Desarrollo social durante la adolecencia
Scarlett SalinasDocumentos de Investigación22 de Enero de 2017
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EL DESARROLLO SOCIAL DURANTE LA ADOLESCENCIA
“Puedo hablar con él o puedo hablar con ella de casi todo” (chica de 15 años),”Puedo contar con su ayuda siempre que se lo pido” ( chico de 14 años), “Cuando tienes un problema en casa o en la escuela se lo cuentas” ( chica de 13 años)” Le cuentas cosas que no contarías a nadie” (chica de 14 años) Estas son algunas de las opiniones que expresan adolescentes masculinos y femeninos acerca de sus amigos. “La chica no quiere nada con él, pero él piensa que la tiene en la bota”(chica de 16 años),” Me gusta él pero no sé si le gusto. No sé si le hago feliz, si está bien conmigo, si hago alguna cosa mal. Si le ayudo cuando lo necesita “(chica de 16 años). ”No sabe si decirle lo que piensa de ella, si cosas buenas y también las malas. Si le dice las cosas malas se enfada” (15 años, chico). Estas opiniones reflejan la complejidad de las relaciones afectivas y amorosas entre adolescentes del sexo contrario. Por otro lado, a menudo se oye decir a un o a una adolescente a sus padres en forma de reproche “¡No me comprendéis!”, antes de desaparecer tras la puerta de su habitación. O también se suele oír a algunos padres hacer los siguientes comentarios “No conocemos a ninguno de los amigos de nuestro hijo, no sabemos nada de ellos, ¿qué podemos pensar?”o bien “¿Por qué nos presentan a algunos de sus amigos y no a otros?” Si hay algo que caracteriza a la adolescencia y, que marca una ruptura con respecto a la infancia, es, por un lado, el desarrollo de las relaciones sociales, especialmente, las relaciones de amistad y las relaciones amorosas con sus compañeros de edad, y por otro la renegociación de las relaciones con los padres. El grupo de compañeros sirve inicialmente para socializar a los adolescentes mediante interacciones e intereses heterosexuales apropiados, proporcionándoles además pautas de conducta. En la adolescencia temprana el grupo es el centro de los intereses y actividades de los adolescentes. Pero, progresivamente, el interés se desplaza hacia un tipo de relaciones más exclusivas, basadas en el cortejo y el romance, que, finalmente se convierten en el eje central de sus intereses. En cuanto a las relaciones con los padres, los adolescentes aprenden a expresar sus ideas y a hacerse más responsables de sí mismos. Empiezan a afirmarse como individuos en el seno de la familia. En ese sentido, la consecución de la emancipación y autonomía del adolescente exigen una reestructuración de las relaciones con los padres. De esta manera, las relaciones basadas inicialmente en la autoridad unilateral de los padres, dan paso a relaciones más equitativas. Este proceso implica también a los padres, quienes necesitan a su vez, separarse emocionalmente de sus hijos, y aceptar el cambio que se está produciendo en ellos y ayudarles a conseguir la independencia que ha de llevarles a la edad adulta. La adolescencia es un período de la vida en el que el individuo participa en distintos “mundos sociales”, formados por distintos grupos, algunos de los cuales pueden ser relativamente independientes entre sí. En efecto, el adolescente debe mantener al mismo tiempo relaciones con sus padres, sus compañeros de edad, sus amigos íntimos, las instituciones, consigo mismo y con la sociedad en un sentido amplio. En ese sentido, las distintas formas de relación que mantiene ejercen una presión constate sobre el adolescente y le exigen nuevos reajustes y adaptaciones. Por ello se considera a la adolescencia como una etapa indispensable para la elaboración de nuevas relaciones del individuo con los otros. En este capítulo se hablará de las relaciones de los adolescentes con sus compañeros de edad y con los padres, de los cambios y transformaciones durante la adolescencia; del desarrollo moral, de los parámetros que utilizan los adolescentes para juzgar la bondad de una acción o justificar su rechazo; de los valores que defienden los adolescentes, o sea el conjunto de creencias en que se basan para actuar. 1.LAS RELACIONES CON LOS COMPAÑEROS DE EDAD 1.1.La pertenencia a un grupo de adolescentes Los grupos de adolescentes están organizados como la mayoría de grupos integrados por adultos. Se forman cuando los individuos tienen en común ciertas motivaciones que el grupo les ayuda a satisfacer. ¿ Qué empuja a los adolescentes a asociarse o juntarse con otros adolescentes? Una de las motivaciones para pertenecer a un grupo es la necesidad de compartir intereses y actitudes comunes con compañeros de la misma edad. En la adolescencia temprana los adolescentes se dan cuenta que ya no son niños pero todavía no son adultos. Para afianzarse como individuos necesitan adquirir una mayor autonomía con respecto a los padres y alejarse progresivamente de su tutela. El grupo puede ser considerado como un punto de referencia, que proporciona un sentido de pertenencia y a la vez da un sentido a las actividades que desarrollan las personas que forman parte de él. Constituye una especie de microcosmos en el cual los adolescentes pueden compartir experiencias y vivencias con otras personas cuyo estatus es parecido. Además el grupo de compañeros impone a cada uno de sus miembros, el respeto por ciertas normas. De esta manera, si el adolescente se enfrenta a conflictos sociales, necesita elaborar medios para hacerles frente, y a partir de ahí, puede descubrir ciertos valores morales como son: la lealtad, la solidaridad, la igualdad entre los miembros del grupo. A su vez, el grupo de iguales establece unas normas y pautas de conducta que afectan diversos aspectos: modo de comportarse, vestirse, expresarse, el uso de determinadas expresiones o giros idiomáticos propios de los adolescentes y también influye en las preferencias por determinada música o grupos musicales, por el ocio o las diversiones ( ver tabla 1) El grupo de iguales también desempeña un papel importante en el proceso de identificación del adolescente. Cuanto mayor es la identificación con el grupo de compañeros, más apoyo emocional e informativo obtiene el adolescente de su grupo. Se ha constado, además, que los adolescentes que se identifican poco con su grupo tienen más problemas con su autoestima que los que se identifican mucho con él. Por otro lado, la identificación con el grupo de iguales correlaciona con la identificación con la familia, los compañeros de escuela y su mejor amigo. Se presupone, por consiguiente, que los adolescentes que mantienen relaciones estrechas con sus compañeros de edad y se identifican con ellos, sacan provecho de ello y avanzan hacia la edad adulta con menos problemas ( Jackson,1997). Aunque el grupo de compañeros es muy importante para el adolescente, ello no significa que sea omnipotente y que los adolescentes prescindan por completo de la familia. En realidad, el grupo de compañeros y la familia desempeñan funciones y satisfacen necesidades distintas. Los adolescentes prefieren a los compañeros de edad, para divertirse, compartir actividades y momentos de ocio. Eligen a los padres para pedir consejos acerca de su futuro profesional ( elección de una carrera o de una formación más técnica o profesional). 1.2. Influencias negativas del grupo de iguales: conformismo y pérdida de libertad La necesidad que sienten los adolescentes de ser admitidos en un grupo de compañeros puede acarrear actitudes conformistas, así como la pérdida de la libertad individual. El conformismo se refiere al intento del adolescente masculino o femenino para ajustarse a las prácticas y valores del grupo de compañeros. La mayoría de adolescentes son capaces de afrontar las presiones del grupo para pensar, actuar e incluso sentir de forma distinta del grupo. Sin embargo, una cantidad no despreciable de adolescentes admite, que se siente afectada por la presión de los compañeros. Se constata asimismo que la presión del grupo sobre sus miembros sigue un curso desigual durante la adolescencia. Suele iniciarse a los 12 años de edad, se incrementa hasta los 14-15 años, y a partir de esa edad va disminuyendo hasta los 18 años. También se ha observado que las chicas y los chicos reaccionan de forma diferentes frente a las presiones del grupo. Por lo general, las chicas están más preocupadas que los chicos por pertenecer a un grupo de adolescentes, están más dispuestas a adaptarse a las expectativas del grupo, y, a la vez más predispuestas a declarar que se sienten más afectadas por la presión del grupo. Los chicos, en cambio, reconocen con más frecuencia que las chicas que las interacciones con el grupo son positivas, y, se muestran críticos con las interacciones negativas cuando se producen (Kimmel y Weiner, 1998). En algunos casos, el grupo de iguales puede ejercer una presión tan fuerte sobre sus individuos que acabe coartando su libertad. Esa circunstancia puede darse en determinados grupos de distinta índole ( sectas religiosas, círculos delictivos o grupos que usan drogas para someter a los adolescentes) que exigen la identificación total de sus miembros con los intereses del grupo. Ese extremo dificulta el desarrollo normal de los adolescentes como individuos y puede llegar a representar un peligro real para los mismos. 1.3.La evolución de los grupos de compañeros en la adolescencia En un trabajo ya clásico Dunphy ( 1963) describió la evolución del grupo de iguales durante la adolescencia y su papel en la adquisición de conductas en relación con los compañeros del sexo opuesto. Según este autor hay cinco estadios en los grupos de iguales El primer estadio está integrado por grupos unisexuales, los grupos de chicos y chicas actúan independientemente. Corresponde a la adolescencia temprana En el segundo estadio se producen algunos contactos entre el grupo de chicas y chicos. Hay interacción entre los grupos unisexuales. Es el inicio de la pandilla. La iniciativa parte de
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