libro ‘’ Múltiple Intelligences: The Theory in Practice’’ Howard Gardner nos habla de la existencia de ocho tipos de inteligencias:

1) Inteligencia lingüística.

2) Inteligencia musical.

3) Inteligencia lógica matemática.

4) Inteligencia espacial.

5) Inteligencia corporal – kinestésica.

6) Inteligencia intrapersonal.

7) Inteligencia interpersonal.

8) Inteligencia naturalista.

Tomando esta base, como ideología y no como una clasificación, porqué aun así con la basta información que nos proporciona Gardner, no sería suficiente encasillar a los alumnos en un solo tipo de inteligencia, se trata de buscar a cuales se inclinan más, para atender adecuadamente las necesidades educativas de cada uno.

El sistema forma grupos de alumnos, todos con necesidades especiales ¿Por qué seguirles enseñando y no guiando para que conformen su aprendizaje?

Porqué el éxito estudiantil que se nos otorga, es uno impuesto por el sistema. Nos dará una idea de lo que es el éxito según los requerimientos que tenga para su próxima necesidad.
No pedirán una sociedad que se conozca en introspectiva, que tenga necesidades intelectuales y que se ame, porque una sociedad que se encuentra a sí misma, es una sociedad libre.

La calidad educativa que debe recibir el educando debe ser según las habilidades que él decida desarrollar y cuando él quiera perfeccionarlas. Solo así podrá exponer su interés por aprender, pero es muy difícil que se logre esa inspiración cuando no se le da la confianza de concretar la libertad en la adquisición de conocimiento que deseamos que ocurra, si no estamos al pendiente de sus necesidades.

1. Ambientes de aprendizaje centrados en el aula.

En el apartado anterior hablábamos de la libertad y la confianza con la cual los niños deberían poder elegir la manera en la que quieren llegar a ser alumnos competentes; Sin embargo los espacios de trabajo actuales de las escuelas mexicanas los condicionan al hacinamiento, a estar espacios de trabajo donde las condiciones no son óptimas ni cómodas para estar cerca cuatro horas, cinco días a la semana. ¿No deberían de ser las aulas espacios de confianza y comodidad?

Muchas veces los niños toman ciertas posiciones para trabajar en los pupitres y los docentes tendemos a decirles ‘’acomódate, no estás en tú casa’’. Esa declaración al decirles que no están en su casa es la manera primordial de decirles entonces que no deberían de sentirse cómodos y en confianza. Quiere decir que entonces estar en la escuela significa estar sentados de una manera que a ellos no les resulta cómoda, pero que según el sistema educativo es ergonómico. Si un alumno se cansa de estar sentado ¿No será que deberíamos entonces cambiar el espacio donde se sientan?

La idea de que los niños deben estar sentados en filas, viendo hacía el frente es una idea del sistema lancasteriano de 1822, hace más de un siglo. No son los tiempos, ni las necesidades, ni los mismos niños.

Se debe buscar la manera en la que todos puedas sentirse como iguales, puedan verse las caras, nadie le dé la espalda a nadie, donde el docente tenga una posición de intermediario entre el conocimiento y el deseo de aprender. Se tiene que encontrar la posición grupal idónea para un ambiente de confianza, como un círculo o un medio círculo. Quizá el aula es muy pequeña para sentarse así, se podría prescindir de los pupitres. Sentarse en el suelo apoyado de cojines o en tapetes ergonómicos, con tablillas de trabajo para poder escribir, en lugar de las mesitas, que a veces son las que quitan más espacio de lo necesario. Tenemos que romper los paradigmas de la organización áulica.

Podría pensarse que en lugar de ayudar eso podría ser un distractor; pero si nos enfocamos a observar las necesidades que vimos en el primer apartado lograremos que el alumno se interese y obtengamos toda su atención, además que será más sencillo si ellos están cómodos.

Un distractor que si es muy común en las aulas, son las láminas que suelen tapizar todo el espacio de trabajo, a veces estas son innecesarias y solo crean ruido visual. Es mejor tener un ambiente libre de cualquier distractor visual.

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