Coll y Colomina – Capítulo 18: “Interacción entre alumnos y aprendizaje escolar”

FICHA DE CATEDRA – PRÁCTICA PROF. DOCENTE II -  VERCELLI-CUBELA

Coll y Colomina – Capítulo 18: “Interacción entre alumnos y aprendizaje escolar”

Durante muchos años solo se privilegió la relación profesor-alumno, sin prestar atención a las relaciones entre alumnos. Incluso, muchas veces, son consideradas como algo que hay que evitar, por su  influencia negativas en el aprendizaje. Esta visión se basa en el supuesto –ya superado- de que el profesor es el encargado de transmitir el conocimiento elaborado a unos alumnos.

El  constructivismo va a cambiar esta mirada, explicando que el sujeto construye su propio conocimiento  mediante un complejo proceso interactivo, en el que participan tres elementos claves: el alumno, el contenido y el profesor.

La idea de construcción y negociación de significados compartidos, ha llevado a considerar no solo la interacción profesor-alumno, sino también alumno-alumno, considerando a otro alumno como mediador y no solo al profesor. Esto provocó el auge y desarrollo de los métodos educativos basados en la relación entre iguales, sobre todo los de aprendizaje cooperativo.

Debido a que las relaciones entre iguales pueden ser muy variadas, las investigaciones se han dirigido especialmente a establecer una tipología de las mismas.

1. 1-El valor educativo de la relación entre iguales

Las investigaciones de los últimos 20 años muestran que la relación entre alumnos puede incidir en:

• El proceso de socialización

Schmuck afirma que la relación entre iguales son más influyentes que las que se dan entre el  profesor y el alumno porque son las más frecuentes, intensas y variadas. En ellas se dan procesos de  simulación de roles, de imitación, de identificación.

• La adquisición de competencias sociales

Ciertas investigaciones muestran que hay relación entre el aislamiento social de los sujetos y la falta de competencias sociales, y que la interacción constructiva con los iguales incrementa las habilidades sociales de los chicos.

• El control de los impulsos agresivos

Las relaciones entre iguales ayuda a controlarlos, por ejemplo, pueden experimentar la agresividad mediante juegos.

• La relativización de los puntos de vista

La interacción entre iguales incrementa la descentración y disminuye el egocentrismo. Los chicos más capaces de adoptar otros puntos de vista son también los más activos socialmente y competentes en los intercambios sociales.

• El incremento de las aspiraciones y del rendimiento escolar

Varios estudios demuestran que es más probable que un estudiante aspire a cursar la enseñanza superior si su mejor amigo lo planea. Otros estudios demuestran que existe una relación negativa entre el rendimiento académico y la elevada frecuencia de estudio individual. En cambio hay una relación positiva entre el trabajo con el grupo de iguales y el rendimiento académico.

2-La interacción alumno-alumno y la realización de tareas escolares

Pero hay que tener en cuenta que no siempre la relación entre iguales es favorable, sino que se produce en determinadas circunstancias. El reconocimiento de esto llevó a los investigadores a tratar de identificar cuáles son las formas de organización de las actividades de aprendizaje que provocan o permiten las interacciones entre alumnos más favorables y constructivas. Veamos algunas investigaciones que registran y comparar diversas pautas de interacción y sus resultados de aprendizaje.

1. La organización social de las actividades de aprendizaje en el aula

Un elemento clave en la organización de las actividades grupales es el objetivo de la tarea o estructura de meta. Existen básicamente tres tipos de estructuras de meta (inducidas por el profesor al organizar la tarea): cooperativa, competitiva e individualista. Johnson las define así:

Estructura cooperativa: se da cuando los objetivos de los participantes  están estrechamente relacionados entre sí, de modo que cada participante puede alcanzar sus objetivos sólo si los otros alcanzan los suyos.

Estructura competitiva: se da cuando cada participante persigue resultados que son beneficiosos personalmente, pero perjudiciales para los demás. Un alumno puede alcanzar su meta u objetivo sólo cuando los demás no puedan alcanzar el suyo.

Estructura individualista: se da cuando no existe ninguna relación entre el logro de los objetivos de los participantes, cada alumno persigue resultados individuales siendo irrelevantes los resultados obtenidos por el resto de los participantes.

Las experiencias de aprendizaje cooperativo, comparadas con el competitivo y el individualista, favorecen relaciones más positivas ( de atención, cortesía, respeto y sentimientos de obligación y  ayuda).

Con respecto a la relación entre el tipo de organización de las actividades y el rendimiento académico. Estas son algunas conclusiones de Jonson, en cuanto al rendimiento académico:

• Las situaciones cooperativas son superiores a las competitivas y a las individualistas en cuanto al rendimiento y productividad de los participantes, para cualquier contenido y edad. Excepto en tareas de tipo mecánico.
• La cooperación intragrupo con competición intergrupo es superior a la competición interpersonal, más cuando la tarea consiste en elaborar un producto y cuando el grupo es pequeño.
• La cooperación sin competición intergrupo es superior a la cooperación con competición intergrupo.
• No se encontraron diferencias entre la competición interpersonal y los esfuerzos individuales.

En conjunto, estas conclusiones demuestran una clara superioridad de la organización cooperativa de las actividades de aprendizaje en cuanto al rendimiento y la productividad. Sin embargo, las variables que influyen y condicionan la mayor o menor superioridad de este tipo de actividades siguen siendo desconocidas. Estas investigaciones se limitan a comparar el rendimiento provocado por las actividades, pero no prestan atención a lo que sucede en el transcurso de la realización de las tareas, las interacciones que se establecen entre los participantes mientras desarrollan la actividad. Es muy posible, por ejemplo, que en el contexto de una estructura cooperativa las interacciones entre los participantes sean distintas, y que sean éstas interacciones –y no tanto la estructura cooperativa- las  que promueven un rendimiento superior.

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