Capital Intelectual Y Capital Humano
pauli_133110 de Junio de 2013
782 Palabras (4 Páginas)674 Visitas
“EL CAPITAL INTELECTUAL Y EL CAPITAL HUMANO”
Es importante iniciar mencionando que al hablar de capital intelectual nos estamos refiriendo a “conocimiento”, sin embargo, no es cualquier tipo de conocimiento. Este debe de ser útil para la empresa y para lo que se realiza en ella. De nada sirve que un empleado tenga muchos conocimientos en alpinismo, por ejemplo, si esto no tiene utilidad para el negocio.
El conocimiento no se convierte en capital hasta que se logra capturar y almacenar de forma que pueda ser utilizado para el bien de una compañía. El hecho de que un empleado pueda tener una brillante idea de cómo mejorar la producción no sirve de nada si solamente se queda dentro de su cabeza; esta idea tiene que ser expresada de alguna manera para poder ser utilizada y puesta en práctica.
Una cuestión que se debe de tomar en cuenta, es que, una buena parte del capital intelectual es inexpresable, es lo que se denomina como conocimiento tácito. Por ejemplo, la experiencia de un vendedor acumulada por años, es casi imposible de capturar y almacenar. Es por eso que para que el conocimiento tácito sea valioso para la empresa, debe de hacerse explícito. Esto significa que debe de poder expresarse en forma que se pueda examinar, mejorar y compartir.
Al mencionar el Capital Humano, nos estamos refiriendo al valor del conocimiento de los empleados que crean riqueza para la empresa. El investigador que inventa una medicina innovadora, o el gerente de planta que reduce el tiempo del ciclo de producción, son ejemplos de este tipo de capital. Una frase que resume de buena forma a lo que nos estamos refiriendo es la famosa: “nuestros empleados son nuestro mayor activo”.
Es importante señalar que no todo el conocimiento de los empleados es capital humano. El capital humano de un negocio se puede incrementar de dos formas: utilizando más el conocimiento existente, o bien, haciendo que más gente colabore. Para poder lograrlo se deben de automatizar al máximo las tareas que requieren pocas destrezas. También se recomienda contratar externamente aquellas tareas que son relevantes para el cliente pero que no contribuyen con las ventajas competitivas de la empresa.
La forma más simple de medir el capital intelectual es midiendo la diferencia entre el valor en libros de la empresa y su valor de mercado. El valor en libros es la suma total de los activos de una empresa (plantas, equipos, propiedades, dinero en el banco, etc.) menos sus pasivos. El valor de mercado es lo que alguien está dispuesto a pagar por la empresa. Si es una empresa de capital abierto, el valor de mercado será el precio de la acción en la bolsa multiplicado por la cantidad de acciones disponibles. El valor de mercado de una empresa es usualmente mayor, que su valor en libros, y esto se debe al capital intelectual que posee cada compañía. Un ejemplo de esto es Microsoft, ya que su valor no está en el valor de sus fábricas, edificios o mobiliario, sino en su habilidad para desarrollar productos, para establecer estándares, para la creación de alianzas con otras firmas, etc. La diferencia entre el valor en libros de la empresa y su valor de mercado, proporciona una buena idea del valor de sus activos intelectuales.
En lo personal, creo que el concepto de Capital Intelectual, y todo lo que este incluye, es algo con lo que todos nosotros convivimos diariamente en nuestras empresas y que muchas veces no nos damos cuenta de su importancia. Como se mencionaba anteriormente, las empresas pueden ser poseedoras de muchos recursos materiales como edificios, terrenos o maquinaria, sin embargo, lo que realmente le da valor a un negocio es lo que sus empleados le aportan con sus actitudes y sobre todo conocimientos.
Ante todo esto, es de vital importancia que las empresas sepan administrar y almacenar este conocimiento y experiencia ya que los empleados no son para siempre
...