ENSAYO PATOLOGIA DE LA EDUCACION
Carolina CardenasEnsayo3 de Mayo de 2017
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La evaluación se puede entender de diversas maneras, dependiendo de las necesidades, propósitos u objetivos de la institución educativa, tales como: el control y la medición, el enjuiciamiento de la validez del objeto, la rendición de cuentos, etc. Desde esta perspectiva se puede determinar en qué situaciones educativas es pertinente realizar una valoración, una medición o la combinación de ambas concepciones. La evaluación educativa se puede considerar como un instrumento para sensibilizar el quehacer académico y facilitar la innovación.
“Todo proceso que se asuma como evaluación institucional tiene como requisito y condición indispensable la participación de la comunidad educativa.. de allí que la evaluación tenga como característica fundamental la auto-evaluación” ( González y Ayarza, 1996).
Miguel Ángel Santos (1999) denomina “patología general de la evaluación educativa” a los problemas habituales que se resguardan en los procesos de evaluación en educación. Analiza distintas disfunciones y enfoques de la evaluación escolar, tanto por atrofia como por hipertrofia de algunos delos elementos, como por la deformación de su práctica y de su significado.
En este ensayo se busca retomar algunos aspectos de estas patologías tratando de comprender un poco mejor como se debe realizar una evaluación educativa justa y adecuada y que aspectos se deben tomar en cuenta para evaluar según Escudero.
Finalmente, presento mis conclusiones sobre la importancia de la evaluación en la educación y como se debe evaluar realmente para tener una educación integral respondiendo a la interrogante : ¿Cuál es la manera correcta de evaluar educativamente a nuestros alumnos?
La primera patología se trata de “solo se evalúa al alumno”, aquí solo se califica al estudiante como único responsable, no se toma en cuente que existen muchos otros criterios a tomar en cuenta en el proceso educativo. A cada alumno se le asigna una calificación que para muchos padres, profesores y alumnos es el resultado de su capacidad, de su esfuerzo o simplemente de sus conocimientos.
En mi opinión yo estoy en contra de esta patología, ya que en ocasiones el no pasar con una buena calificación une examen no necesariamente quiere decir que no haya un esfuerzo por parte del alumno, puede ser que en la escuela no se favorezcan las habilidades para el estudio, o tal vez, que el examen no está diseñado para las capacidades de los alumnos.
La segunda patología es “se evalúan solamente los resultados”, en este tipo de evaluación los procesos son tomados en cuenta dentro del proceso evaluador, en este se va tomando en cuenta el diagnostico que es desde donde se está partiendo así como lo que se tiene para lograrlo y las estrategias con las que se pretenda llegar al objetivo que aquí seria la evaluación.
“Los resultados deben ser tenidos en cuenta dentro del proceso evaluador pero no solamente los resultados. Los presupuestos de los quese parte, las condiciones que se tienen, los procesos que desencadenan, los ritmos de consecución, la proporción rendimiento/esfuerzo, también son elementos que deben evaluarse (Miguel Ángel Santos, 1999).
Una tercera patología es la que plantea que “solo se evalúan los conocimientos”, en este tipo de evaluación se pretende solo y exclusivamente evaluar conocimientos, reduciendo la evaluación a un criterio, dejando de lado la integridad. Yo opino que esta evaluación no es buena del todo, ya que en la RIEB 2011 se maneja una evaluación basada en competencias, en la que se requiere tener información sobre los conocimientos, habilidades y actitudes de los alumnos para emitir juicios de calor y tomar decisiones.
Una cuarta patología es la que plantea que “Solo se evalúan los resultados directos, pretendidos”, en este tipo de evaluación el resultado directo del programa es evaluado, pero sin tener en cuenta los efectos secundarios que se han generado, es decir, aquí el maestro solo le importa un número, el resultado, mas no importa que se hizo para llegar a ese resultado.
Una quinta patología es “Solo se evalúan los efectos observables” , en este tipo de evaluación es cuando el maestro solo evalúa lo que observa, además se menciona que se podría objetar que no es posible evaluar los efectos no observables, no es así, lo no observable no es equivalente a lo no existente.
Einser (1981) dice que la mayoría de los aprendizajes que realiza el alumno en la escuela no se hallan programados en el curriculum explícito.
Con respecto a la postura de este autor, yo opino que es verdad que la mayoría de los aprendizajes adquiridos de los alumnos no se encuentran en el curriculum explicito, sino en el implícito, que son los elementos que la institución educacional no señala explícitamente pero que sin embargo se realizan para beneficio de los alumnos.
Una sexta patología es “Se evalúa principalmente la vertiente negativa”, en este tipo de evaluación es cuando el desequilibrio de perspectiva hace que la escuela este más atenta a los errores de los alumnos que a las cosas buenas, esto hace que los maestros evaluadores se enfoquen más a describir problemas y deficiencias de los alumnos que resaltar los valores y logros que adquieren durante el proceso de enseñanza-aprendizaje.
La séptima patología es “solo se evalúa a las personas”, este tipo de evaluación es un error, ya que se someten a los alumnos o a los profesores a una evaluación conclusiva, sin tener en cuenta las condiciones, los medios, los tiempos, los contextos en que se mueven.
Cronbach (1963) distingue tres grandes áreas sobre las que la evaluación toma decisiones: el material de instrucción, los individuos y la regulación administrativa.
Con respecto a la opinión de Cronach, yo opino que no son solo los individuos los responsables de un proceso de enseñanza – aprendizaje, sino que también tiene que ver el material que se utiliza, las personas a quienes se les transmite los conocimientos y la regulación administrativa.
La octava patología es “se evalúa descontextualizada mente” , esta quiere decir que no se toma en cuenta el contexto donde se desarrolla el alumno, por ejemplo, una calificación muy buena puede ser considerada algo sin significado en un contexto determinado. La novena patología es “Se evalúa solo cuantitativamente”, el problema de esta evaluación es alcanzar la objetividad real, ya que se dejan de lado aspectos importantes de la evaluación como: ¿Para qué sirve lo aprendido? ¿Cómo aprende el alumno? ¿Cómo relaciona lo aprendido?,etc.
Además, como nos menciona Miguel Ángel Santos (1999) un número no puede establecer un qué medida se han logrado las capacidades, por que aplicar los números para medir el desempeño académico crea un grado de conformismo entre los estudiantes que solamente buscan una meta mínima aprobatoria, esto trunca la búsqueda de la excelencia.
La décima patología es “Se utilizan instrumentos inadecuados”, los cuales no responden a criterios e indicadores que evidencien el logro de los aprendizajes, técnicamente no responden a una matriz de evaluación y los ítems no son diferenciados ni variados. Ante esta situación se puede afirmar que a instrumentos inadecuados le corresponde información equivocada sobre el real nivel de aprendizaje de los alumnos.
La onceava patología es “Se evalúa de forma incoherente con el proceso de enseñanza-aprendizaje”, aquí habla acerca de evaluar cómo se enseña y enseñar cómo se evalúa, mejor dicho, se estudia para la evaluación. Esta patología hace alusión a que muchas veces el maestro enseña de una manera y en la evaluación se califica de otra manera, por ejemplo, un proceso de enseñanza basado en la explicación oral, se cierra con un modelo de examen escrito.
La doceava patología es “Se evalúa competitivamente”, aquí se justifica la comparación con el pretexto de que sirve de estímulo e imitación. Yo opino que esta forma de evaluar es incorrecta ya que se desvía la atención del auténtico proceso del aprendizaje a cada individuo. La número trece es “Se evalúa estereotipadamente”, yo opino que este tipo de evaluación es incorrecta, ya que los profesores repiten una y otra vez sus esquemas de evaluación. Aquí el docente del curso el docente fija los criterios, porcentajes, momentos y formas de evaluación y no se da la negociación con los alumnos.
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