ENSAYO La docencia
Teresa VenturaEnsayo18 de Mayo de 2017
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PRESENTACIÓN
El siguiente ensayo tiene como propósito reflexionar sobre mi trayectoria docente, que he llevado a cabo durante mi estancia en la Escuela Secundaria Técnica No. 23, Dr. Mariano Vázquez Rodríguez, ubicada en la Col. Guerrero, de la Del. Cuauhtémoc.
Mi nombre es Teresa de Jesús Ventura Tapia, desde hace 12 años estoy laborando en la EST 23, inicié como Administradora de Red y hace 3 años me asignaron con docente responsable de la Asignatura de Ofimática, además de que también estoy como Promotora de TIC dentro de la misma, actualmente imparto clases al 3er grado.
“La docencia es una profesión emocionalmente apasionante, profundamente ética e intelectualmente exigente, cuya complejidad solamente es vivida por quienes solemos poner el cuerpo y el alma en el aula”.
Fullan, M. H.
DESARROLLO
No elegí ser maestra, las circunstancias me llevaron a ser maestra; mi profesión es Lic. en Informática; en mi familia hay varios maestros que sí lo son de profesión y cuando terminé mi licenciatura me decía que me metiera al magisterio porque era un trabajo estable, en aquel entonces me negaba, mi deseo era ejercer mi profesión en otros lugares y así fue durante varios años hasta que en el último trabajo que tuve, la agencia tuvo que cerrar por quiebra y me vi en la necesidad de buscar colocarme en otro empleo; me volvieron a ofrecer la oportunidad de entrar al magisterio y acepté. Inicié mis labores como Administradora de Red pero también me pidieron apoyo para que atendiera a un grupo de 3er grado con la asignatura de Matemáticas, aunque con nervios, acepté y fue una experiencia muy agradable, tal vez desde ahí empezó a gustarme la docencia; sólo atendí al grupo por un tiempo, ya que pronto llegó el profesor que les impartiría dicha asignatura y yo continué mis actividades de Administrador de Red.
Actualmente estoy impartiendo la asignatura de Tecnología con énfasis en Ofimática a un grupo de tercer grado. A pesar de no ser maestra de profesión, poco a poco fue naciendo en mí el gusto por la misma, al grado de que ahora creo que era parte de mi vocación y eso no significa que ya no me guste la profesión que estudié, pero sí ambas me apasionan.
Durante mi trayecto de estudiante, tuve varios maestros excelentes a los cuales admiré y aún recuerdo, por ejemplo, en la Secundaria mis maestros de Español, en 1er grado fue un maestro al cual le agradezco haberme ayudado a mejorar mi escritura, recuerdo que yo tenía pésima letra y él durante el curso nos hacía muchos ejercicios de caligrafía y en 2° grado, tuve una maestra con la que corregí mis faltas de ortografía; porque nos hacía muchas prácticas; ambos fueron muy estrictos pero eran personas muy preparadas. En el Bachillerato y la Licenciatura también tuve maestros muy buenos, por ejemplo en la Licenciatura recuerdo mucho a la maestra de Administración, ella nunca utilizaba un libro para darnos apuntes, sino que ella sabía mucho del tema y cuando se trataba de conceptos nos preguntaba que entendíamos y escribía palabras clave en el pizarrón para finalmente crear el concepto.
Así como tuve excelentes maestros durante mi tiempo de estudiante, también tuve malos maestros, de los cuales recuerdo la monotonía, por ejemplo, uno de ellos decía, abran el libro de lecturas en la página tal y resuelvan la actividad correspondiente y él sólo se dedicaba a mecerse en su silla sin explicar ni aclarar nada del tema, algunos otros sólo nos pedían hacer resúmenes o sacar tantas preguntas junto con sus respuestas.
Aún recuerdo el nombre de algunos de mis profesores (excelentes y no tan excelentes), así como también los golpes de regla en las manos, y los golpes en la cabeza con los cuadernos o libros, que algunos de ellos les daban a los alumnos cuando se portaban mal y no hacía bien los trabajos.
Antes, "Los alumnos teníamos un respeto riguroso hacia los profesores, estos no eran tolerantes en ninguno de los sentidos, en lugar de mostrar autoridad se convertía en autoritarismo."
Cumplían sus objetivos con base a que los alumnos aprendieran de memoria unos contenidos. El método que utilizaban en la enseñanza era el de la pizarra y nada más, sin tener en cuenta las variables ni características de los alumnos.
Esa era la educación de los años 50s, 60s, 70s.. sin embargo, con algo de pena y asombro, veo persiste este modelo arcaico,mecánico, memorístico y simplista en uno que otro profesor que no se ha dado cuenta que ahora estamos al siglo XXI.
El tiempo moderno en el que hoy vivimos está inmerso en la tecnología, los estudiantes están a la par de las novedades que día a día aparecen: smartphones, tablets, mails,sms, herramientas y programas que ofrece el internet y muchas más cosas. El cambio acelerado del contexto social influye en el papel que debe desempeñar el profesor en el proceso de enseñanza; las exigencias del profesor son mayores, además de unos conocimientos académicos debe tener conocimientos básico para el manejo de TIC y la mayoría no están preparados para esto.
Como docentes, debemos “aprender a ver las cosas de un modo distinto tanto dentro de las aulas como en cualquier otro lugar"; tal como lo dice Ph. W. Jackson, (2001), La Vida en las aulas, Morata.
El maestro(a) debe ser un mediador del aprendizaje y orientar el trabajo del estudiante; no sirve transmitir a los alumnos unos conocimientos y que éstos se lo aprendan de memoria, debemos enseñarle a reflexionar y valorar críticamente las cosas, que ellos tengan una visión crítica, que los aprendizajes sean comprensivos y significativos.
A pesar de que llevo 12 años laborando en la EST 23, como docente frente a grupo sólo han sido cuatro ciclos escolares, tomando en cuenta éste. mis experiencias han sido variadas y positivas, claro, con algunas caídas que también me han servido para no volver a cometer los mismos errores y me han hecho crecer, ese mismo crecimiento me ha permitido darme cuenta que me apasiona ser maestra. Sigo en esta escuela porque me gusta también ayudar a los alumnos, no sólo como mediadora del conocimiento, sino en sus diferentes problemáticas, trato de ayudarlos con lo que esté a mi alcance. Estos son algunos motivos por los cuales sigo laborando en esta escuela, entre otros.
Los principales facilitadores que encuentro presentes para el desarrollo de mi trabajo docente son los alumnos, ya que ellos son mi razón de ser docente; en segundo serían mis autoridades educativas, por darme la confianza para trabajar en equipo y finalmente la convivencia con mis demás compañeros de trabajo, porque a pesar de existir por momentos algunas diferencias, siempre se aclaran y continuamos con nuestro trabajo como personas adultas y profesionales.
Cada que llegamos a algún lugar, tenemos ciertas expectativas y en mi caso no es la excepción, aunque yo siga en la misma escuela, toda la comunidad esperará algo de mí. En el caso de mis alumnos, en 1° y 2° grado fue otro profesor el que les impartió la asignatura (Tecnología) y obviamente se acostumbraron a su forma de trabajo, cuando ingresaron a 3° y se enteraron que sería yo quien les daría clases de Tecnología, varios de ello(a)s se pusieron nervioso(a)s pues sabían que yo era muy exigente. En el examen diagnóstico que les apliqué, hubo un punto en el cual les pedía anotaran sus expectativas tanto de la asignatura como de mi, me di cuenta que algunos estaban temeroso(a)s pero también decían que querían aprender mucho, algunos otros deseaban que yo fuera una maestra permisible (para jugar en la computadora, escuchar música, chatear, etc.). Al término del primer bimestre, les pedí que evaluaran y algunos de ellos dijeron que se les complicaba la asignatura porque yo era muy exigente pero que también les agradaba que yo les tuviera mucha paciencia y no me negara para aclararles sus dudas.
En cuanto a los padres de familia, solicité su presencia para explicarles mi forma de trabajo y pensé que dirían que yo estaba exagerando con mi exigencia, sin embargo al escucharlos decir que estaba bien que fuera así de exigente porque se daban cuenta que sus hijos estaban aprendiendo, me sentí más segura.
En el caso de mis autoridades esperan que yo cumpla con lo que me toca pero además agradecen el apoyo que les he dado cuando lo han necesitado.
Finalmente con mis compañeros, siempre los he apoyado también cuando me lo solicitan.
En general me siento valorada por la comunidad educativa, con lo cual he aprendido sobre la importancia de la convivencia sana dentro y porqué no decirlo, también fuera de la institución, eso nos permite crecer como comunidad y como personas.
Gracias a esa valoración que me dan, no siento pesado realizar las múltiples actividades que llevo a cabo, pero ¿cuáles son esas actividades? Además de las funciones que debo cumplir como docente (planear, impartir clase, elaborar materiales didácticos, etc.), también apoyo tanto a mis compañeros maestros como a los alumnos en las actividades que realizan dentro del Aula Digital; algo más es cuando en las oficinas de la Dirección tienen problemas con las computadoras, las impresoras y el Internet, los ayudo a resolver sus problemas. En algún momento impartimos cursos básicos de computación los sábados y no sólo
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