CCT Contrato Colectivo de Trabajo

1. Antecedentes históricos del Contrato Colectivo de Trabajo

Mario de la Cueva señala que algunos escritores alemanes encuentran antecedentes del contrato colectivo del trabajo durante la Edad Media. Se celebraron acuerdos entre maestros de taller y los trabajadores, donde se establecían las condiciones laborales dentro del taller. Por un lado, los propietarios de los talleres deseaban generar mayores ingresos y los trabajadores exigían condiciones adecuadas de vida y trabajo.

En estos pactos, el Estado protegió a la unión de los compañeros de taller y la defensa de las necesidades que solicitaban satisfacer en el ámbito laboral. Los antiguos pactos surgieron como iniciativa de los obreros que ofrecen su trabajo a cambio de una remuneración.

Los escritores franceses no hacen referencia a un origen especifico como lo hacen los Alemanes, pero, retomando las características de los conflictos que surgieron en los talleres medievales, Eduard Dolleans menciona estos acuerdos logrados como un primer paso para los convenios de naturaleza colectiva.

Néstor de Buen hace referencia a Alonso García, quien escribió que el origen de los pactos se puede encontrar en épocas recientes, en el siglo XIX. Son una consecuencia de la lucha social y laboral jurídica entre los patrones y los obreros en busca de mejores condiciones laborales. En este mismo sentido, la afirmación de un origen reciente de los convenios colectivos está en le hecho de que estos resuelven necesidades modernas, ausentes en los tiempos antes planteando.

El hombre como trabajador logró, en primera instancia,  la libertad individual de asociación y posteriormente, la libertad de agrupación para la defensa de los intereses en común. Cuando se habla de intereses se describe a un conjunto complejo de ambiciones, valores, deseos, expectativas y otras orientaciones que llevan al trabajador de comportarse de una manera u otra en la búsqueda de la satisfacción de dichos intereses.

La libertad de asociación sindical y su introducción a los textos constitucionales ampliaban las ya existentes garantías de libre reunión y asociación, y se creía que el derecho a la sindicalización era innecesario. La libertad de asociación hace referencia a los fines humanos, deportivos, cultural, etcétera y que es un derecho universal y defensa ante el poder público. La libertad sindical habla de la asociación la búsqueda del mejoramiento de las condiciones laborales y a modo de defensa ante un grupo social con poder.

Para la existencia un contrato colectivo, es necesaria la existencia de un sindicato, sin el cual dicho acuerdo carece de sentido. Al igual que el contrato colectivo, el sindicalismo es un fenómeno reciente o relativamente moderno, de allí que necesitamos un análisis histórico conjunto. El sindicalismo representa la parte protagonista del desarrollo del derecho colectivo del trabajo, la huelga representa el origen del derecho laboral, al tiempo de ser un elemento de coacción y el contrato colectivo de trabajo es el instrumento jurídico, económico y social de esta triada.

De la trilogía sindicato, huelga y contrato colectivo, este último es la principal y más importante consecuencia de la libertad sindical. Este organiza las condiciones laborales en las empresas y busca una coordinación armoniosa entre los trabajadores y el propietario del capital. Si falta alguna de las tres partes, las garantías laborales de carácter colectivo carecen de validez. El orden social está determinado por derecho laboral y este está definido por el desarrollo histórico. El derecho se constituye con base en la historia y da forma y base a los sistemas jurídicos del futuro. Los fenómenos internacionales y mundiales del siglo pasado han influido de manera directa en el desarrollo y aplicación del derecho del trabajo.

1. La perspectiva tradicional de la historia del derecho laboral

a. La era de la prohibición

Si bien existe historia anterior al surgimiento del Estado liberal moderno pues con su aparición las relaciones encuentran su origen y validez legal. Cuando se habla de las relaciones de trabajo se habla también de la lucha de clases y la consecución de la abolición de la explotación del hombre por el hombre.

Con el triunfo de la Revolución Francesa la sociedad permea la aparición de dos grupos sociales antagónicos, con características económicas radicalmente opuesta y con una diferencia de poder muy amplia.

Como se mencionó anteriormente, la existencia del contrato colectivo señala la existencia de un sindicato previamente, aunque una coalición no sindical podría presionar y celebrar un pacto colectivo entre el patrón y los trabajadores. Durante la época de la prohibición, los contratos y convenios que se podrían lograr o que ya existían, se veía limitado por la vigencia de los artefactos jurídicos establecidos.

La etapa de la prohibición toma como ejemplo la Ley Le Chapelier.  En Junio de 1791 esta ley confirmo la desaparición de los gremios del sistema corporativista, prohibía la asociación profesional y las coaliciones de trabajadores para buscar aumento de salarios. Mario de la Cueva escribió que La Ley de Chapelier fue una declaración de guerra del Estado a los trabajadores. Estas prohibiciones dieron a los obreros un impulso de toma de conciencia y la posterior reacción.

Por otro lado, en el Código Penal francés de 1810, la coalición de trabajadores y la huelga eran considerados como delitos. Era considerado un acto delictivo si las coaliciones de trabajadores incurrían en la suspensión de labores, impedían o restringían el ingreso al lugar de trabajo o modificaban las horas laborales, ya que encarecían o impedían la ejecución del trabajo. Estos actos equivalían a entre dos a cinco años de prisión. Además, estaban prohibidas las asociaciones con más de 20 miembros, a menos que tuvieran autorización y contaran con vigilancia.

En 1824 se abrió un nuevo horizonte con la Ley Inglesa de Francis Place. Place, un obrero ingles logró la revocación de las Leyes de Asociación de Francia. Esta ley suprime las prohibiciones impuestas a la asociación obrera y la huelga. Si bien estas libertades dejaban de ser considerados ilegales, aún no implicaba el reconocimiento como derechos.

De acuerdo con De la Cueva, el primer pacto colectivo registrado por la Oficina Internacional del Trabajo data de 1862. Se estableció un Inglaterra impulsado por lo tejedores de lana. La figura del contrato colectivo surgió con el objetivo claro de acabar y fustigar las fricciones, inconformidades y restricciones que imponía el contrato individual de trabajo.

...