EL DEPORTE Y LA ECONOMÍA

EL DEPORTE Y LA ECONOMÍA

El deporte ha estado ligado a la economía desde su industrialización, de manera que ha llegado a afectar varios puntos de ésta ciencia. El propósito es explicar cuáles son los impactos que genera el deporte dentro de la economía de una ciudad o de un país, basando nuestro estudio en varios casos de ciudades que han logrado el desarrollo de su economía a través de la acogida de eventos deportivos o de un cambio cultural hacia el fanatismo deportivo. Varios de los impactos que trataremos serán acerca del turismo de una ciudad, las mejoras de infraestructura interna, las oportunidades de empleo que genera el deporte dentro de las ciudades en las que se ha adoptado, además de la oportunidad de crear una identidad propia y tener una visibilidad del país en mercados internacionales acogiendo grandes eventos deportivos, entre otras variables importantes que afectan a una ciudad o a un país. Para concluir, el deporte provoca varios impactos tanto micro como macroeconómicos que no llegan a tener un rédito económico sino mas bien pueden ser medidos en términos no monetarios.

La Ley del Deporte ecuatoriano en su artículo 24 señala que el deporte “es toda actividad física e intelectual caracterizada por el afán competitivo de comprobación o desafío, dentro de disciplinas y normas preestablecidas constantes en los reglamentos de las organizaciones nacionales y/o internacionales correspondientes, orientadas a generar valores morales, cívicos y sociales y desarrollar fortalezas y habilidades susceptibles de potenciación.”^[1]  El deporte ha provocado impactos económicos en varias ciudades del mundo. Uno de ellos es la generación de nuevos empleos, como por ejemplo, en la ciudad de Cuenca, el fútbol permitió que el trabajo se vea dividido en trabajo formal e informal, creando nuevas profesiones y nuevas oportunidades de progresar a familias que veían la migración como una salida. Por lo que, “estos informales del futbol, que posiblemente si no tuvieran estos asideros que les liga al país, serian ya serios candidatos al naufragio en pos del sueño americano” (Aguilar, 2007).

Uno de los impactos que podría tener un país que acoja un evento deportivo de la magnitud de una copa mundial de fútbol, es el lograr la visibilidad de los mercados internacionales, es decir, hacer marca país, lo que provocará que se pueda liberar la economía, siendo éste un proceso riesgoso y que muchas de las veces no llega a concluirse. “Por tanto, parece ser que los países que liberan su economía simultáneamente actúan como sede de grandes eventos deportivos.” (Rose, 2011) Un ejemplo acerca de lo que explica Rose, es Beijing, ciudad que en julio de 2001 fue elegida como sede olímpica, dos meses más tarde, China concluyó exitosamente sus negociaciones con la Organización Mundial del Comercio, formulando así su compromiso con la liberación de su economía.

Es importante saber que, este tipo de eventos deportivos permiten grandes inyecciones de dinero a la economía, debido al turismo que es ofertado por parte del país organizador, y para esto debemos considerar lo que expresa Molina:

“Para llevar a cabo la planificación de esto a futuro se debe tener en cuenta las 4P del marketing universal;  Producto: Entre ellos se cuentan las ligas o competencias de fútbol; Plaza: Ciudad o localidad en donde se lleva a cabo la oferta del espectáculo; Promoción: Comprende acciones directas para los aficionados a los eventos, ya sea en el emplazamiento del espectáculo o a través de medios masivos de comunicación e Internet; Precio: El precio que se cobra por acceder al espectáculo deportivo o pago de abonos en los medios a través de las cadenas mundiales de transmisión” (Molina, 2007).  

Además de lo establecido, “La Copa del Mundo debe ser interpretada no como un elemento que sirva de estimulo directo de la economía, sino tal vez mas como una de las mejores oportunidades para que el país mejore su infraestructura interna” (RIDET, 2013). Por ejemplo:

 “La ciudad de Salvador, una de las sedes del mundial de Brasil 2014, tuvo fuertes inversiones para la mejora de varios puntos débiles que poseía la ciudad, como por ejemplo: los estadios, los cuales tuvieron que ser remodelados para que cumplieran con estándares de capacidad y seguridad; los aeropuertos, en este caso fue menos la inversión porque Salvador ya contaba con un aeropuerto en donde recibía a 6 millones de personas; alojamientos y transporte, el cual fue el mayor desafío para esta ciudad, ya que contaba con un sistema de transporte muy poco eficiente, por lo que tuvieron que aumentar líneas y unidades de transporte para cubrir la capacidad de personas que podrían acudir a esa ciudad sede”.^[2] 

Así mismo, el deporte ha generado un impacto cultural en varias ciudades, es decir, ha existido un cambio dentro de las culturas al momento que el deporte ha llegado a las mismas, como es el caso de la ciudad de Cuenca-Ecuador, en donde el desarrollo del espíritu era lo más importante dentro  de ésta cultura. “En los años setenta se funda el club de la ciudad y es allí donde nace una nueva cultura, una cultura de pasión al futbol y pasión al deporte, en donde dejaban las misas, los rosarios, el arte y la poesía y se dirigían al estadio a apoyar al equipo que marco un cambio para la ciudad más católica del Ecuador.”^[3] 

Por otro lado, “el peso del deporte-principalmente el fútbol- ha provocado que la ciencias sociales inicien un estudio dentro de la cultura y menciona muchas veces que el populismo fue una base para el estudio del comportamiento de las personas dentro de una cultura futbolística y más cuando existen grandes eventos deportivos”.^[4] Es decir, la gente se reunía y apoyaba a su equipo favorito sin tener en cuenta la clase social, la religión o el género, que son circunstancias que influyen al convivir dentro de una cultura.

En adición, la economía, como ciencia social encargada de la distribución de bienes escasos para satisfacer las necesidades de las personas, es decir, alcanzar un bienestar, definiéndolo como todo lo que una persona puede realizar enfocándose en el desarrollo de sus capacidades, permite “hablar de desarrollo cuando las personas son capaces de hacer más cosas y no de adquirir más bienes o servicios. En este sentido, el deporte es una actividad formativa, creadora e impulsadora de capacidades. Se lo puede considerar entonces como un factor de desarrollo” (Vela, 2007).

...