Diario De Observaciones

*Diario de las observaciones*

PIO PIO PIO PIO PIO…! Fue lo primero que escuché a las 5:30 de la madrugada, el lunes, 2 de octubre del año en curso, en la Ciudad de Iguala de la Independencia, municipio del estado de Guerrero, solo dije bendito celular; era una pesadilla hecha realidad, la madrugada era perfecta, estaba fresco, las estrellas adornaban toda la expansión del cielo, yo mi camita, mi cuerpo caliente; sabia que tenía que pararme, pero pareciera como si las sabanas y mi cama armaran un complot en contra de mi, era como si me sedujeran, pero al final mi mamá me gritó, Lenin ya párate y vete a la secundaria.

Era como si volviera a la secundaria, solo que un poco diferente, pues en esa época no me tenía que parar temprano, iba de tarde y los profes son otros. Es mi primera vez, mi primera observación en este tercer semestre, para acabarla era el encargado de que mis compañeros me firmaran una hoja que debía de entregar al ingeniero Carlos, ello implicaba que llegara temprano a la secundaria.

Me arreglé, me perfume por si se me atravesaba una chica linda y hasta volví a utilizar mi corbata azul que estuvo abandonada y sola en mi cuarto; salí con mi moto y la fui a dejar a casa de mis abuelitos, puesto que los tamarindos andaban a todo lo que da andaban transando al que se dejara.

Llegué a la secundaria y me encontré con mis compañeros del salón, Tania, Javier y Miguel, además otros compañeros de la especialidad de español de quinto semestre, ah y también estaba la profesora Ilda.

El nombre de la Secundaria asignada fue la “ESPI” (Escuela Secundaria Plan de Iguala), ubicada en la calle de Aldama número seis, colonia Centro, dentro de una localidad urbana. Al llegar la hora de ingresar a la ESPI, todos ya nos encontrábamos, procedimos a entrar y los directivos nos dieron la bienvenida durante los honores.

Se dio inicio a la ceremonia cívica, todos estaban reunidos en la cancha de la escuela y el acto fue dirigido por uno de los grupos, me llamó la atención la forma en que entonaron el Himno Nacional, fue acompañado por el profesor de música con un acordeón y una guitarra y claro las peculiares voces de ambos profesores.

Lo que no me agradó fue que se tardaron casi todo un modulo por hacerle la barba al director por su cumpleaños, tanto que, le cantaron la mañanitas y le echaron un sinfín de porras; al fin pasamos a los salones, sabia que estaría en el 1° “C”.

Como lo pensé, el grupo era un despapalle y ya no era raro. Eran las 7:33 a.m. y apenas ingresaríamos al salón, me presenté con el profesor, apenas le dije ¡hola profe buenos días! mi nombre es Lenin Andrés Delgado Gil, y me respondió ¡hola! Qué paso en dónde estás estudiando, cómo te ha ido, le contesté, pero creo que el maestro me confundió con uno de sus ex alumnos, después le dije bueno estamos en la jornada de observación, espero no le moleste que ingresé a observar.

Entré junto con el, hizo que los alumnos guardaran silencio, ya que la mayoría estaban toque y toque la flauta. Me presentó como maestro y me cedió el lugar ante el grupo para que dijera mi nombre de dónde venía y echara todo mi choro, eso hice y les dije que se portaran tal y cómo eran, que realizaran las cosas como si yo no estuviera ahí, como siempre fui aceptado por el grupo, desde el comienzo lo pude ver en sus expresiones.

Enseguida les aplicó su examen, era la clase de artes y pasó lista mientras resolvían el examen, antes mencionó que quien no entregara el examen antes de que tocaran tendrían 2 faltas y que los últimos días ni siquiera se tomaría la molestia en leerlos, pero antes me cedió su asiento y el se quedó parado, que caballeroso es de los pocos maestros que se privan de algo y se portan buena onda.

Como no se callaban con la flauta empezó a poner mala conducta a los alumnos que lograba cachar. No tardaron ni cinco minutos cuando ya habían terminado de entregar los exámenes y ahora sí, les dijo que sacaran sus flautas inició a evaluar cómo tocaban la escala. No sé ni cómo evaluaba, es más no sé ni cómo sigue vivo el docente, pues además de viejo, corto de estatura, usa anteojos, tanto que, los alumnos me decían que si era mi abuelito, al instante se dio el toque a las 7:45 a.m. que marcó el fin del modulo.

Terminé de escribir lo que aconteció en la clase del anterior docente y me salí como me indicaron, para presentarme con el profesor que siguiera, pasaron los minutos y no llegaba, decidí entrar y sentarme y después de media hora deduje que no vino. Como no llegó el profesor los alumnos hicieron de las suyas, entraban, salían, corrían, se pegaban, gritaban, cantaban, tanto era el relajo que llegó un prefecto pelón, viejo.

Y se hecho unos tacos de lengua y verbo, que de plano aburrió, si a mi me fastidio no me imagino cómo se sentían los alumnos, aunque esta persona se daba delirios de grandeza y valores, por su forma de tratar a los alumnos dejó mucho que desear y el mismo se tapaba la boca.

Inició que a los alumnos les hacían falta los valores y que eran el reflejo de sus casas. Los calló y se portó muy estricto, para a uno porque según el lo estaba arremedando y le dijo que se quedara parado a al entrada del aula. Volvió a decir que la falta de los valores, era por los problemas de sus casas y por las escuelas de las que provenían, paro a otro alumno y lo dejo en la esquina.

Un alumno quiso expresarse y levantó la mano para pedir la palabra y este pelón despótamente le dijo: “NO TE ESTOY PREGUNTANDO Y MENOS HABLANDO”, les habló de una forma incorrecta, en la cual, los comparaba con otros alumnos de su escuela privada en la que según él daba clases, y los hacía menos, diciendo que allá los alumnos tenían dinero, buen nivel, que ellos si eran inteligentes y aplicados y que en ese salón eran todo lo contrario.

Por mientras no me dejaran a cargo el grupo no tomé el control deje que hicieran y deshicieran, antes de irse este señor me encargo al grupo, me dijo que tomara el control de ellos, después de haber hablado durante casi una hora y decidí llevarlos a la cacha. Al llegar a la cancha no les quisieron prestar los balones y como estaba “ocupada”, pues el profesor no hacía nada más que estar ligando con una niña güerita de español y nos regresamos al salón.

Ya estando ahí iba aplicar una dinámica, pero me pidieron que les explicara las fracciones en la recta y eso hice, como sobraba un poco de tiempo les puse un problema y para hacerlo atractivo les dije que quien lo resolviera le dispararía su almuerzo, pero nadie pudo, el problema era: con cuatro líneas únanme las 3 filas de 3 puntos (nueve puntos) sin separar el lápiz del papel.

Sonó el timbre y tocaba un módulo de Educación Física para salir

...