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Diseñar para los ojos Las estrategias de la mirada


Enviado por   •  9 de Mayo de 2017  •  Resúmenes  •  5.820 Palabras (24 Páginas)  •  288 Visitas

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Diseñar para los ojos

Las estrategias de la mirada

Una cosa es el ojo, otra cosa distinta es la mirada. El ojo ve, la mirada mira. Viendo, el ojo se distrae y se hace vulnerable. La mirada domina.

El ojo es receptor de sensaciones luminosas. La mirada es activa: busca, escudriña, exige y contempla; absorbe información, emociones y valores. Y también expresa: emite. La visión es el único órgano que posee esta doble capacidad receptora y emisora de mensajes. Por eso, la mirada es táctil;, palpa. Finalmente, el trabajo del ojo es de esta ambivalencia continua del ver y el mirar.

La diana y el radar.

Cuando la atención visual es difusa, esta ensoñada o distraída, el ojo es pura mecánica óptica, pero inactiva. Es una diana, una presa fácil para su captura. Cuando la atención es activa y la mirada explora el entorno de señales en busca de algo: una información, un dato, entonces la mirada es un radar.

El ojo, unas veces es esa diana a la cual es persuasor publicitario, el prestidigitador, el embaucador, donde todos apuntan sus dardos. Otras veces el ojo es mirada. El acto de mirar y fijar la atención en algo esta impulsado por la intencionalidad del ser, una motivación fuerte, una necesidad urgente o también un deseo.

El ojo-diana, que ve y no mira, será atacado, atraído y retenido y seducido. La mirada-radar toma la iniciativa. Elige las imágenes que le interesan en detrimento de todas las demás y se concentra en sus detalles, sus puntos de interés o de placer. Entre estas dos actitudes extremas se acota y delimita el campo de libertad de la visión.

Este campo acotado es un espacio impreciso, fluctuante y siempre cambiante. El ojo no esta totalmente distraído ni desinteresado, pero tampoco esta completamente en estado de búsqueda activa.

El ojo, la mirada, esta dispuesta o disponible para dejarse tentar…porque el placer del ojo es una motivación psicológica constante. El ojos siempre esta deseoso de placer. En esta latencia, el ojo es diana y radar al mismo tiempo. Es el punto justo y exacto del encuentro, del interfaz, de la comunicación.

Todo mensaje grafico estático requiere del receptor humano una inversión en tiempo, que será más breve en la percepción de las imágenes funcionales que utiliza el diseñador porque la imagen se capta de un vistazo y más lento en captar un mensaje secuencial, un texto como un audiovisual. El tiempo requerido es incomparablemente mayor.

Magias de la mirada.

Desde tiempos inmemoriales han sido concebidos con una variedad extraordinaria para responder a la necesidad del hombre de protegerse contra la amenaza del “mal del ojo” y se ha imaginado medios mágicos para protegerse del poder maligno de esta mirada de odio.

El ojo es el símbolo del conocimiento y de la sabiduría. Los budistas del Nepal lo pintan  en el pináculo de sus stupa desde los que dios “ve”, “conoce” lo que le rodea.

Pero en todos estos objetos pintados, grabados o cincelados, la forma que se encuentra más frecuentemente es la del ojo. Ningún objeto se presta más fácilmente que la perla. Una perla azul es una protección poderosa, pero para hacerla más eficiente, existe la costumbre durante siglos de adornarlas con manchas que se asemejan al iris del ojo. Cuando las perlas son concebidas de esta forma, se las llaman “perlas de ojos”. Hechas en grandes cantidades en el antiguo Egipto, su fabricación continuó durante siglos en numerosas partes del mundo.

En África, las perlas de ojos predominan todavía y agregan sus colores y dibujos a los collares indígenas. De hecho, todo un collar de perlas de ojos que “miran” en diferentes direcciones, es un espectáculo inquietante. La mirada del observador es atraída por él pero muy rápidamente lo repele hechizado, y se desvía tranquilizarse, lo que prueba que esta ornamento constituye encantamiento de defensa eficaz y es concebido inteligentemente.

La idea ingeniosa de protegerse contra el mal con perlas de ojos es producto del cerebro humano complejo. Sin embargo, la naturaleza ha concebido un tipo parecido de protección que los insectos y los pájaros utilizan instintivamente. Tinbergen describe la conducta del pavo real, que cuando se le molesta, abre instantáneamente las alas que hacen aparecer cuatro grandes ojos. Ojos que asustan y enfurecen efectivamente a los predadores. Otro ejemplo serian los ojos que aparecen en las alas de las mariposas son de un tamaño que corresponde a un animal grande.

El placer del ojo:

La materia de la visión es aquí un compuesto de imágenes, textos y colores, que de manera relativa procuran el placer, el interés, la convicción o la agresión visual. Pero el disfrute estético –el placer del ojo –esta asociado a las imágenes.

Todo el mensaje se lee de manera muy diferente de cómo se lee un texto impreso, las imágenes son mensajes de superficie por las cuales el ojo se desplaza a placer. Cuanto más icónica o figurativa es una imagen, más fácil y agradable es de captar porque requiere del espectador un mínimo esfuerzo o casi nula capacidad de abstracción.

En este sentido, percibir imágenes es reconocer formas, colores, texturas y efectos de sensualidad que ya conocíamos por nuestras experiencias en el mundo empírico de la realidad visible; retenemos en la memoria a través de una especie de matriz muy general. La percepción icónica consiste en reconocer formas que ya hemos visto en la realidad, o en las otras imágenes.

Los esquemas mentales están contenido en las cosas que habitualmente vemos: personas, montañas, casas, arboles, etc. Los esquemas plasmados en los dibujos infantiles y en sus formas geométricas elementales con que los niños dibujan los objetos. Por medio de estos esquemas icónicos mentales universales, identificamos los árboles a diferencia de las sillas –de los cuales, los dibujos simplificados son su expresión gráfica. Estos patrones universales permiten que reconozcamos como “árbol” cualquier especie de ellos, como “silla” y toda su familia de derivados y variaciones.

Incluso en las imágenes fantásticas, cuando se nos quiere representar un marciano, el dibujante y el ilustrador no se pueden liberar de su cultural visual, y toman como esquema icónico la forma humana aunque el marciano tenga un solo ojo, manos con seis dedos o su cuerpo sea de color verde, estructura de color verde; pero la estructura anatómica e estas figuras de ficción es la misma de los humanos. Otras veces, el ilustrados toma el modelo zoomórfico (forma animal) o partes de él, y construye sus monstruos añadiéndoles alas o garras, en una especie de collage fantástico. Es el modelo de las figuras míticas y de las fábulas.

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