ENSAYO - LA DELINCUENCIA JUVENIL

LA DELINCUENCIA JUVENIL”

Introducción

La incidencia de la delincuencia juvenil en Guatemala es una realidad inevitable, la organización de las maras o pandillas juveniles se ha constituido en un fenómeno criminal del siglo XXI que afecta a la población tanto en lo social, en lo económico y en lo político, lo que ha creado una psicosis colectiva de desesperación, miedo y terror en la población por el riesgo que estas organizaciones criminales representan y sobre todo debido a los múltiples hechos criminales, tales como el asesinato, el sicariato, extorsión, chantaje y el narcomenudeo entre otros que estos llevan a cabo en sus calles, barrios, y colonias en todo el país y que afectan a la población pero especialmente a la juventud por su participación activa en los distintos actos de criminalidad.En el entorno guatemalteco la delincuencia juvenil se ha convertido en una preocupación social en la actualidad, la problemática ha ido en aumento en los últimos cinco años, expertos coinciden en que los menores también son víctimas de grupos criminales, muchas veces encabezados por adultos quienes los reclutan y los obligan a delinquir, de esto surgen varios cuestionamientos, uno de ellos sería. ¿El delincuente joven es víctima o victimario?

El presente ensayo estriba respecto a lfenómeno de la Delincuencia Juvenil, la cual se conoce como el fenómeno de delinquir o cometer actos fuera de los estatutos impuestos por la sociedad cometidos por una persona joven. Dicha problemática podemos indicar que no es un fenomeno joven, sino que más bien se ha desarrollado a lo largo de los tiempos de menor a mayor incidencia por el hecho de que los factores que influyen al joven a delinquir se han ido acrecentando como por ejemplo factores orgánicos, causas fisiológicas, patológicas, influencias externas como el medio en el que se desarrollan los primeros años de su vida, la carencia de afecto y atención por parte de los padres o simplemente mala orientación, entre otras, aunque se ha podido establecer que una de la causas con mayor incidencia es la falta de oportunidades para el desarrollo del joven y la pobreza en que está inmerso nuestro país, no obstante elementos como la violencia intrafamiliar, el abandono, la desatención de los padres, los divorcios, separaciones y ser hijos de madres solteras indicen en el comportamiento violento de los jóvenes. Estas causas están íntimamente relacionadas con la miseria, lo cual no parece ser exclusivo de los sectores más vulnerables del país pues dicho flagelo se ha extendido entre adolescentes de grupos socioeconómicos medios y altos, también se ha establecido que los actos ilícitos son realizados por jóvenes muchas veces para desafiar a los adultos, por lo que esto genera un alto registro en casos de alteración al orden social, así también el consumo de drogas, las películas y juegos violentos influyen en la conducta de los menores además de la indiferencia de ver tanta muerte en el país que de una u otra forma se va convirtiendo en algo normal para ellos.

En el entorno político guatemalteco no se tienen por parte del Estado políticas de prevención contra la violencia juvenil sin embargo la formación de valores y el afecto de la familia entre sus miembros, la confianza entre padres e hijos, el buen ejemplo de los mayores con que conviven los jóvenes, una educación con calidad para los menores, así como el respeto mutuo entre jóvenes y adultos daría como resultado la mejor medicina para terminar con dicho flagelo.

La finalidad de este ensayo será presentar a los maestrados, de forma general algunos factores que inciden en las actividades de estas organizaciones juveniles delictivas mediante un análisis de su organización, asi como su mecanismo de operación; a fin de que tengan un conocimiento amplio y claro sobre la delincuencia juvenil en Guatemala, la génesis del fenómeno, las definiciones relacionadas al respecto, el problema de la delincuencia, el panorama actual de la delincuencia juvenil en Guatemala, y las causas que conllevan a los jóvenes a delinquir, el entorno donde se desarrolla y las consecuencias que conlleva el mismo, se recomienda interpretar este trabajo como aporte para reflexionar y generar alternativas, en virtud que como profesionales del derecho se tiene la ardua tarea de brindar los conocimientos, experiencias de vida, así como oportunidades de desarrollo a la juventud para que tengan una vida digna y comprometidos con nuestra sociedad todos juntos busquemos la seguridad y la paz como un bien común, en virtud que la realidad demuestra que la delincuencia juvenil como un nuevo fenómeno criminal no solo va incrementando el número de integrantes jóvenes que podrían ser útiles a la sociedad, sino que va fortaleciendo y expandiéndose en todo el país.

I. Antecedentes Históricos.

En Guatemala, el primer antecedente de delincuencia juvenil se da partir de la segunda mitad de los 80's, estos grupos delincuenciales tenían características esporádicas y estaban orientados a la delincuencia contra la propiedad. Más que delincuencia de grupos se trataba de delincuencia de individuos y no era sistemática sino totalmente improvisada y ocasional. Los objetivos de la delincuencia contra la propiedad eran muy diversos e iban desde robos de objetos en tiendas o supermercados hasta robos de objetos en casas o automóviles, pasando por robos en las calles, como en el caso de carteras, bolsos, etc., pero los niveles de violencia utilizados eran bajos. La delincuencia juvenil: es un fenómeno muy representativo desde el siglo pasado, la delincuencia juvenil es uno de los problemas criminológicos que crece cada día más, no solo en los departamentos, sino también en el país entero; es una de las acciones socialmente negativas que va a lo contrario fijado por la ley y a las buenas costumbres creadas y aceptadas por la sociedad. La delincuencia juvenil es un fenómeno de ámbito mundial, pues se extiende desde los rincones más alejados de la ciudad industrializada hasta los suburbios de las grandes ciudades, desde las familias ricas o acomodadas hasta las más pobres, es un problema que se da en todas las capas sociales y en cualquier rincón de nuestra civilización.

Así tambien en Guatemala a finales de los años 80´s se tiene información de las primeras organizaciones de jóvenes delincuentes quienes iniciaron a conformar la MARA FIVE y la MARA 33 quienes demarcaron su territorio en virtud que la MARA FIVE operaba en la zona cinco en la ciudad de Guatemala y la MARA 33 en la zona 6 también en Guatemala ambas eran pandillas juveniles de barrio y sus activos eran criminales, existen registros en donde se puede establecer que se dio la división de la MARA FIVE y que nacen los llamados BREAKES, posteriormente surgen los ROCKEROS.

Transnacionalmente, surge la organización en los años 70’s de la conocida MARA SALVATRUCHA M-S integrada por salvadoreños y también se tiene conocimiento que surge la MARA CALLE 18, desde entonces cada una de estas organizaciones cultivaban sus propios códigos de identidad, su peculiar lenguaje de señas, los tatuajes en el cuerpo y a tomar el control de su alto nivel de violencia.

A partir de 1990, la delincuencia juvenil tiene importantes transformaciones siendo la principal la de convertirse de una delincuencia ocasional, individual y con muy moderada violencia en una delincuencia juvenil sistemática, organizada en grupos y con altos componentes de violencia convencional y extrema. A estos grupos organizados se les comienza a llamar Maras ó Pandillas que es la forma como esos grupos organizados se autodenominan.

En forma generalizada retrotrayéndonos en el tiempo, a pesar de no tener ninguna duda sobre la existencia de un derecho penal precolombino, como por ejemplo el de los pueblos Aztecas, Mayas, Incas o de Mesoamérica, desconocemos si existía alguna regulación especial, o particular para niños o jóvenes que cometieran algún delito. Lo mismo que se desconocen las regulaciones de esta situación en el llamado derecho colonial americano. El inicio legislativo de la cuestión criminal surge en el período republicano, luego de la independencia de las colonias europeas. Aunque a finales del siglo XIX la mayoría de los países latinoamericanos tenían una basta codificación, especialmente en Constituciones Políticas y Códigos Penales, la regulación de la criminalidad juvenil no era objeto de atención particular.

Es a principios de este siglo en que se ubica la preocupación por la infancia en 105 países de nuestra región. Esto es el resultado, por un lado, de la internacionalización de las ideas que se inician en el Siglo XX, primeramente con la Escuela Positiva y luego con la Escuela de la Defensa Social, y por el otro lado, es el resultado de la imitación latinoamericana de las preocupaciones europeas y de los Estados Unidos de América por la infancia, lo cual se vio reflejado en varios congresos internacionales sobre el tema de la infancia.

La primera legislación específica que se conoce fue la argentina, promulgada en 1919. Pero fue en décadas posteriores en donde se promulgaron la mayoría de las primeras legislaciones, por ejemplo Colombia en 1920, Brasil en 1921, Uruguay en 1934 y Venezuela en 1939. Durante este período y hasta los años 60, podemos afirmar que el derecho penal de menores se desarrolló intensamente, en su ámbito penal, fundamentado en las doctrinas positivistas-antropológicas.

Un desarrollo histórico del derecho de menores lo marcó la promulgación de la Convención General de los Derechos del Niño en 1989. Luego de la entrada en vigencia de esta convención, se ha iniciado en los años 90 un proceso de reforma y ajuste legislativo en varios países de la región, específicamente en

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