Dussel, I. (2001). ¿Existió una pedagogía positivista?
Aretha ResTarea10 de Mayo de 2021
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¿Existió una pedagogía positivista?
LA ESCUELA
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Muel, Francine (1981): "La escuela obligatoria y la invención de la t infan[pic 1] cia normal", en AA. VV.; Espacios de Poder, 'Madrid, La Piqueta.[pic 2]
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Popkewitz, Thomas (1987): The formation of the school subjects, Baltimore, Falmer Press.[pic 6]
— (1998): La conquista del alma escolar. Política de escolarización y cons[pic 7]trucción del nuevo docente, Barcelona, Pomares-Corredor.[pic 8]
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[pic 15]
2[pic 16]
¿EXISTIÓ UNA PEDAGOGÍA[pic 17]
[pic 18]POSITIVISTA? [pic 19]
[pic 20][pic 21][pic 22]La formación de discursos pedagógicos[pic 23]
en la segunda mitad del siglo XIX
[pic 24] Inés Dussel[pic 25]
la historia de uno de los movimientos |
su hegemonía coin- |
se reformo laenseñanza media creando lasramas cien- |
y se extendió el modelo humboldtiano |
los sistemas educativos modernos. |
En la exploración' de la construcción de la escuela modema que propone [pic 26]el libro; quisiéramos detenernos en pedagógicos más importantes en su estructuración: el positivismo. Amado y odiado Casi enpartes iguales; la mayor parte delos historiadores de la educación coinciden en que tuvo una amplia influencia pedagógica, que algunos ven prolongarse hasta nuestros días. En tanto corriente dominante en el pen[pic 27]samiento intelectual de la segunda mitad del siglo XIX, cide con la época en que se promulgaron las leyes de obligatoriedad escolar, se sentaron las bases de la educación laica y republicanaen varios países europeos y americanos, tíficas y las de humanidades modernas, de la universidad como productora de conocimientos. Esta coexistencia temporal ha llevado a establecer una relación de causa-efecto entre el positivismo y la constitución de
En este escrito, sin- embargo, -propondremos una- lectura diferente del positivismo, que recupere la diversidad y complejidad de los discursos pedagógicos que se modelaron en aquella época, y que reinscriba al positivismo pedagógico en un lugar distinto dentro de las ideas pedagógicas. Sostendremos que, en su "traducción" a una propuesta escolar en las "pedagogías triunfantes" de fines del siglo pasado, el positivismo, lejos de ser
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el elemento dominante, pasó a coexistir con elementos de otras formaciones discursivas, muchas veces contradictorias entre sí. Argumentaremos que las pedagogías escolares, antes que sistemas homogéneos y unívocos de enunciados que derivan de una sola lógica (llámese "filosofía positivista", "clase dominante", o lo que fuere), deben ser consideradas como articulaciones de discursos que combinan múltiples elementos y dinámicas para responder a la pregunta sobre cómo y a quién educar. [pic 28]
1. LA FILOSOFÍA Y LA EDUCACIÓN POSITIVISTAS]
La primera cuestión a delimitar es qué se entiende por positivismo. Señala Perelstein (1952) que el positivismo ha sido considerado vulgarmente como toda filosofía que tiene una pretensión científica, materialista y utilitaria. Esta difusión indiscriminada del término llevó a que se incluyeran tanto corrientes de pensamiento anteriores (como la Enciclopedia francesa de la primera mitad del siglo XVIII) como otras- abiertamente enfrentadas (como el marxismo o el krausismo), indiscriminación a la que no fue ajeno el propio positivismo que, según Arturo Roig,. buscó englobar bajo su halo a gran parte de la tradición filosófica y científica pasada y contemporánea (Roig, 1972). [pic 29]
El positivismo fue un movlrmento Inte eètua amplió, de gran alcance en la segunda mitad del siglo XIX, y que incluía tanto una renovación filosófica como un plan de regeneración social. Como dijo Frederic Harrison, discípulo inglés de Comte, "el positivismo es, a un tiempo, un programa de educaciónA1na forma de religión, una escuela de filosofía y una fase del socialismo" (Stromberg, 1988:166). Propuso reformas universales no solo de las ciencias, sino de todas las esferas humanas. [pic 30]
El positivismo como movimiento filosófico |
1.1. [pic 31]
[pic 32] El nombre "filosofía positiva". es original de Claude 'Henri de Saint-
Simon (1760-1825) y de Augusto Comte (1798-1857). Más tarde, fue adop-
[pic 33][pic 34]I Algunas de las reflexiones de este apartado retoman ideas presentadas en el capítulo 4 [pic 35]de Inés Dussel y Marcelo Caruso (1999).[pic 36]
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tada y reformulada por Herbert Spencer (1820-1903); y conoció una difuSión e influencias muy miplias, llegando hasta América y Asia. Como veremos, los sistemas filosóficos englobados en esta corriente divergen en muchos puntos; pero antes de considerar sus diferencias, tratemos de establecer cuáles son los elementos en común.
La filosofía positivista es definida por Leszek Kolakowski (1988: 1415) como conjunto de reglamentaciones que rigen el saber humano y que tiende a reservar el nombre de 'ciencia' a las operaciones observables en la evolución de las ciencias modernas de la naturaleza". Comte decía que una mente positiva no pregunta "por qué" sino que estudia cómo los fenómenos nacen y se desenvuelven, junta hechos y está preparada para someterse a ellos, utiliza la observación, la experimentación y el cálculo (Comte, 1844).
En sus orígenes, el positivismo toma distanciå, ante todo, de la metafísicade cualquier clase (religiosa o materialista). Segun a filosofía positivista, hay cuatro reglas distintivas que conviene seguir para distinguir las cuestiones que merecen reflexión y las que son meras especulaciones metafísicas (ibíd.):
- rechazarla di erencla entre esencia y enomeno, porque no se puede
explicar a este por la presencia de entidades ocultas ("esencias"). que no son asequibles- al hombre. Así, por ejemplo, la diferencia entre materia y espíritu es superflua, tanto como la cuestión de la existencia del alma: ya que esta es inaccesible, imposible de experimentar, ¿quién puede decirnos cuál es la diferencia entre un "mundo con alma" y un "mundo sin alma"?;
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