Análisis Institucional TP II

TRABAJO PRÁCTICO II

CONSIGNA 1

Tomando en consideración las herramientas conceptuales y metodológicas que se trabajan a lo largo de la Unidad III del Programa, tracen articulaciones entre la necesidad de promover espacios (y prácticas) de reflexión en las escuelas y la concepción de la escuela como productora de información a la hora de analizar y conocer las instituciones educativas.

Analizar las Instituciones educativas implica diversas formas de revisarlas y evaluarlas, comprendiendo sus particularidades con la finalidad de mejorarlas.

Existen diversas metodologías y herramientas para indagar la realidad de las instituciones educativas, no sólo deben verse las posibilidades de analizarlas por medio de diagnósticos, observaciones, para analizarlas se necesita intervenir en ellas de manera activa, desde el quehacer cotidiano se puede obtener valiosa información que sirva para mejorarlas.

Las instituciones educativas producen mucha información en su quehacer cotidiano, muchas veces esa información no es utilizada por los actores para desarrollar transformaciones para intentar mejorarla. Usualmente las escuelas elevan datos a la administración pública en cuanto a temáticas de índole administrativo y organizacional, la mayoría de estos no son analizados o procesados por las autoridades de la escuela de manera consiente para repensar lo que realmente sucede, a menos, que se les haga una llamada de atención desde inspección.

Las escuelas también pueden ser analizadas por un investigador externo, este puede recolectar información y emitir juicios de valor para la toma de decisiones. Pero no debemos dejar de lado el análisis de los propios actores de la institución, estos son los que transitan en ella de manera cotidiana y pueden intervenir y transformar las prácticas escolares. Por ello, es fundamental definir el tipo de conocimiento que poseen los docentes, ya que a partir de sus prácticas y experiencias pueden realizar distintas interpretaciones de la realidad abordada.

Existen dos tipos de conocimientos que poseen los docentes: “el conocimiento proposicional académico vinculado con las teorías y marcos otorgados por la pedagogía y la didáctica, y el otorgado por la experiencia y la práctica. Pero poniendo énfasis en este último, algunos autores plantean que existiría algo así como un tercer tipo de conocimiento, que surge del nexo de los anteriores, al que llaman ‘las teorías implícitas’”^[1]

Perrenoud citado en la Carpeta de Trabajo expresa: “En la reflexión sobre el oficio de enseñar (…) los saberes racionales no bastan para hacer frente a la complejidad y a la diversidad de situaciones laborales. Por este motivo, la principal apuesta consiste en recuperar la razón práctica, es decir, los saberes de la experiencia basada en un diálogo con lo real y la reflexión en la acción y sobre la acción. La práctica reflexiva tiene como objetivo coparticipar y hacer dialogar entre sí estos diversos saberes.

Desarrollar la práctica reflexiva en el oficio de enseñar va destinado, en primer lugar, a todos los profesionales que analizan y transforman sus prácticas, pero también a los que les acompañan: asesores, formadores, responsables de proyectos innovadores o equipos directivos de escuela”^[2]

Las escuelas deben de utilizar todas las herramientas a su alcance, al igual que los docentes para analizar las instituciones que transitan con el fin de mejorarlas.

CONSIGNA 2

Construyan un ejemplo que, a vuestro criterio, permita desplegar el problema de la autoridad en los vínculos pedagógicos en la actualidad. Fundamenten la pertinencia del ejemplo en articulaciones conceptuales que atiendan a la cuestión del poder, la conflictividad, la confianza y las violencias en las instituciones hoy.

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