Contratos

Es innegable la existencia de la corrupción en Colombia, y el mejor método para contrarrestarla es el fortalecimiento en valores morales desde casa y apoyándolos con una educación de calidad.

A lo largo de la historia vemos como el hombre ha tenido ciertas inclinaciones hacia los actos corruptos, motivados principalmente por intereses egoístas y actitudes perversas y frívolas que dejan de lado el bien común y se enfocan en la satisfacción propia. Como lo expreso el filósofo Nicolás Maquiavelo en la mayoría de sus obras, y con mayor claridad en su obra magna El Príncipe: “El gobernante debe poseer condiciones especiales para llegar al poder y mantenerse en él, como la capacidad de mantener situaciones, ayudándose de cuantos medios precisen mientras consiga sus fines: lo que vale es el resultado.”; dando así justificación a todo acto que carezca de un principio moral. lo que nosotros rechazamos totalmente, debido a que como nos lo explica la filosofía aristotélica, el fin último del hombre es alcanzar la felicidad, y es apenas evidente que no se conseguirá esta mientras se tenga que pasar por encima de los demás para conseguir nuestros propósitos.

Para analizar la evolución de la corrupción es necesario remontarnos a la Antigua Roma, En el libro “La corrupción en el mundo romano” del profesor Sabino Perea Yébenes, de la Universidad de Murcia, se explica que los altos cargos políticos en Roma estaban muy vigilados: “Los romanos tenían un concepto de la política diferente: lo más importante era el honor. Para llegar a la cumbre, el candidato tenía que tener cu¬rrículo: haber ocupado cargos, tener educación y proceder de una buena familia. Pero además, tenía que tener patrimonio ya que había de presentar una fianza a principio del mandato. Y cuando finalizaba, se hacían las cuentas. Si se había enriquecido, tenía que devolverlo todo”. “En caso de corrupción, había dos penas muy severas: una era el exilio; la otra era el suicidio. Esta última, de alguna manera, era más recomendable porque por lo menos le permitía mantener el honor; nocion que en nuestra época se encuentra devaluada, hasta el extremo que llegamos a tolerar la corrupción.

Para adentrarnos en la realidad actual colombiana, hemos encontrado en los archivos públicos de la Fiscalia General de la Nacion el caso contra el exalcalde de Puerto Boyacá (Boyacá), Eduardo Alvarez Acevedo , quien fue condenado a seis años de prisión por el Tribunal Superior de Manizales, el exalcalde fue sentenciado por el delito de peculado por apropiación. En la sentencia se decretó una inhabilidad por seis años para ejercer cargos públicos y una multa por mas de $700.000.000.

Los actos de Eduardo Alvarez son antijurídicos dado que en el artículo 397 del Código Penal Colombiano se establece que “ El Peculado por apropiación se imputara al servidor público que se apropie en provecho suyo o de un tercero de bienes del Estado o de empresas o instituciones en que éste tenga parte o bienes o fondos parafiscales, o de bienes de particulares cuya administración, tenencia o custodia se le haya confiado por razón o con ocasión de sus funciones, incurrirá en prisión de noventa y seis (96) a doscientos setenta (270) meses, multa equivalente al valor de lo apropiado sin que supere el equivalente a cincuenta mil (50.000) salarios mínimos legales mensuales vigentes, e inhabilitación para el ejercicio de derechos y funciones públicas por el mismo término”.

Otro caso similar es el del expersonero de la capital del país, Francisco Rojas Birry condenado a más de 5 años de prisión, por incurrir en el delito de cohecho propio en concurso homogéneo y sucesivo; el juez el su decisión le concedió a Rojas Birry la detención domiciliaria.

Si bien es cierto que los anteriores casos acuden a la corrupcion politica, uno de los errores en los que las personas incurren

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